Ante las multitudinarias y persistentes protestas contra el alza del precio del transporte y los multimillonarios para el Mundial 2014, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, señaló que las voces de la calle tienen que ser escuchadas.
Se estima en más de 250,000 el número de manifestantes en las principales ciudades del país.
“Esas voces de las calles deben ser escuchadas”, dijo Rousseff en un discurso difundido desde el palacio Presidencial. “Mi gobierno está escuchando esas voces en favor del cambio”, manifestó y agregó que las manifestaciones “comprueban la energía de la democracia” y que su Gobierno está comprometido con la transformación social del país.
Las declaraciones de Roussef no han apaciguado los ánimos y se convocaron a nuevas protestas para este miércoles y jueves en las principales ciudades, exigiendo una marcha atrás en el aumento del precio del transporte público, de lo contrario continuarán las protestas.