Expresidente fue citado por la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lambayeque. Deberá venir para la citación del 18 de julio.
El expresidente de la Comisión Lava Jato, Juan Pari, dijo al diario UNO que Alan García tiene mucho que explicar sobre las irregularidades en las obras del Proyecto Olmos, al comentar que el expresidente ha sido citado en calidad de testigo para el 18 por la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lambayeque que ve el caso.
“Si bien es cierto que Olmos aparece como un proyecto regional se trata de un megaproyecto en el que participa el gobierno nacional. Hay que tener en cuenta que en este caso hay varios momentos. El tema Trasvase es un primer momento en que desaparecen más 70 millones de dólares de un préstamo que se hizo de la CAF, aquí el expresidente tiene que explicar cómo se hace este préstamo y cómo irresponsablemente el país pierde este monto”, declaró.
“El otro punto es la fase de la irrigación. El señor García trató de negar que había participado cuando era presidente en este proyecto y esto no es tan cierto. El hecho de que había intervenido el Ministerio de Economía en cuanto al endeudamiento para este proyecto ya es un elemento que el Ejecutivo en tiempos de García ha participado”.
“También está el tema de tierras. Aquí terminan siendo beneficiarias dos empresas. Una de ellas es el grupo Gloria. No puede ser que un proyecto financiado por los peruanos al final favorezca a una empresa, digo dos empresas. Para que Odebrecht compre terrenos en la zona ha tenido el permiso de las altas esferas del poder”, indicó.
Presupuesto inflado
El exparlamentario Pari dijo que el expresidente debe ayudar a resolver el tema a fin de transparentarlo porque, sostuvo, los ciudadanos están esperando que se haga justicia.
El proyecto hídrico de Olmos tuvo un presupuesto inicial de 185 millones de dólares y terminó costándole al Estado peruano 580 millones. Estas irregularidades hacen que el expresidente García sea citado para declarar ante la Fiscalía.
El próximo martes 18 de julio García deberá acudir al despacho de la fiscal Ana Zegarra Azula, quien inició diligencias preliminares para identificar a supuestos responsables de los presuntos actos de corrupción en el mencionado megaproyecto hidroenergético en distintos gobiernos, incluyendo el de García.
Se lava las manos
“A otros habrán comprado, a mí no”, fue la respuesta de García cuando le preguntaron acerca de un informe periodístico del semanario Hildebrandt en sus trece en el que da cuenta de las iníciales “AG” aparecidas en la agenda del empresario brasileño Marcelo Odebrecht, creador del imperio de la construcción.
En todo momento el exmandatario negó sus vínculos con la trama de corrupción de Odebrecht y aseguró que las iniciales “AG” aluden a “Andrade Gutiérrez”, empresa brasileña que buscó permanentemente participar en Olmos.
Como si la “AG” no fuera suficiente, la Policía Federal del Estado brasileño de Paraná incautó un documento en el celular del dueño de la empresa Odebrecht, donde también están anotados la cifra de un millón y el nombre del “proyecto Olmos”.
Para el expresidente de la Comisión Lava Jato la maniobra de García consistiría en “tratar de confundir” a la población y librarse de las investigaciones. Para ello, evadiría responsabilidades con la excusa, por ejemplo, que el proyecto Trasvase Olmos se concretó en el 2004, durante el gobierno de Alejandro Toledo y no en el suyo.
Pero la participación aprista en Olmos resulta evidente; el 11 de junio del 2010, durante el segundo gobierno de García, se firmó el contrato de concesión del Proyecto de Irrigación Olmos, entre H2Olmos, del grupo Odebrecht y el Estado peruano; razón suficiente para que el exmandatario esté obligado a responder debido a sus estrechas relaciones con Odebrecht.
Jugando con la esperanza
Conocido como “el anhelo lambayecano” desde el gobierno de Augusto B. Leguía, la demanda de concreción del proyecto Olmos solía movilizar a toda la región norteña. Desde la edad escolar, todo lambayecano aprendió de memoria que el proyecto se dividía en tres partes: el trasvase o traslado de las aguas desde el río Huancabamba a través de un extenso túnel trasandino, el uso del recurso para la generación de energía eléctrica y el regadío agrícola a través de un sistema de irrigación.
Si el primer gobierno de García apenas perforó un kilómetro y medio de túnel, la concreción de la primera etapa fue obra del entonces presidente regional de Lambayeque Yehude Simon.
En el 2004 llegó al gobierno regional de Lambayeque la iniciativa de la empresa Odebrecht, quien con un costo de 112 millones de dólares, construiría 20 kilómetros de túnel, atravesando los andes y conduciendo las aguas del río Huancabamba hacia las pampas de Olmos. La aprobación del presupuesto fue obra del entonces presidente Alejandro Toledo.
En solitario y sin mayor competencia Odebrecht ganó la licitación pública internacional y el contrato fue firmado en Palacio de Gobierno entre el Gobierno Regional de Lambayeque y la Concesionaria Trasvase Olmos S.A., que no era otra cosa que la constructora Norberto Odebrecht.
El acuerdo estipulaba que Lambayeque le concesionaba por 20 años la construcción y posterior explotación del agua trasladada por el túnel. Pero Odebrecht aumentó su presupuesto inicial de 112 millones a 185 millones de dólares. De ese monto, el Estado aportó 77 millones de dólares no reembolsables y los otros 108 millones provendrían de créditos y bonos de Odebrecht pero avalados por el Estado peruano.
En todo momento, Odebrecht se favorecería del desembolso del Estado peruano; de los 20 años de concesión, cuatro son de construcción y 16 de operación y mantenimiento de la obra. Lo que el Estado debe pagar anualmente al concesionario es casi 28 millones de dólares obtenidos de la venta del agua en la parte baja del proyecto.
Ese monto, multiplicado por los 16 años que restan de concesión genera 448 millones de dólares a favor de Odebrecht, o de quien le compre el proyecto. Ello, sin contar con los 77 millones que el Estado aportó inicialmente y que debe devolver con intereses a la Corporación Andina de Fomento. En concreto, el trasvase le costará al Estado no menos de 525 millones.
En diciembre del 2011 se dio por culminada la perforación del túnel de trasvase, asistiendo al acto el entonces presidente Ollanta Humala y el mandamás de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata.
Para entonces, ya estaba en marcha la construcción de una presa de embalse y tres canales conductores del agua proveniente del túnel de trasvase para el riego de 38 mil hectáreas. La obra fue adjudicada nuevamente a Odebrecht.
El contrato se firmó en Palacio de Gobierno con Alan García en el 2010 por 222 millones de dólares y los trabajos se entregaron en noviembre del 2014. La obra terminó costando 580 millones de dólares, más del doble de lo pactado, que se pagaría con la venta de 38 mil hectáreas de tierras comunales y del Estado.
El grupo Gloria adquirió 15,600 hectáreas, y posteriormente la propia Odebrecht se hizo de 11 mil hectáreas. Lambayeque y Proinversión tuvieron que modificar las reglas iniciales, que prohibían que el concesionario comprara las tierras bajo su influencia. Con ello, solo Gloria y Odebrecht controlaban el 70% de las tierras del proyecto y se aseguraban un rentable negocio agroexportador con técnica avanzada. Los pequeños y medianos agricultores no pudieron competir.
Cerrando filas
Como se esperaba, el aprismo cierra filas en torno a la de defensa de García -o de “A.G” para efectos-. Su Célula Parlamentaria niega tajantemente cualquier vinculación del exmandatario con Odebrecht. Haciendo memoria, el 11 de junio del 2010, durante el segundo gobierno de García, H2Olmos, concesionario de Odebrecht, se adjudicó el contrato de concesión para el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento del proyecto de irrigación Olmos.
Luego que se conociera la realización de cuatro reuniones en Lambayeque entre Javier Velásquez Quesquén y Jorge Barata por el proyecto Olmos, el congresista aprista niega haber favorecido a Odebrecht mientras fue titular de la Presidencia del Consejo de Ministros. “Los primeros ministros tenemos la obligación de recibir a personas, instituciones y normalmente los primeros ministros no ejecutamos ni adjudicamos obras”, dijo para su defensa.
Toledo, Humala y Simon, también en la mira.
Además del expresidente Alan García, el exmandatario Ollanta Humala, el exgobernador regional de Lambayeque, Yehude Simon Munaro, y el ex primer ministro René Cornejo Díaz, también declararán en la Fiscalía Anticorrupción por la investigación que se ha iniciado sobre las presuntas irregularidades en la ejecución del Proyecto Olmos.
Simon acudirá el lunes 17 de julio, el 18, le toca a García y el 19 a Humala. Cornejo sería interrogado el miércoles 26 de julio.
Diario Uno, 24.06.2017