En medio de la escalada de provocaciones a Rusia de la OTAN y los EE. UU., coalición que busca sistemáticamente la guerra, las recientes declaraciones del jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, culpando directamente a los Estados Unidos de haber participado en el atentado contra los Nord Stream agudizan la tensión entre Rusia y los EE. UU. y sus aliados, acrecentando la posibilidad de una guerra directa entre potencias, pues en la práctica estamos ante un casus belli, que evidenciaría que a Rusia, que ha actuado con mesura ante las interminables provocaciones, se le está agotando la paciencia.
La subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos estadounidense, Victoria Nuland, al celebrar el atentado contra los gasoductos Nord Stream, confirmó la participación directa de Estados Unidos en lo ocurrido, declaró este jueves el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
“Y no se trata solo de la participación directa de EE. UU. en las explosiones contra los Nord Stream. Nuland en realidad reconoció su culpa”, dijo Lavrov en una entrevista con el canal Rossiya 24 y la agencia de noticias RIA Novosti.
El pasado 26 de septiembre, la empresa Nord Stream 2 AG, operadora del gasoducto homónimo ruso, informó de una fuga de gas provocada por causas desconocidas en una de las dos tuberías de la infraestructura cerca de la isla danesa de Bornholm.
Más tarde trascendió que las dos líneas del gasoducto paralelo Nord Stream 1 también habían sido dañadas.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó las explosiones de ataques terroristas y el 30 de septiembre desveló la posesión de evidencias que apuntaban a la implicación de determinados países occidentales.
El pasado marzo, Nuland afirmó que el gasoducto Nord Stream 2 “está muerto” y “es un pedazo de metal en el fondo del mar”, así como rechazó “que vaya a revivir”.
Con información de Sputnik
