Lourdes Gómez
 
Londres, 25 may.- El Museo Freud de Londres explora el impacto que la 'fiebre española' tuvo en la vida y la obra del padre del psicoanálisis, y traza paralelismos con la pandemia del coronavirus en la exposición que marca su reapertura después de casi medio año de confinamiento, según explica a Sputnik la directora de la institución, Carol Seigel.
 
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'Freud y la pandemia' estará accesible al público hasta 12 de septiembre en la casa-museo del autor de 'La interpretación de los sueños', en el norte de Londres. La exposición analiza puntos comunes en ambas tragedias pandémicas a partir de la experiencia personal de Sigmund Freud, quien perdió a su hija Sophie en los últimos coletazos de la llamada 'fiebre española'. "Es tópica y muy importante", afirma Siegel.
 
TRAGEDIA FAMILIAR
 
"Tengo noticias tristes. Nuestra querida Sophie murió ayer por la mañana de gripe y neumonía galopantes… Espero que te lo tomes con calma; la tragedia ha de aceptarse, después de todo. Pero, por supuesto, está permitido guardar luto por una chica tan vital y espléndida, que era feliz con su marido e hijos", escribe el autor a su madre, Amalia, el 26 de enero de 1920.
 
Esta y otras cartas personales, reproducidas en facsímil en la exposición, documentan el efecto en la familia del deceso de la joven de 27 años, embarazada de su tercer hijo. E ilustra el impacto de la tragedia en las teorías del patriarca. Freud estaba escribiendo 'Más allá del principio del placer' y forjó entonces las nociones del 'doble instinto dual', con las pulsiones de la vida y de la muerte.
 
"A Freud le afectó mucho la muerte de su hija, aunque sospecho que ya estaba afectado por la Primera Guerra Mundial, con sus hijos varones en el frente, y la muerte poco después de su nieto e hijo de Sophie. Fueron años difíciles, de transformación personal y profesional, que afectó su actitud con los pacientes y su pensamiento", señala la directora del museo.
 
SIN GANAS DE VIVIR
 
Freud sintió la muerte de su hija como una "herida amarga e irreparablemente narcisista" y perdió la ilusión de vivir cuando su nieto de cuatro años, Heinz, sucumbió a una tuberculosis aguda. "Me cansé de vivir permanentemente", le confiesa a su amigo psicoanalista, Ernest Jones, en 1928. A lo largo de la década, adquiere una mayor conciencia de la muerte, destrucción, agresión, y una perspectiva más pesimista de la vida y la humanidad, según Seigel.
 
Experiencias de científicos, investigadores y médicos que están lidiando con el covid-19 ayudan a establecer la conexión entre ambas pandemias. Son grabaciones cortas, realizadas electrónicamente durante el confinamiento, que transmiten al público los nuevos retos del psicoanálisis, los traumas y las ansiedades que están aflorando este largo año de distanciamiento social, aislamiento y restricciones.
 
La exposición muestra además un dibujo de Julia Lockheart en el que la artista plasma su interpretación de sueños del personal sanitario que atiende a enfermos de covid-19. Forma parte del proyecto DreamID, una colaboración con el psicólogo Mark Blagrove. Un inhalador de cerámica, carteles y el uniforme de una enfermera, entre otros objetos antiguos, se exhiben en vitrinas junto a símbolos de salud y fotografías de la familia Freud.
 
COLECCIÓN Y CHARLAS ONLINE
 
Sigmund Freud (1856-1939) residió en esta villa de Maresfield Gardens el último año de su vida. Su hija Anna, psicóloga infantil, pidió en su testamento que se mantuviera como museo y el deseo se hizo realidad en 1986. La casa conserva la colección de simbólicas antigüedades y la biblioteca personal del patriarca, además del mítico diván donde se tumbaban sus pacientes. Entre las adiciones de los últimos años, se muestra una butaca larga donde al parecer falleció el psicoanalista.
 
"El impacto del primer confinamiento fue terrible. Temimos que no sobreviviríamos. Pero los eventos online han sido un éxito sorprendente. Atraemos a gente del todo el mundo a nuestras charlas, seminarios, conferencias", explica la directora. El museo está digitalizando sus fondos documentales, entre otros proyectos que se han acelerado debido a la pandemia.
 
Facilita así el acceso a sus recursos del público más incondicional —psicólogos y psicoanalistas británicos, estadounidenses, argentinos y brasileños, principalmente, según subraya la responsable de prensa— aunque la experiencia de recorrer en vivo el jardín y la casa londinense de Freud, observar las miles de figurillas y los libros que se trajo de Viena, e imbuirse del ambiente de su estudio no tiene parangón. (Sputnik)