Recopilación y comentario: César Vásquez Bazán
Testimonios cartográficos y constitucionales evidencian que límite norte de Chile es el paralelo 25.- Desde el siglo XVII, mapas prueban que dicho despoblado no forma parte de Chile.- Primeras cuatro Constituciones y primer Himno de Chile reconocen que desierto de Atacama no pertenece a ese país.- Chile, país ladrón de territorio boliviano y peruano.- Documentos para la educación de la juventud de los tres países
Rateros chilenos en saqueo
Los diecisiete mapas que aparecen en la presente recopilación serán sin duda chocantes para nuestros lectores chilenos, la mayoría de los cuales fue educado en la creencia que Chile siempre fue dueño del Desierto de Atacama y que, en un acto de bondad suprema, en 1866, obsequió a Bolivia parte de ese territorio, hasta el paralelo 24 de latitud sur.
La realidad es exactamente la opuesta. Chile jamás tuvo título alguno para justificar su presencia en el desierto de Atacama. Eso está demostrado por diversas cartas geográficas de la época, europeas, estadounidenses, sudamericanas y chilenas, que hemos reproducido para la ocasión. Ellas prueban que por más de tres siglos, desde su establecimiento como colonia española hasta 1866, Chile no tuvo ninguna credencial legal, geográfica o histórica para ejercer su soberanía en el desierto de Atacama.
Para aquellos que no confían en mapas, incluímos los artículos de cuatro constituciones chilenas en las que se establece que el desierto (o despoblado) de Atacama es el límite norte de Chile. También publicamos la letra del primer Himno Nacional de Chile, que canta que por el norte, Chile limita “con un gran desierto”.
Después de analizar la información cartográfica y constitucional que presentamos a continuación, los lectores coincidirán en calificar la denominada “reivindicación” chilena del desierto de Atacama como un vulgar robo de tierra boliviana. Es por ello, que puede afirmarse, sin temor a equivocaciones, que Chile es un país ladrón del territorio de sus vecinos.
MAPAS DE CHILE Y SU FRONTERA NORTE EN EL PARALELO 25 DE LATITUD SUR (SIGLOS XVII, XVIII, y XIX)
Los diecisiete mapas que aparecen a continuación, publicados entre 1635 y 1865, muestran con claridad la frontera norte de Chile. Ésta aparece situada en el paralelo 25 de latitud sur, siendo el río Salado y la bahía de Nuestra Señora (Our Lady Bay) los puntos de referencia más citados por los cartógrafos. Los territorios chilenos cercanos a la frontera son las localidades de Copiapó y Coquimbo. Las cartas geográficas prueban que, hasta 1866, el desierto de Atacama no se encontraba dentro de las fronteras de Chile.
El hecho comprobado de las diferentes nacionalidades de los autores de los mapas –entre los que destacan el chileno Alonso de Ovalle y el científico francés Claudio Gay, bajo contrato con el gobierno chileno– permite afirmar que la fijación de la frontera norte de Chile en el paralelo 25 de latitud sur simplemente reflejó la realidad limítrofe existenteentre 1635 y 1865. Debe subrayarse que entre los cartógrafos no aparece ningún boliviano o peruano.
Es interesante anotar que Claudio Gay, el científico francés contratado por Diego Portales, hizo llegar el territorio chileno sólo hasta el paralelo 26 de latitud sur.
Chile en el desierto de Atacama gracias al dictador Mariano Melgarejo
La oligarquía chilena pudo extender su soberanía a una sección del desierto de Atacama –hasta el paralelo 24 de latitud sur– gracias a las manipulaciones que ejerciera sobre el analfabeto y criminal tirano boliviano Mariano Melgarejo. Este ignorante dictador creía que los límites fronterizos entre los estados americanos eran meras “líneas aritméticas”. La oligarquía chilena no pudo encontrar mejor monigote que Melgarejo para firmar el Tratado de Límites de 1866. En el citado documento, Melgarejo tomó la decisión personal de ceder a Chile el territorio boliviano ubicado entre los paralelos 24 y 25 de latitud sur. Es a partir de este acto entreguista del dictador Melgarejo, instrumento de la oligarquía sureña, que Chile pudo comenzar a esgrimir el argumento seudolegal del Tratado de Límites de 1866 para ocupar el desierto de Atacama del paralelo 24 hacia el sur.
Melgarejo suscribió el Tratado de Límites de 1866 contraviniendo la Constitución de Bolivia de 1861, la misma que en su artículo primero estableció que Bolivia es “República una e indivisible”. El Tratado de 1866 dividió a Bolivia, escindiendo de ella el territorio ubicado al sur del paralelo 24. Por tanto ese Tratado es nulo: ninguna decisión personal de Melgarejo en materia internacional podía violentar lo normado en la Constitución, por omnímodo que pudiera ser el poder proveniente de la usurpación que lo llevó al gobierno.
Finalmente, debe mencionarse que la oligarquía chilena inventó desde esos años una cínica versión publicitaria para describir sus supuestos títulos al desierto de Atacama. Sin ofrecer evidencias documentales, históricas o geográficas, divulgó que Chile tenía derecho a ocupar el desierto de Atacama hasta el paralelo 23 de latitud sur. Los gobernantes sureños demostraron su “buena voluntad” hacia Bolivia “cediéndole” un grado de latitud sur, permitiéndole establecer su frontera sur en el paralelo 24. De esa manera, los usurpadores chilenos de territorio ajeno convirtieron el Tratado de Límites de 1866 en un supuesto “sacrificio” de las pretensiones chilenas “en pro de la paz americana”. Pretendieron esconder el verdadero carácter del convenio firmado por Melgarejo, tratado violatorio de la Constitución boliviana y por tanto írrito, que permitió a Chile extender su territorio hasta el grado 24 de latitud sur.
© César Vásquez Bazán, 2013
Mayo 19, 2013
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