—La desnuda como una agresión motivada por intereses económicos aprovechando del caos y debilidad económica y militar de Bolivia y Perú
—Se agudiza codicia chilena por riquezas peruanas
Por Orlando Tafur, Grupo Basadre
El libro Historia secreta de Chile. La biografía no autorizada de nuestro país, de Jorge Baradit, fue best seller entre la juventud chilena desde su aparición en julio de 2015.
En agosto pasado, a una semana de su lanzamiento, Historia Secreta de Chile 3 ya era el libro de No Ficción más vendido del país.
Hasta ese momento, se habían vendido más de 200 mil ejemplares de la Historia Secreta de Chile 1 y 2. Todo un record para Chile y también para Latinoamérica.
La publicidad del libro tienta a su público potencial afirmando “Existe un Chile que todavía no conoces...!!!”, afirmación válida para casi todo chileno, pero sobre todo para el público joven, que aun cuando sea el que más desconoce es el que todavía puede cambiar su visión histórica, si la tuviera.
Ese Chile aún desconocido para los chilenos es, por ejemplo, el que dio origen a la Guerra del Salitre.
La historia oficial chilena afirma que fue un impuesto de diez centavos decretado por el Gobierno boliviano, el que llevó a Chile a invadir Antofagasta y a declararle la guerra a Bolivia y al Perú.
Sin embargo, todos sabemos que fue la codicia de la oligarquía chilena, al servicio del capital inglés, la que movilizó masivamente a Chile contra sus vecinos.
Todos sabemos que no es casual que entre los firmantes de la declaratoria de guerra de Chile al Perú, se encontraran socios de los empresarios ingleses con intereses en el guano y el salitre.
La presión oficial es tan grande al respecto, que el mismo Baradit no alcanza a mencionar el origen inglés de la empresa “transnacional” que en el vídeo él menciona como aquella que en 1879 explotaba el salitre con participación de accionistas chilenos.
Escuchemos aquí a Baradit desmentir la historia oficial chilena al respecto de la guerra del salitre.
Ver video aquí video en que Baradit habla sobre familias oligárquicas chilenas.
Ver aquí lo que dice Baradit sobre la fuerza armada chilena.
Política y Estrategia / Comentario
Existe la tentación de generalizar y decir por ejemplo, “todos los chilenos” o “todos los militares” o “todos los judíos” tienen tal defecto o tal virtud, o piensan de esta manera.
Los vídeos que hoy publicamos demuestran que dichas generalizaciones suelen ser erradas.
Sin embargo, con respecto a las relaciones de Chile con sus vecinos, podemos afirmar que ese país representa una amenaza para ellos debido a la codicia de su élite, que está muy lejos de constituir la mayoría de su población, pero que sin embargo, maneja los resortes de los tres poderes del Estado, de la prensa y por ende, de la opinión pública.
En Chile, reiteramos, a diferencia de nuestro país, quienes detentan la hegemonía en cualquiera de las dimensiones del poder, sea esta económica, social, política o militar, integran una elite.
Vale decir, forman parte de un pequeño grupo estratificado de origen más que centenario, gravitando alrededor de una Oligarquía cerrada, el cual ha venido cohesionándose o debilitándose de forma cíclica a lo largo del tiempo, pero que no ha perdido vigencia en el ejercicio del poder.
En el interior de dicha élite, todos comparten en mayor o menor medida una cierta visión de la historia de su país y de las relaciones con sus vecinos. De la misma manera, tienen similar perspectiva sobre su futuro, aunque en este caso el entendimiento entre ellos presente fisuras.
Además, tienen un acuerdo básico acerca de la manera “cómo se produce y como se distribuye la riqueza” en su país; y en “cómo se organiza y se dirige el Estado”, a fin de arbitrar los intereses y las diferencias entre los grupos que integran la sociedad.
Dicho orden ha venido siendo mantenido por la élite chilena durante más de 120 años, por más desavenencias que hayan ocurrido en su interior en forma periódica, sin que le tiemble la mano para reprimir violentamente cualquier intento de cambio.
Su lema, “Por la razón o por la fuerza” no es sólo retórico y lo práctica sobre todo internamente, para sostener un orden que cada cierto tiempo requiere dosis sustanciales de violencia para sostenerse. Esto no es casual, pues la distribución del ingreso en Chile destaca en las estadísticas mundiales por su inequidad: entre los cinco primeros lugares.
Cabe destacar que la oligarquía alrededor de la cual gravita la élite chilena, varias de cuyas familias más ricas ya la integraban desde antes de la Guerra del Salitre, ha aprendido de su historia republicana tanto interna como externa, que su destino está ligado al del conjunto de la sociedad chilena y al éxito de su Estado; aun cuando sus intereses económicos puedan ser divergentes con los del grueso de sus compatriotas.
Pero, sobre todo, han aprendido de su historia que el crimen sí paga. Que el que golpea primero, golpea dos veces. Que cuando se agote la riqueza de los territorios usurpados, van a tener que salir por más.
Por ello siguen invirtiendo en armas, por encima de toda necesidad y de toda razón aparente, dispuestos a agotar todas sus energías en ello.
Y es por ello también que se encuentran invirtiendo aquí en nuestro país, como en Chinchero, de manera especulativa o en el sector servicios1, ganando posiciones de control en el Estado2. Pero sobre todo, haciendo daño. Minando las instituciones a las cuales se acercan. Aprovechando para ello la corrupción que corroe nuestra República, incrementándola.
Vienen acentuando aún más la relación espuria entre la política y ciertas empresas, de la misma forma en que lo hacen en su país pero con mayor voracidad, práctica de la cual son expertos y sobre la cual han construido sus fortunas familiares, como lo señala Baradit en los libros y los vídeos antes presentados.
Más allá de la opinión política de Baradit o de la manera en la que este interpreta la historia de su país, nos interesa destacar como peruanos el patrón de conducta de la élite chilena y en particular de su oligarquía, que reflejan los hechos históricos que menciona Baradit en sus libros y que, como él explica, han sido omitidos por la historia oficial a pesar de haber sido registrados por connotados historiadores chilenos.
Dichos hechos nos recuerdan no sólo los años de la ocupación de la costa peruana en el Siglo XIX, sino la campaña de “limpieza étnica” practicada por la elite chilena ya en el Siglo XX en los territorios usurpados, durante las décadas de la llamada “chilenización” de Tacna, Arica y Tarapacá.
Y finalmente, nos recuerdan que lo que estamos presenciando no es casual y es recurrente. Que estamos cometiendo los mismos errores.
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1 Y principalmente apoderándose de tierras agrícolas, pisoteando los derechos y expectativas de agricultores y empresarios peruanos. Leer Corrupción permite al enemigo chileno apropiarse de tierras agrícolas peruanas, Muertos de hambre y El Peón de Sipán: Irrigación Olmos es para los chilenos [Nota de Con nuestro Perú]
2 Leer Cómo Chile controla la política peruana y a los políticos peruanos [Nota de Con nuestro Perú]
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