Las labores de espionaje de EE. UU. son bien conocidas a nivel global y aunque generalmente están dirigidas contra sus 'enemigos', en muchas ocasiones también escuchan lo que hablan sus 'amigos', 'para que no los tomen por sorpresa', o eso dicen. Lo que genera fricciones entre los aliados.
Lo cierto es que de cuando en vez se dan a conocer informes que desatan escándalos en los que están involucrados los servicios secretos de Estados Unidos y sus socios europeos, que se implican para espiar a sus vecinos.
La 'bomba' más reciente estalló el domingo cuando se supo que un grupo de cuatro piratas informáticos y analistas de la inteligencia de Dinamarca colaboraron con Estados Unidos para espiar a políticos europeos entre 2012 y 2014.
LOS HECHOS
El domingo un grupo de medios de prensa, principalmente daneses y alemanes, publicaron notas que destacan la cooperación entre el Servicio de Inteligencia de Dinamarca (FE) y la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) para espiar a dirigentes políticos europeos. El periódico alemán Suddeutsche Zeitung comunicó que entre los objetivos estaban la canciller alemana, Angela Merkel y otros políticos destacados.
Tras nueve meses de investigaciones que incluyeron entrevistas con personas vinculadas a los hechos, la radio danesa DR reveló que en el programa secreto 'Dunhammer' trabajaban cuatro hackers y analistas del país nórdico.
"El grupo de inteligencia danés realizaba el espionaje con total secretismo para impedir que el organismo de seguridad se enterara", dijeron las fuentes de DR.
Según estableció la prensa, la inteligencia de Dinamarca dio acceso a los estadounidenses a una instalación especial cerca de Copenhague desde la que se realizaban las escuchas y se podía conectar a los cables submarinos de los proveedores de internet.
El Gobierno danés fue informado a más tardar en 2015 de la colaboración del FE con los estadounidenses para espiar a políticos de Suecia, Noruega, Países Bajos, Francia y Alemania.
Además de Merkel también destaca en la lista el entonces ministro de Exteriores alemán y actual presidente del país, Frank-Walter Steinmeier. Igualmente salió a relucir el nombre de Peer Steinbrück, entonces líder de la oposición alemana, quien afirmó a los medios de su país: "Políticamente, veo esto como un escándalo".
El problema de las escuchas salió a relucir en 2013 y enturbió las relaciones entre Berlín y Washington, en ese momento Merkel expresó su malestar al entonces presidente, el demócrata Barack Obama, y tachó de "inaceptable el espionaje entre amigos".
CUESTIONAMIENTOS
"El Gobierno alemán no comenta las cuestiones relacionadas con las actividades de los servicios de inteligencia", dijo el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, al comparecer este lunes ante la prensa. Seibert se limitó a decir que el Gobierno ha tomado nota de las revelaciones de los medios.
Mientras que los representantes de la oficina de Merkel admitieron que no sabían que Dinamarca estaba implicada en actividades de espionaje de EEUU y se negaron a comentar los hechos.
"Quiero decir que es inaceptable (el espionaje) entre aliados, especialmente entre aliados y socios europeos", dijo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en una rueda de prensa conjunta con Angela Merkel. Agregó que Francia espera explicaciones al respecto por parte de EEUU y Dinamarca.
En tanto, la primera ministra noruega, Erna Solberg, comentó a la cadena pública NRK que "es inaceptable que países que tienen una estrecha cooperación como aliados sientan la necesidad de espiarse unos a otros".
Mientras que la ministra de Defensa danesa, Trine Bramsen, que supuestamente fue informada previamente del espionaje, afirmó que "las escuchas sistemáticas a aliados cercanos son inaceptables".
Los Gobiernos de Suecia y Noruega, según la cadena TV 2, ya exigieron que su vecino les diera explicaciones al respecto.
"Pienso que es la punta del iceberg y que para los países de la OTAN la situación, en realidad, es mucho más terrible de lo que todos han leído y de lo que los aliados, el secretario general de la OTAN y los líderes de la Unión Europea, prefieren no hablar", declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova en una entrevista con la estación de radio Vesti FM.
Por su parte, el exanalista de la NSA, Edward Snowden, responsable de descubrir las escuchas entre aliados, sostiene que el presidente estadounidense, Joe Biden, está involucrado en el espionaje, pues era parte del gobierno de Obama.
"Biden está bien preparado para responder por esto cuando visite Europa pronto, ya que, por supuesto, estuvo profundamente involucrado en este escándalo la primera vez", escribió Snowden en su cuenta de Twitter.
El exagente de la inteligencia estadounidense instó a exigir que tanto Dinamarca como "su socio principal" revelen públicamente toda la información sobre el incidente.
Son varios los escándalos de espionajes entre 'aliados'. Sin ir muy lejos, en 2018 Austria y Alemania tuvieron fricciones tras la publicación de que los servicios secretos exteriores alemanes habrían investigado entre 1999 y 2006 a ministerios, empresas, embajadas y organismos internacionales con sede en Viena. Supuestamente en esa ocasión los alemanes colaboraron con los estadounidenses.
Lo cierto es que los norteamericanos no se fían mucho de sus 'amigos' y por eso son recurrentes los métodos de vigilancia que más temprano que tarde destaparán un nuevo escándalo. Aunque casi seguro, como en otras ocasiones, no tendrá consecuencias graves para los amos del mundo.
Con información de Sputnik