Los consumidores de marihuana o cannabis, incluso canabidiol, o aquellos que piensan consumir, deben pensar antes de hacerlo y no prestar oídos a esas ONG que tienen gente a la que pagan para decir que “no pasa nada” al fumar marihuana, “que muchos lo hacen”. Incluso políticos como los del Partido Morado promueven su consumo, sin embargo, la ciencia dice que esta hierba es dañina incluso fumando una vez.
Un nuevo estudio realizado por el GenOmics and Translational Research Center y publicado en Nature, indica que la metilación del ADN puede servir como mediador para vincular las exposiciones ambientales con los resultados de salud.
Se realizó un estudio de asociación de todo el epigenoma (EWAS) sobre la metilación del ADN en sangre periférica y el consumo de cannabis a lo largo de la vida (alguna vez versus nunca) en un metanálisis que incluyó a 9436 participantes (7795 de ascendencia europea y 1641 de ascendencia africana) de siete cohortes.
Teniendo en cuenta los efectos del tabaquismo, el metanálisis EWAS transancestral reveló cuatro sitios CpG significativamente asociados con el consumo de cannabis a lo largo de la vida con una tasa de descubrimiento falso de 0,05: cg22572071 cerca del gen ADGRF1, cg15280358 en ADAM12, cg00813162 en ACTN1 y cg01101459 cerca de LINC01132.
| Los patrones alterados de metilación del ADN se han asociado con varias enfermedades y afecciones, incluido el cáncer, trastornos del desarrollo y afecciones neurológicas. Factores como el envejecimiento, la exposición ambiental y ciertos medicamentos pueden influir en los patrones de metilación del ADN, lo que podría afectar la regulación genética y las funciones celulares. |
Además, el análisis EWAS en participantes que nunca fumaron cigarrillos identificó otro sitio CpG significativo en todo el epigenoma, cg14237301 anotado en APOBR.
Se dejó un enfoque de dejar uno fuera para evaluar las puntuaciones de metilación construidas como una suma ponderada de los CpG significativos.
El mejor modelo puede explicar el 3,79% de la variación en el consumo de cannabis a lo largo de la vida. Estos hallazgos revelan los cambios en la metilación del ADN asociados con el consumo de cannabis a lo largo de la vida, que son independientes del tabaquismo y pueden servir como punto de partida para futuras investigaciones sobre los mecanismos a través de los cuales la exposición al cannabis afecta los resultados de salud.
Metilación del ADN
La metilación del ADN es un mecanismo epigenético fundamental que regula la expresión genética sin alterar la secuencia del ADN subyacente.
Los patrones de metilación pueden ser hereditarios y cambiar con el tiempo en respuesta a diversos factores ambientales, incluida la dieta, el estilo de vida y la exposición a sustancias.
Los patrones alterados de metilación del ADN se han asociado con varias enfermedades y afecciones, incluido el cáncer, trastornos del desarrollo y afecciones neurológicas. Factores como el envejecimiento, la exposición ambiental y ciertos medicamentos pueden influir en los patrones de metilación del ADN, lo que podría afectar la regulación genética y las funciones celulares.
La investigación sobre la metilación del ADN continúa descubriendo su papel en diversos procesos biológicos y enfermedades, ofreciendo información sobre posibles intervenciones terapéuticas y estrategias de diagnóstico.
Los autores de un estudio anterior, Gary Hulse y Albert Stuart Reece de la Facultad de Psiquiatría y Ciencias Clínicas de la Universidad de Australia Occidental, citados por The Epoch Times, señalan la conexión entre el uso de cannabis y los riesgos para la salud y para generaciones futuras.
A los científicos les preocupa que incluso cuando el consumidor no desarrolla una enfermedad debido a mutaciones genéticas asociadas con el consumo de cannabis, pueda transmitir la mutación a sus hijos y nietos.
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“Incluso si una madre nunca ha consumido cannabis en su vida, las mutaciones transmitidas por el esperma de un padre pueden causar enfermedades graves y mortales en sus hijos”, dijo Reece en un comunicado de prensa de la Universidad de Australia Occidental el 24 de mayo de 2016. |
“Incluso si una madre nunca ha consumido cannabis en su vida, las mutaciones transmitidas por el esperma de un padre pueden causar enfermedades graves y mortales en sus hijos”, dijo Reece en un comunicado de prensa de la Universidad de Australia Occidental el 24 de mayo de 2016.
“Es posible que los padres no se den cuenta de que son portadores de estas mutaciones, que pueden permanecer latentes y afectar sólo a generaciones futuras, lo cual es el aspecto más alarmante”.
Las sustancias químicas del cannabis pueden alterar el ADN de un consumidor y esto puede ralentizar el crecimiento de las células. Para un feto en crecimiento, esto podría conducir a extremidades u órganos subdesarrollados o incluso cáncer, teorizan los investigadores.
“Los peores tipos de cáncer se producen en los primeros años de vida de niños expuestos en el útero a los efectos del cannabis”, explicó Reece en el comunicado de prensa.
El cannabis es una planta que se ha utilizado para diversos fines durante siglos. Contiene cientos de compuestos químicos, siendo los dos más conocidos el THC y el cannabidiol (CBD).
Estos compuestos se conocen como cannabinoides e interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo, afectando diversas funciones como el estado de ánimo, el apetito, la sensación de dolor y la memoria.
| Las sustancias químicas del cannabis pueden alterar el ADN de un consumidor y esto puede ralentizar el crecimiento de las células. Para un feto en crecimiento, esto podría conducir a extremidades u órganos subdesarrollados o incluso cáncer, teorizan los investigadores. |
El cannabis suele consumirse con fines recreativos o medicinales. Se puede fumar, vaporizar, preparar como té o ingerirse en formas comestibles como galletas o dulces.
Los efectos del cannabis varían según la cepa, el método de consumo y la tolerancia individual. Algunos experimentan relajación, percepción alterada y aumento del apetito, mientras que otros pueden sentirse ansiosos o paranoicos.
Además, el cannabis se ha utilizado en tratamientos médicos para aliviar el dolor, controlar las náuseas, reducir las convulsiones y aliviar los síntomas de determinadas afecciones médicas.
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