Dr. David Kelly |
El gobierno británico calificó la muerte del doctor David Kelly de “suicidio” en 2003, pero la familia negó esa posibilidad. Ahora una oficial de las FF. AA. de los EE. UU. declara que Kelly no pudo cortar sus venas ni tragar 29 pastillas para suicidarse.
Tras siete años de la muerte del doctor David Kelly, eminente científico que integró el equipo de inspectores que verificó la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, nuevas evidencias dan la razón a la familia Kelly y a todos aquellos que sospecharon que su muerte no fue un suicidio, sino que lo mataron por saber la verdad y atreverse a revelarla: el gobierno británico exageró la realidad en Irak, para hacer creer que existían las temidas armas de destrucción masiva, cuando en realidad no había nada de eso. Como se sabe, se necesitaba ese pretexto para invadir Irak e instalar un gobierno títere para tomar control de los inmensos yacimientos de petróleo.
Ante la invasión, el Dr. Kelly reveló la verdad a la BBC, pero no contaba que este medio a todas luces está controlado por agentes al servicio del gobierno británico, los cuales no respetaron el secreto profesional del periodista y lo delataron al gobierno de Tony Blair en el 2003. Kelly se convirtió en objeto de oprobio por parte del gobierno británico y ese mismo año “desapareció” el 17 de julio y fue hallado al día siguiente en un bosque cercano a su domicilio. El gobierno aseguró que “se suicidó”, lo cual jamás fue admitido por su familia, pues no estaba deprimido y nunca habría tomado esa decisión.
Lo que dijo la oficial
Ahora la señorita Mai Pedersen (50), oficial de las FF. AA. de los EE. UU., quien conoció de manera personal y profesional muy de cerca al científico, declaró que no es posible la hipótesis del suicidio, pues Kelly (59) era “muy débil” para cortar sus muñecas pues tenía “dificultad hasta para cortar su propio bistec” por un problema en su mano derecha debido a una lesión en el codo, y habría tenido que ser “un contorsionista” para cortar su muñeca derecha, según informa hoy la prensa británica.
No sólo eso, además, Pedersen escribió una carta al Fiscal General Dominic Grieve a través de sus abogados, añadiendo que Kelly tenía dificultad para tragar pastillas, lo cual desbarataría la conclusión de la Investigación Hutton, que determinó que Kelly había ingerido “29 pastillas para el dolor” antes de cortar su muñeca izquierda.
Pedersen demandó una investigación “formal, independiente y completa”. Añadió que la ausencia de una investigación completa sobre la muerte de Kelly y el “secreto perpetuo” que se impuso sobre el caso exige pesquisas adicionales.
Lord Hutton ¿encubridor?
Lord Hutton |
James Brian Edward Hutton, Baron Hutton, nacido en 1932, fue designado especialmente por Blair para este caso. En lo que constituye un hecho inusual, en el expediente de la muerte de Kelly no se llevó a cabo una investigación completa como manda la ley británica. En lugar de ello, en el 2003 Tony Blair sospechosamente nombró al juez retirado Lord Hutton para investigar el deceso, quien dio orden de mantener en secreto todos los documentos y fotografías sobre este caso ¡por 70 años! pretextando no afectar a su familia.
Otros defectos de la investigación se evidencian porque no se tomaron las declaraciones bajo juramento de la viuda ni de Tony Blair. Lord Hutton concluyó que Kelly murió como consecuencia de la hemorragia que le sobrevino después de cortarse la muñeca izquierda, pero la investigación no se completó según los procedimientos estándar. El certificado de la muerte no fue firmado por un doctor ni por un juez de instrucción y no indica el lugar de la muerte como debe indicar todo certificado, lo cual deja abierta la posibilidad de que haya muerto en otro lugar distinto de aquél en el que fue hallado.
Inicialmente se solicitó a Pedersen declarar en el caso en 2003, a lo cual asintió, pero rehusó después que no se le permitió testimoniar en privado.
El informe Hutton careció de un señalamiento de posibles sospechosos de la muerte de Kelly. En la mañana del 17 de julio, Kelly escribió un correo electrónico diciendo a un amigo que había “muchos personajes oscuros realizando maquinaciones”.
En el 2007 se descubrió, mediante una acción de libertad de información interpuesta ante las autoridades, que el cuchillo con el cual Kelly se habría suicidado ¡no tenía huellas digitales!
Tony Blair |
Blair admitió la mentira
En diciembre de 2009 (posiblemente enterado de que las revelaciones sobre la verdad saldrían a luz) Tony Blair, primer ministro británico durante la invasión a Irak del 2003, admitió que no había armas de destrucción masiva en Irak, pese a ello contribuyó con los EE. UU. en la invasión de Irak.
La guerra por el petróleo de Irak fue tramada con todo un aparato de propaganda al estilo nazi, por un lado acusando a Irak tener las armas de destrucción masiva y difundiendo por la prensa cómplice términos preparados para su campaña homicida, que costó la vida a decenas de miles de civiles en Irak, por ejemplo denominaron "daños colaterales" a la masacre de civiles durante la invasión; "operación quirúrgica" al bombardeo de edificios haciendo creer que sólo destruían zonas peligrosas, cuando en realidad mataban civiles y destruían sus casas.
"Daños colaterales" |
Paralelamente, los EE. UU. ordenaron no difundir imágenes de ataúdes de soldados estadounidenses muertos y persiguieron a la prensa: el primer blanco fue Al-Jazeera, por atreverse a publicar informes sobre la matanza de niños y civiles. Otros fueron los periodistas de Reuters alojados en el hotel Palestina de Bagdad (donde era de público conocimiento que se alojaban los periodistas), contra quienes apuntó expresamente el cañón de un tanque estadounidense, con resultados fatales.
Pese a todo, los EE. UU. hasta ahora no se retira de Irak ante la complicidad de las Naciones Unidas, nadie en la ONU desea poner al descubierto y con nombres a la mafia criminal detrás de las guerras de invasión de Irak, Afganistán, Palestina y la próxima víctima: Irán.