Al promover la bicameralidad, diversos legisladores reiteraron desde antes de 2018 (cuando por referendo la ciudadanía dijo NO a la bicameralidad con reelección de congresistas) y hasta hace unos días, que la aprobación de dicha ley no implicaría mayor gasto, sin embargo, todo es una gran mentira pues la propuesta implica otorgar a ambas cámaras 0.6 del presupuesto público, lo cual, como mínimo sería un incremento de 44% frente a los 928 millones de soles aprobados para 2023.
El intento de hace una semana de aprobar la bicameralidad, con voracidad enloquecida evidenciada en la vulgaridad de la parlamentaria María del Carmen Alva, quien apretó el cuello de una colega buscando torcer su voluntad para conseguir un voto decisivo, significaría actualmente un presupuesto de al menos S/1.288.740.000.
El pleno del último jueves 8 de junio fue además realizado sin el debido dictamen previo, que muestra la avidez de este Congreso, que tiene una aprobación de sólo el 6% del Perú, de ocupar una curul de crearse la cámara de senadores y otra de diputados con reelección congresal, modificando otros 50 artículos de la Constitución.
Una de las modificaciones que buscaron aprobar es establecer como requisito para ser senador el haber sido congresista, es decir, de ahí el desenfreno para buscar una curul. Lo normal sería que ser congresista no sea un requisito, sino tener otro tipo de experiencia y conocimientos demostrables, porque poner de senador a uno de estos congresistas actuales podría ser garantía de corrupción.
Presupuesto de 2023 suma más de 214.000 millones de soles, y el de 2024 sería mayor, por lo cual el incremento de presupuesto para los legisladores, de aprobarse la bicameralidad, sería mayor que 44%, sin contar que en su afán por insistir convoquen a referendo, lo cual serían muchos millones más de gasto.
Recordemos que el Congreso de inútiles o corruptos silenciosamente aumentó sueldos en 15% y el número de plazas, que pasó a ser de 700 personas más, parte de ellos sin un trabajo que al Perú le convenga, sólo a los congresistas que mutilan los sueldos de su personal para obtener ganancia ilícita adicional:
Congreso infló planilla de parásitos: aumentó sueldos en 15% y número de puestos creció en 700