Perú plantea dar carácter vinculante a acuerdos para fortalecer a la Unasur
El jefe del Estado, Alan García Pérez, planteó hoy que los acuerdos adoptados por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tengan carácter vinculante para reforzar su institucionalización y acabar con la falta de respeto entre los países miembros.
“Si la Unasur continúa siendo una reunión amical, que busca opiniones consensuales, por cierto gaseosas, porque no significan vinculantes, entonces, no va a avanzar este proceso y no podemos dejar a quienes nos sucedan algo más construido”, manifestó.
Durante su alocución en la Reunión Extraordinaria de la Unasur en Bariloche, dijo que ningún proceso de integración en el mundo logró avances si no tiene progresivamente una acumulación del carácter vinculante de sus decisiones.
Subrayó que esas vinculaciones se deben hacer, ciertamente, respetando la soberanía, los principios de la no intervención, la solución pacífica de controversias, y la afirmación de la confianza mutua entre todos los países miembros.
García sostuvo que el encuentro presidencial presenta dos paradojas: una primera es que antes del establecimiento de la Unasur, la relación entre sus miembros se caracterizaba por ser más armónica.
“Resulta que ahora hay más conflictos, más desavenencias, más adjetivos y más enfrentamientos entre nuestros países que cuando no existía Unasur. Expliquen qué extraña coincidencia es esa”, cuestionó.
En tal sentido, mencionó que pese a la institucionalización de Unasur, la región tiene “una imagen deteriorada” en el exterior por la falta de respeto entre las naciones que integran el bloque.
Añadió que los países están perdiendo lo que pudieron construir: un mayor respeto internacional en torno a la unidad de América del Sur.
Como segunda paradoja, nombró la serie de acuerdos que toman los integrantes de la Unasur, y que finalmente no se concretan ni son cumplidas.
“Hacemos, como vulgarmente se dice, lo que nos da la gana después porque no hay un consenso vinculante, hay simplemente un consenso amical. Ni siquiera hay el derecho de no estar de acuerdo.
Por ello, consideró que este proceso de integración suramericano carece hasta el momento de algo que “es sustantivo”.
“Cuando se inicia un proceso de integración, uno está dispuesto a conceder y a renunciar porque integrar significa construir una soberanía superior, y si se construye una soberanía superior, hay que ir entregando, con el mandato de los pueblos, porcentajes de soberanía, de decisiones, para situarlas en un nivel mayor”, indicó.
Además, el mandatario peruano opinó que en ese proceso falta “un principio básico y central”, que es el de respeto profundo entre las naciones de la región.
“Nadie tiene aquí el monopolio del nacionalismo (…) ni nadie tiene el monopolio de la eficiencia y modernidad económica y social, sino que todos somos componentes diversos”, anotó. (Con información de Andina)
Subrayó que esas vinculaciones se deben hacer, ciertamente, respetando la soberanía, los principios de la no intervención, la solución pacífica de controversias, y la afirmación de la confianza mutua entre todos los países miembros.
García sostuvo que el encuentro presidencial presenta dos paradojas: una primera es que antes del establecimiento de la Unasur, la relación entre sus miembros se caracterizaba por ser más armónica.
“Resulta que ahora hay más conflictos, más desavenencias, más adjetivos y más enfrentamientos entre nuestros países que cuando no existía Unasur. Expliquen qué extraña coincidencia es esa”, cuestionó.
En tal sentido, mencionó que pese a la institucionalización de Unasur, la región tiene “una imagen deteriorada” en el exterior por la falta de respeto entre las naciones que integran el bloque.
Añadió que los países están perdiendo lo que pudieron construir: un mayor respeto internacional en torno a la unidad de América del Sur.
Como segunda paradoja, nombró la serie de acuerdos que toman los integrantes de la Unasur, y que finalmente no se concretan ni son cumplidas.
“Hacemos, como vulgarmente se dice, lo que nos da la gana después porque no hay un consenso vinculante, hay simplemente un consenso amical. Ni siquiera hay el derecho de no estar de acuerdo.
Por ello, consideró que este proceso de integración suramericano carece hasta el momento de algo que “es sustantivo”.
“Cuando se inicia un proceso de integración, uno está dispuesto a conceder y a renunciar porque integrar significa construir una soberanía superior, y si se construye una soberanía superior, hay que ir entregando, con el mandato de los pueblos, porcentajes de soberanía, de decisiones, para situarlas en un nivel mayor”, indicó.
Además, el mandatario peruano opinó que en ese proceso falta “un principio básico y central”, que es el de respeto profundo entre las naciones de la región.
“Nadie tiene aquí el monopolio del nacionalismo (…) ni nadie tiene el monopolio de la eficiencia y modernidad económica y social, sino que todos somos componentes diversos”, anotó. (Con información de Andina)