¿La tierra para el que tiene más plata?
Por Ricardo Marapi Salas
Solo te acuerdas los pequeños agricultores peruanos cuando viene un nuevo Mistura. Alabas el trabajo de un agricultor solo cuando ves a un chef hablar sobre lo importante que es la papa peruana. Y lo compartes alegremente en tu Facebook. Pero el resto del año están ausentes de tus redes sociales y conversaciones. Te das cuenta de las agricultoras y agricultores cuando en los noticieros ves que han perdido sus cultivos por las lluvias o inundaciones, y lo primero que piensas: “van a escasear los alimentos y van a subir los precios”. Te acuerdas de los agricultores cuando -desesperados por no ser escuchados por las autoridades- bloquean alguna carretera pidiendo mejores condiciones al gobierno. Y lo que piensas es: “que vaya la policía y los lleve a la cárcel por bloquear a los buses en la carretera”. En el fondo no te importa el campo ni lo que les pase a miles de familias que se dedican a la agricultura. Salvo que sus problemas te afecten directamente. Por ejemplo en el acceso a tu acostumbrado lomo saltado o tu cebiche de fin de semana. “No puede ser. Hay que apoyar a los agricultores, no nos podemos quedar sin el arroz con pollo”, dirías.