Los especialistas recomiendan consumir pescado a los adultos mayores de 2 a 3 veces por semana, preferentemente cocinado al vapor y acompañado de vegetales frescos, informó el Colegio de Nutricionistas del Perú.

En la revista Nutriéndonos, el Decano del Colegio de Nutricionistas del Perú, Lic. Oscar Roy Miranda, resaltó que el pescado es fundamental en la alimentación del adulto mayor por su alto contenido de grasas saludables que favorece al adecuado funcionamiento cerebral previniendo o retrasando enfermedades como la demencia senil y el Alzheimer.

En esta etapa se deben de consumir menos calorías, ya que si se mantiene la misma ingesta que la edad adulta se corre el riesgo de presentar obesidad o agravarla, comentó.

Por otro lado explicó que en la tercera edad las necesidades de los diferentes nutrientes (proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas  y agua) no se diferencian mucho de las calculadas para los adultos más jóvenes.

Las necesidades de energía en las personas mayores son menores que en los más jóvenes; como media un 10% menos cada década a partir de los 60 años, debido a la disminución de la masa celular y de la actividad física, puntualizó.

Cuidado con los excesos

El Colegio de Nutricionistas del Perú brinda las siguientes recomendaciones a los adultos mayores, especialmente para evitar los excesos en la alimentación:

-       Incluir en la dieta el consumo diario de distintos tipos de cereales, ya que el aporte de fibra ayudará al buen funcionamiento intestinal, con lo que se reduce el riesgo de enfermedades crónicas como las del corazón y la diabetes tipo 2.

-       La tercera edad no significa limitarse, sólo es necesario calcular la cantidad correcta y espaciar los días de consumo de algunos alimentos como por ejemplo los embutidos y harinas.

-       Cuide la sazón de la comida, no excederse con el consumo de sal. Podemos darle sabor a los alimentos utilizando especias como el tomillo, el romero o laurel. Se deberán limitar las frituras (mejor vapor, horno, hervido o a la plancha).

-       Beber suficiente agua, es imprescindible para prevenir la deshidratación.

-       Moderar el consumo de café, no abusar de los licores y refrescos con mucha azúcar.

-       Disminuir el consumo de productos refinados, como azúcares o harinas blancas.

-       Disminuir radicalmente los embutidos, sustituirlos por quesos, jamón o similares, bajos en sal.

-       Limitar el consumo de sal y condimentar los alimentos con hierbas aromáticas.