Morsi lidera la búsqueda de una salida política regional al conflicto tras el fracaso de la ONU y la Liga Árabe.

La diplomacia egipcia está trabajando activamente para crear un grupo de contacto que busque soluciones a la crisis siria y en el que estén incluidas por primera vez las cuatro mayores potencias de Oriente Medio: Turquía, Arabia Saudita, Egipto e Irán. La propuesta de El Cairo llega en un momento en el que, tras el fracaso de los planes de la ONU y la Liga Árabe, la vía para una salida política al conflicto parece obstruida.

Por Adrián Salbuci

Entre el 26 y el 31 de agosto se realiza la Cumbre de Países No Alineados en Teherán, República Islámica de Irán, que muchos consideran tendrá especial trascendencia ante los estragos ocasionados por la “primavera árabe” —verdaderas guerras civiles ingenierizadas por las potencias occidentales— en todo el mundo islámico.

El ayatolá Alí Hoseiní Jamenei y el presidente Mahmoud Ahmadineyad darán la bienvenida a más cuarenta jefes de Estado y altos funcionarios nacionales e internacionales, que incluyen al presidente Mohamed Morsi de Egipto (nación que entregará la presidencia rotativa a Irán), al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon (ferozmente criticado por EE. UU. por su decisión de concurrir), y a los presidentes de India, Monmahar Singh, y de Pakistán, Asif Ali Zardari, quienes aprovecharán la Cumbre para reunirse en forma bilateral para tratar de resolver de forma pacífica las tensiones existentes entre ambas potencias nucleares.