“Es... que” y a + infinitivo
En "El Dominical" del 31 de mayo de 2009, suplemento de domingo del diario limeño El Comercio, en el artículo “Día Mundial del Medio Ambiente, tú puedes ayudar” encontramos lo siguiente (las negritas son nuestras):
En "El Dominical" del 31 de mayo de 2009, suplemento de domingo del diario limeño El Comercio, en el artículo “Día Mundial del Medio Ambiente, tú puedes ayudar” encontramos lo siguiente (las negritas son nuestras):
Fue a partir de la Conferencia de Estocolmo que los temas “verdes” se introdujeron en la agenda política internacional y la dimensión ambiental se asumió como elemento a considerarse en las políticas económicas y de desarrollo.
Consignamos las siguientes observaciones:
1) La construcción “es... que” (en este caso en pasado “Fue... que”) ejemplifica un uso innecesario de palabras. Por ejemplo, se suele decir “Es por eso que los jóvenes prefieren las carreras...”, donde “Es que”está de más; la frase debe ser “Por eso los jóvenes prefieren las carreras...” En el ejemplo que citamos, eliminando “Fue” y “que”, se debe poner “A partir de la Conferencia de Estocolmo los temas...”, construcción correcta en la que no sobra ni falta nada.
2) Si en un párrafo hay varias oraciones, con sujetos y verbos claramente distinguibles, se debe separarlas con algún signo de puntuación (coma, punto y coma, dos puntos o punto y seguido, lo que dependerá del sentido oracional que se desea transmitir y de la mayor o menor complejidad que presente la puntuación del párrafo). En el ejemplo, “la dimensión ambiental” es sujeto de una oración que se continúa con las palabras que siguen. Y ocurre que esta oración, precedida de la conjunción “y”, no está separada de las anteriores por ningún signo de puntuación; se debe poner coma (o punto y coma) tras “internacional” y delante de “y”.
3) En español es frecuente el empleo de una construcción formada por preposición más infinitivo, que indica que algo está pendiente, que se va a realizar; en el ejemplo, eso es lo que vemos en “elemento a considerarse”. Aquí el problema es que estamos en la mayoría de los casos ante un galicismo sintáctico, ya que en francés sí es normal la construcción “à + infinitivo”. Nos damos cuenta de esto empezando con una secuencia simple, ilustrativa: ¿se debe decir “cosas a hacer” o “cosas por hacer”? Por supuesto que la respuesta es “cosas por hacer”. En otros contextos en vez de “por” se emplea la construcción con “que se ha(bía) de”, como en “Tales eran las tareas a emprender en esa difícil situación”, que debe ser “Tales eran las tareas que se había de emprender en esa difícil situación”.
Tomando en cuenta estos lineamientos, el párrafo quedaría así:
1) La construcción “es... que” (en este caso en pasado “Fue... que”) ejemplifica un uso innecesario de palabras. Por ejemplo, se suele decir “Es por eso que los jóvenes prefieren las carreras...”, donde “Es que”está de más; la frase debe ser “Por eso los jóvenes prefieren las carreras...” En el ejemplo que citamos, eliminando “Fue” y “que”, se debe poner “A partir de la Conferencia de Estocolmo los temas...”, construcción correcta en la que no sobra ni falta nada.
2) Si en un párrafo hay varias oraciones, con sujetos y verbos claramente distinguibles, se debe separarlas con algún signo de puntuación (coma, punto y coma, dos puntos o punto y seguido, lo que dependerá del sentido oracional que se desea transmitir y de la mayor o menor complejidad que presente la puntuación del párrafo). En el ejemplo, “la dimensión ambiental” es sujeto de una oración que se continúa con las palabras que siguen. Y ocurre que esta oración, precedida de la conjunción “y”, no está separada de las anteriores por ningún signo de puntuación; se debe poner coma (o punto y coma) tras “internacional” y delante de “y”.
3) En español es frecuente el empleo de una construcción formada por preposición más infinitivo, que indica que algo está pendiente, que se va a realizar; en el ejemplo, eso es lo que vemos en “elemento a considerarse”. Aquí el problema es que estamos en la mayoría de los casos ante un galicismo sintáctico, ya que en francés sí es normal la construcción “à + infinitivo”. Nos damos cuenta de esto empezando con una secuencia simple, ilustrativa: ¿se debe decir “cosas a hacer” o “cosas por hacer”? Por supuesto que la respuesta es “cosas por hacer”. En otros contextos en vez de “por” se emplea la construcción con “que se ha(bía) de”, como en “Tales eran las tareas a emprender en esa difícil situación”, que debe ser “Tales eran las tareas que se había de emprender en esa difícil situación”.
Tomando en cuenta estos lineamientos, el párrafo quedaría así:
A partir de la Conferencia de Estocolmo los temas “verdes” se introdujeron en la agenda política internacional, y la dimensión ambiental se asumió como elemento que se había de considerar en las políticas económicas y de desarrollo.