Petropávlovsk-Kamchatski (Rusia), 25 abr (Sputnik).- Las declaraciones del presidente checo, Milos Zeman, mostraron que Praga no tuvo bases para acusar a Rusia de estar involucrada en explosiones en un almacén checo en Vrbetice, afirmó la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
 
 

Maria Zajarova 2

 

 
Este domingo Zeman afirmó que en el marco de la investigación de lo sucedido en 2014 en Vrbetice fue determinado que el armamento en los almacenes donde se produjeron las explosiones pertenecía a un empresario búlgaro. A su vez, el diario New York Times comunicó antes que el traficante de armas Emilian Gebrev en sus declaraciones al medio reconoció que suministraba armas a Ucrania en medio del conflicto en este del país en 2014, así como confirmó que municiones fueron almacenadas en Vrbetice.
 
"Las autoridades del país no tenían ningún pretexto para hacer este tipo de declaraciones, y mucho menos pruebas, durante los últimos siete años cuando la investigación estaba en curso", afirmó Zajárova al canal Rossiya 1.
 
La diplomática destacó también que Praga debe revelar a la comunidad internacional qué armamento en concreto fue almacenado en 2014 en Vrbetice.
 
El Gobierno checo denunció el sábado pasado la presunta implicación de la inteligencia rusa en las explosiones que causaron dos muertos en un almacén de municiones en Vrbetice, en la región de Zlin, en 2014, y expulsó a 18 empleados de la embajada rusa en Praga, señalados como presuntos agentes de los servicios secretos de Rusia.
 
Moscú rechazó todas las acusaciones por "absurdas" y las atribuyó al rumbo antirruso de Chequia que se observa en los últimos años, agregando que en los sucesos actuales se puede vislumbrar la "mano de Estados Unidos", y respondió expulsando a 20 diplomáticos checos.
 
El miércoles, canciller checo, Jakub Kulhánek, exigió que Rusia garantizara el regreso a la embajada checa en Moscú de los diplomáticos expulsados, pues, de lo contrario, la plantilla de la misión rusa en Praga se recortaría, siguiendo el ejemplo ruso, a cinco diplomáticos.
 
Zajárova, por su parte, calificó de inaceptable el ultimátum checo a Rusia.
 
La víspera, Kulhánek, afirmó que Chequia reducirá el número del personal de la embajada rusa en Praga hasta el nivel de su misión en Moscú. Los empleados afectados por la medida deberán abandonar el país antes de finales de mayo.
 
De este modo, Rusia y Chequia pasarán a la paridad en la cantidad de personas en las embajadas, con siete diplomáticos y 25 empleados técnico-administrativos. (Sputnik)