Por Margaret Kimberley*
16 de julio de 2014 (“ICH”, “BAR”). ¿Cómo debe uno describir las relaciones israelo-estadounidenses?, ¿“co-conspiradores”?, ¿“codependientes”?, ¿“amienemigos”? Los medios corporativos en los Estados Unidos y otras naciones occidentales ignoran, minimizan o dicen mentiras descaradas sobre la masacre de palestinos en Gaza, pero seguramente el israelí haría lo mismo para proteger a los Estados Unidos ¿Qué tal si los llamamos “cofacilitadores de crímenes de guerra”?
De todos los socios en el crimen internacional que existen ahora, los Estados Unidos e Israel son los peores. Junto con sus cómplices menos poderosos como Arabia Saudita han instigado ocupaciones de territorio y matanzas a gran escala. Sin embargo, aunque sabemos que una mano lava a la otra, no siempre es claro determinar quién controla a quien. Israel utiliza el músculo político y económico de sus seguidores para mantener a los políticos estadounidenses en línea, pero tampoco le cuesta mucho trabajo encontrar oídos receptivos en Washington.
Después de asesinar al ciudadano estadounidense Anwar al-Awlaki en 2011, el gobierno de Obama se negó a revelar los fundamentos legales del asesinato. Afortunadamente, las acciones judiciales que llevaron adelante el Acta de Libertad de Información, la Unión de Libertades Civiles y el New York Times revelaron que se usaron como pretexto y fundamento crímenes de guerra de Israel.
Un memorando del Departamento de Justicia redactado por David Barron, ahora juez federal designado por Obama, legitima las ejecuciones extrajudiciales alegando que Israel hace lo mismo. Una decisión de la Corte Suprema de Israel 2006 dictaminó que el asesinato selectivo de cientos de palestinos era legal y no violaba el Derecho Internacional.
Las acciones de gobiernos extranjeros raramente se utilizan para justificar las decisiones de la política estadounidense. En cualquier otro tema, Obama afirma que Estados Unidos es excepcional y no debe ser sólo un líder en el mundo, sino el líder del mundo. Al parecer, los alegatos de excepcionalidad se esfuman cuando se trata de eludir explicaciones sobre el terrorismo de estado.
Israel se convierte en la excusa conveniente para la actuación criminal estadounidense pero también actúa como el peor enemigo de este país. Israel ha sido pillado varias veces espiando a los Estados Unidos. Mató a 34 marineros cuando atacó el USS Liberty en 1967, asesinó a los ciudadanos estadounidenses Rachel Corrie1 y Furkan Dolgan y recurre a la amenaza de la derrota electoral2 para mantener en línea a los políticos estadounidenses. Nunca ninguno de los mencionados atentados ha dañado la capacidad de Israel para salirse con la suya en Washington. Incluso los legisladores locales y de estado del país son reacios a alejarse de la línea que impone el lobby sionista.
Sin embargo, Israel también es una herramienta para el imperialismo de EE. UU. Su alegada necesidad de seguridad se utiliza como excusa para destruir con sanciones la economía iraní, o cualquier otra cosa que también convenga a los intereses imperiales de Estados Unidos. Los dos países son verdaderos “amienemigos”, dependen el uno del otro aunque también experimentan niveles altos de discrepancia.
Ahora Israel se abre camino en Gaza matando con impunidad a hombres, mujeres y niños. La historia es la misma. Los israelíes de Sderot se sientan en la parte alta de un cerro para ver cómo caen las bombas en hogares, escuelas y hospitales, bombas que hasta ahora han matado a por lo menos 185 personas. Pero solo un israelí fue muerto por los cohetes de Hamas que los estadounidenses dicen que son una amenaza para la existencia de Israel.
Los medios de comunicación corporativos de los Estados Unidos y otras naciones occidentales ignoran, minimizan o dicen mentiras descaradas sobre la masacre en que ocurre estos días. En el ejemplo más flagrante, el canal de televisión ABC News utiliza vídeos que muestran la destrucción en Gaza pero dicen que el video hace ver la destrucción que sufre Israel.
“Los palestinos sólo tienen el derecho de morir”
Si bien es cierto que las fotos y videos de niños mutilados y muertos distan de ser un secreto en la era de internet, uno debe ser extremadamente comprometido para encontrar información sobre la magnitud de la matanza y de la política de asesinatos selectivos que comete Israel contra familias enteras de palestinos. Ciertamente, las redes y los principales diarios podrían dar a conocer esta misma información pero no lo hacen porque no se atreven a oponerse al orden político establecido.
Barack Obama y sus otros socios en el gangsterismo mundial, como los primeros ministros de Canadá, el Reino Unido y otros países de la OTAN, espetan la misma retórica de mentira. Como robots repiten el mismo mantra de que sólo Israel, el país casi sin bajas, tiene derecho a defenderse. Los palestinos sólo tienen el derecho a morir.
Los estadounidenses son como el amante agraviado por la infidelidad, que es el último en enterarse. Gracias en gran medida a la propaganda de los medios de comunicación y del gobierno, no tienen ni idea de quién es el agresor y quién es la persona perjudicada. Millones de personas en todo el mundo están indignadas y odian no solo a nuestro Presidente y al Congreso, sino a todos nosotros como individuos. Los gobiernos de Israel y EE. UU. han puesto una marca de tiro al blanco en nuestras espaldas, y los ciudadanos de este país ignoramos en gran medida el riesgo que existe para todos nosotros.
Los juicios por crímenes de guerra nunca se realizan contra los países poderosos y sus amigos. Si no fuese así, Barack Obama, Benjamin Netanyahu y el rey Abdullah, Tony Blair y Bush y Paul Kagame, todos ellos, estarían en el banquillo de los acusados. Definitivamente, ellos y sus secuaces son criminales, los primeros en la lista. Nunca pagan el precio, pero sí el pueblo de Gaza.
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* La columna de Margaret Kimberley Freedom Rider (‘Jinete de la libertad’) aparece semanalmente en BAR y se reproduce ampliamente. La Sra. Kimberley mantiene un blog frecuentemente actualizado en http://freedomrider.blogspot.com Vive en Nueva York y su dirección de correo electrónico es Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
1 Leer El asesinato de Rachel Corrie y La justicia rechazó la demanda de la familia de Rachel Corrie [Nota de Con nuestro Perú.]
2 En EE. UU. todo candidato a la presidencia o al Congreso debe expresar públicamente su sujeción a los intereses de Israel. Si no lo hace, su nombre desaparece de los medios de comunicación o aparece como víctima de ataques de todo tipo. Es como en el Perú, donde todos los candidatos deben ser amistosos o neutrales hacia los rateros chilenos; si no, enfrentan las consecuencias. [Nota de Con nuestro Perú.]
Traducción por Con nuestro Perú de
“American and Israeli War Crimes” en
Counterinformation
http://counterinformation.wordpress.com/2014/07/16/american-and-israeli-war-crimes-2/
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