Para las empresas es el momento de entender que pueden y deben ser parte de la solución ante el reto del cambio climático.
«La empresa del futuro será sostenible o no será.» Y lo será no solo por presión administrativa o ciudadana, sino por el convencimiento de que el cuidado del medioambiente y del entorno genera empleo y competitividad. Así de claro se muestra el director de Naturklima, la Fundación de Cambio Climático de Guipúzcoa, David Zabala, que advierte de que «las compañías que no tengan en cuenta criterios sostenibles y ambientales quedarán fuera del mercado». De la misma opinión es August Corrons, profesor de los Estudios de Economía y Empresa y director del máster universitario de Responsabilidad Social Corporativa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que considera que, al margen de ser sostenibles económicamente, las empresas tienen como «único futuro» la responsabilidad con el entorno, «con el personal, la naturaleza o cualquier agente con el que estén vinculados».