La inflamación de los ganglios linfáticos en la zona axilar es uno de los efectos secundarios que se vienen observando después de la vacunación contra el COVID-19 en todo el mundo, signo que puede confundirse con un cáncer de mama avanzado o de los ganglios en si, enfermedad conocida como "linfoma".
De acuerdo a la evidencia presentada en diversos centros de investigación, estos ganglios axilares se detectan mediante el examen clínico o con la mamografía y/o ecografía.
Al respecto, el Dr. Mauricio León Rivera, director de la Liga Contra el Cáncer, director médico del Centro Detector del Cáncer y Jefe de la Unidad de Mastología de la Clínica Ricardo Palma, explicó que en caso la persona se haya vacunado recientemente es importante estar atento a cualquier signo de alarma que considere la evaluación de un especialista, a sabida cuenta que la inmensa mayoría de estos ganglios axilares son de naturaleza "benigna" y es causa muy frecuente de consulta hoy en día.
Conocer el historial de vacunas es fundamental
Un reciente estudio en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca en Murcia, España, que realizó el seguimiento ecográfico a un grupo de pacientes que presentaron adenopatías axilares tras la vacunación Covid-19.
En las conclusiones se recomendó que los radiólogos deben conocer el aspecto ecográfico de las adenopatías post vacuna COVID-19, como la "morfología ovalada, engrosamiento cortical >3 mm focal o difuso y/o pérdida del hilio graso central" y estar alerta de su potencial aparición de manera "incidental".
Asimismo, menciona que el seguimiento ecográfico y la toma de muestras de estas adenopatías (biopsia) no es necesario en la gran mayoría, pero sí preciso de algunas consideraciones específicas en pacientes con antecedentes de cáncer mamario.
Además, identificar este aspecto es fundamental para evitar sobrediagnósticos, biopsias innecesarias y/o ansiedad de las pacientes con adenopatías post vacunación COVID.
Finalmente, el Dr. León dijo que los especialistas ahora tenemos que preguntar el historial de vacunación contra el COVID-19 y documentarlo en la historia clínica para ayudar al radiólogo con la interpretación de las imágenes.