Daniel Martín
Madrid, 10 jun (Sputnik).-El Gobierno de España, con el socialista Pedro Sánchez a la cabeza, lleva semanas allanando el camino para indultar a los líderes catalanes condenados por el proceso independentista de 2017.
En su última comparecencia pública, Sánchez defendió que la medida de gracia sería un gesto de "magnanimidad" en aras de la "convivencia" y el "reencuentro", y su segunda, la vicepresidenta Carmen Calvo, adelantó este jueves que los expedientes de los indultos "no tardarán mucho" en estar sobre la mesa del Consejo de Ministros.
Mientras eso sucede, la derecha prepara su respuesta en las calles. Convocados por la plataforma "Unión 78" —en referencia a la Constitución de 1978— los principales partidos de la derecha se darán cita este domingo en una concentración en la Plaza de Colón, de Madrid, donde pretenden llevar a cabo una manifestación multitudinaria contra los indultos.
COLÓN 2.0
"Consideramos muy graves los ataques del Gobierno y de los partidos que lo apoyan —incluidos los separatistas empeñados en destruir la nación—, a la división de poderes y a la igualdad ante la ley, indispensables en cualquier verdadera democracia", reza el manifiesto de los convocantes, cuya opinión es que los indultos son el pago de Sánchez a los partidos catalanes "para mantenerse en La Moncloa a cualquier precio".
La manifestación cuenta con el apoyo del conservador Partido Popular —la primera fuerza de la oposición—, los ultraderechistas de Vox y los liberales de Ciudadanos, las tres grandes fuerzas parlamentarias de la derecha en España, a los que se suman múltiples colectivos de carácter conservador, como la Asociación de Militares Españoles (AME) o la Fundación Francisco Franco, que llaman a sus seguidores a participar en la marcha.
No será la primera vez que los tres grandes partidos de la derecha se den cita en la Plaza de Colón. En febrero de 2019, los dirigentes de los tres partidos encabezaron una manifestación en contra de los planes de Pedro Sánchez de nombrar un mediador para conducir los trabajos de su mesa de diálogo con Cataluña, algo que finalmente no sucedió.
La concentración terminó con una foto de familia que, a la postre, se convirtió en la mejor arma de Pedro Sánchez en las siguientes citas electorales, donde consiguió movilizar a sus votantes alertando contra "las tres derechas de Colón", lo que además creó un clima favorable para su pacto de Gobierno con los izquierdistas de Podemos.
Aunque pueda parecer algo anecdótico, la foto supuso un hito en la historia política reciente de España, ya que, además de aupar a Sánchez, difuminó los límites entre el líder del Partido Popular, Pablo Casado, y la ultraderecha, que por aquel entonces era marginal —no contaba con ningún diputado en el Congreso— y ahora es la tercera fuerza política del país.
Pablo Casado vuelve a Colón con la lección aprendida: en esta ocasión no habrá foto. Los líderes de los tres partidos acudirán a la manifestación, pero no se subirán a la tribuna, donde solo tomarán la palabra los miembros de la plataforma convocante, entre los que destaca Rosa Díez, una exmilitante socialista conocida por ser la fundadora del partido UPyD.
Pese a ello, el Gobierno sigue escudándose en la foto de Colón para minimizar las críticas a los indultos. La vicepresidenta Carmen Calvo pidió este jueves a sus adversarios que "no sean cobardes y se hagan la foto", algo que en su opinión serviría para constatar "que la derecha española está radicalizada y unida contra Cataluña".
RECOGIDA DE FIRMAS
La manifestación de Colón no es la única vía de movilización activada por la derecha contra los indultos. Otra de las apuestas, promovida por el Partido Popular, consiste en recoger firmas tanto mediante plataformas online como con puestos por todo el país
"En defensa de la Constitución, la Justicia y la igualdad de todos los españoles. A favor de la convivencia, la concordia y el Estado de Derecho. Por España, pedimos su firma contra los indultos del Gobierno de Pedro Sánchez a los condenados por sedición y malversación. ¡Paremos esta deriva! ¡No a los indultos!", reza el manifiesto con el que la formación conservadora ya cosechó más de 100.000 firmas en pocos días.
Como ocurre con la manifestación de Colón, tampoco es una formula nueva. En el año 2006, cuando el expresidente Mariano Rajoy todavía era líder de la oposición, el Partido Popular promovió una recogida de firmas contra el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
Según publicó recientemente El Confidencial, las más de cuatro millones de firmas recogidas entonces por el Partido Popular se encuentran acumulando polvo en un almacén del Congreso de los Diputados, sin que nadie haya comprobado su validez en todo este tiempo.
Sin embargo, nadie puede negar su importancia política. La recogida de firmas fue el pistoletazo de salida de la campaña de los conservadores para oponerse al texto estatutario, cuyo preámbulo definía a Cataluña como una nación.
Finalmente, en respuesta a un recurso del Partido Popular, el Tribunal Constitucional recortó en 2010 hasta 14 artículos del texto, aprobado por el Parlamento de Cataluña y avalado por los catalanes en un referéndum, dejando claro que la declaración del preámbulo carecía de validez jurídica alguna, en lo que muchos analistas califican como el punto de inflexión que dio pie a la deriva del proceso independentista en años posteriores.
Más de una década después, pese las miles idas y venidas de la política catalana, las imágenes se repiten y la crisis territorial sigue siendo la mejor herramienta de la derecha para sacar músculo en la calle, sobre todo lejos de Cataluña. (Sputnik)