La congresista humalista Cenaida Uribe cayó más bajo todavía de lo que la había dejado el escándalo por el caso Punto Visual y recurrió a publicar mensajes personales de celular entre su colega Cecilia Tait y una trabajadora del Congreso.
En los mensajes Tait solicita a la trabajadora averiguar más sobre paneles en colegios. Con ello Tait simplemente cumple con uno de los mandatos del cargo al que fue elegida, que es el de fiscalizar. Pese a ello, Uribe llega al extremo de publicar dichas comunicaciones presentándolas como una inconducta de Tait.
Como se sabe, Uribe fue blindada por la mayoría oficialista y sus aliados en la Comisión de Ética, pues iba a ser sancionada con 120 días de suspensión, hecho que motivó otro escándalo seguido por la renuncia del presidente de dicho grupo parlamentario y otros legisladores más, pues había evidencias de la falta ética de Uribe para favorecer a la empresa de su presunto novio en la renovación de contratos para Punto Visual con colegios limeños y presionar al exdirector del colegio Alfonso Ugarte Lizandro Quispe, amenazándolo con despedirlo, hecho que coincidentemente se produjo tras la negativa del entonces director a renovar el contrato, pues buscaba mejores postores.
Bastante alterada y grotesca, Uribe pidió a Tait “dedicarse a trabajar” y no meterse en su vida. “Que se dedique a trabajar y me deje tranquila, debe estar enamorada. Le pido que deje de hablar de mí y que me deje trabajar. Está pendiente de mi vida”, dijo a Canal N.
“¿Cómo no hacía esa pataleta en el caso de Carmen Omonte?”, también preguntó Uribe refiriéndose a la acusación contra la ministra de la Mujer en el caso de sus acciones en la empresa Cemento Amazónico SAC, archivado por la misma comisión.
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