Boris Johnson 3Londres, 9 abr (Sputnik).- Los dirigentes de Irlanda del Norte se unieron en un llamamiento a restaurar la calma después de noches consecutivas de violencia y enfrentamientos con la policía, que amenazan con reactivar la contienda sectaria en el dividido territorio británico.
 
 
Los disturbios se concentraron inicialmente en barrios unionistas de Belfast, Londonderry-Derry y otras ciudades norirlandesas. Grupos de adultos y chavales -hay un niño de 13 años entre los detenidos- se enfrentaron a la policía regional (el PSNI, según su siglas en inglés) con ladrillos, cocteles molotov, botellas de cristal, fuegos artificiales…
 
FUEGO SOBRE LOS "MUROS DE PAZ"
 
Las escaramuzas se repiten cada anochecer de abril y han cobrado intensidad en los dos últimos días. En Belfast, unos enmascarados quemaron un autobús urbano y lo dejaron rodar sin control ni freno, mientras la policía respondía con balas de plástico. Otros adolescentes lanzaron bengalas incendiarias y pedradas por encima del portón metálico que corta el paso entre los dos sectores identitarios de una misma calle o barrio.
 
Son los llamados "muros o líneas de paz" que separan a los unionistas-lealistas (protestantes probritánicos en su mayoría) de sus vecinos nacionalistas-republicanos (católicos irlandeses predominantemente). Estos últimos respondieron al ataque con una batería incendiaria que los antidisturbios apagaron con cañones de agua.
 
MOVILIZACIÓN POLÍTICA
 
La extensión de las protestas a las zonas de "interface" o contacto en ambas comunidades despertó finalmente a los líderes políticos a nivel regional, nacional e internacional. El primer ministro, Boris Johnson, indicó que se siente "profundamente inquieto" por las escenas de acusada violencia que, según el canciller irlandés, Simon Coveney, "muchos creímos que habían sido confinadas a la historia". "Es necesario un esfuerzo colectivo para intentar reducir la tensión", declaró a los medios.
 
El Ejecutivo norirlandés, integrado por cinco partidos, acordó un comunicado en condena de la violencia e instando a todos a restaurar la calma. "Aunque nuestras posiciones políticas difieren en muchos asuntos, estamos unidos en nuestro respaldo de la ley y el orden y declaramos colectivamente nuestro apoyo a la Policía", añade el comunicado.
 
EFECTOS DEL BREXIT
 
El impacto del Brexit se asocia al malestar y la ira que ha explotado en núcleos lealistas. Se sienten engañados por Johnson y temen que el trato especial que el primer ministro acordó para Irlanda del Norte debilita el nexo con el resto del Reino Unido. Todas las fuerzas unionistas, incluido el DUP, piden la abolición del Protocolo irlandés, aunque es una forma legal y esencial del Tratado de retirada de la Unión Europea (UE).
 
El protocolo reafirma la vigencia del Acuerdo de Viernes Santo de 1998, motor de la paz en la isla e impulsor del desarme del IRA y el alto el fuego de los paramilitares protestantes, que cumple 23 años este sábado 10. Evita reinstaurar una frontera interna entre la República y los condados británicos del noreste de la isla, pero crea una aduana física y burocrática entre el Ulster y Gran Bretaña (Inglaterra, Gales y Escocia).
 
"Altera fundamentalmente la posición constitucional de Irlanda del Norte, causando agravio inmenso y arriesgando la unión del Reino Unido", reza una querella judicial contra el primer ministro que respaldan Foster y otros líderes unionistas.
 
EL PARIENTE AMERICANO
 
El eco de los disturbios ha alcanzado la Casa Blanca. El presidente Joe Biden, de herencia irlandesa, transmitió su "profunda inquietud" por la violencia y se sumó a las llamadas de calma emitidas en Londres, Dublín y Belfast. "El presidente Biden es inequívoco en su respaldo del Acuerdo de Belfast y Viernes Santo, que fue un hito histórico. Creemos que debemos protegerlo y creemos que hemos de asegurar que no se convierta en víctima del Brexit", señaló su portavoz.
 
El Brexit alimenta el rencor unionista desde su implementación, el 1 de enero de 2021. Otros factores contribuyeron probablemente a detonar la explosión callejera. Los disturbios no cesan desde que la Fiscalía regional renunciara a presentar cargos contra miembros del Sinn Fein que asistieron al multitudinario funeral de un militante del IRA, Bobby Storey, en plena pandemia.
 
La vicepresidenta del partido y número dos en el Ejecutivo norirlandés, Michelle O´Neil, caminó con otros dirigentes republicanos a pocos metros del féretro en un largo recorrido por las calles de Belfast y admitió después que la acción "socavó" la confianza de la población en las restricciones del covid.19.
 
El DUP pide desde entonces la dimisión del jefe de la PSNI, Simon Byrne, al que acusan de colaborar con el Sinn Fein en la organización del polémico funeral del pasado junio. Lo interpretan como un gesto político que prolonga el capítulo de concesiones al bando republicano, supuestamente efectuadas a lo largo del proceso de paz.
 
GÁNSTERES INCITANDO A MENORES
 
La policía, a su vez, apunta a exparamilitares lealistas entre los dirigentes de la revuelta en Londonderry, Newtownabbey, Carrickfergus y Ballymena, entre otras localidades. Habrían incitado a jóvenes y niños a la protesta en represalia por una "exitosa" redada de drogas, incautadas a una banda criminal asociada a la Asociación en Defensa del Ulster (UDA), según indicó el jefe superintendente de Davy Beck.
 
"Pocos adolescentes de los que están quemando autobuses y tirando piedras estarán influidos por los puntos más sutiles del Protocolo (del Brexit) o las reglas del Covid. Algunos también son vulnerables al control coercitivo de los mismos gánsteres que contaminan sus comunidades", denunció Naomy Long, líder del partido no sectario Alianza y ministra de Justicia, en un debate de urgencia sobre los disturbios que interrumpió las vacaciones de los parlamentarios norirlandeses.
 
De igual forma, la ministra principal describió las protestas de "vandalismo e intento de asesinato". "Estas acciones no representan al unionismo ni al lealismo. Son una vergüenza para Irlanda del Norte", escribió Foster en su cuenta de Twitter. El territorio conmemora en mayo el centenario de su creación en la Ley británica del Gobierno de Irlanda, que partió la isla en dos entidades políticas. (Sputnik)