Herbert Mujica Rojas
Desde el lunes 13 de los corrientes, la Dirección General de Aviación Civil, DGAC, está bajo auditoría internacional a cargo de la Administración Federal de Aviación, FAA, de Estados Unidos.
Se habría detectado que una compañía aérea de transporte de carga, autorizada por Donald Castillo, Director General de la DGAC-Perú, para operar en el extranjero con matrícula peruana, incurrió en graves infracciones en distintos países, entre ellos Estados Unidos.
La razón de fondo para los norteamericanos es que está claro que la DGAC no está ejerciendo adecuadamente el rol de fiscalización en el cumplimiento de las normativas y las consecuencias de la ineficiencia han sido las gravísimas infracciones.
La FAA es la responsable de determinar si un país cumple o no con los requisitos necesarios para supervisar a las compañías aéreas del país, de conformidad con las normas mínimas OACI (Organización Civil de Aviación Internacional).
Es imposible no tomar en cuenta el riesgo que si las fallas o incumplimientos que observe la auditoría internacional, son muy críticas, se podría llegar a la suspensión de estar clasificados en Categoría 1 que hasta el momento ostenta el Perú, a Categoría 2.
¿Qué es tener la Categoría 1 FAA? Significa que la autoridad de un país cumple con las normas de OACI, y para ello los inspectores de FAA han evaluado a dicha autoridad de aviación civil y se concluye que autoriza y supervisa a sus aerolíneas y demás transportistas aéreos.
La conformidad con las normas de seguridad operacional OACI, permite el otorgamiento de frecuencias de ingreso desde el Perú a los diferentes aeropuertos de EE. UU. sin ninguna restricción.
¿Qué significa que la FAA determine Categoría 2? Ni más, ni menos que la DGAC correspondiente NO cumple con las normas de OACI referidas a supervisión de seguridad operacional así como la detección de carencias en conocimientos técnicos y personal calificado, hasta en mantenimiento de registros, inspecciones y resolución de “preocupaciones de seguridad”.
Degradar hacia Categoría 2, comportará restricciones de operación y de frecuencias de líneas aéreas de transporte de pasajeros y carga autorizadas por nuestra DGAC. Esto pasa de castaño a oscuro.
No olvidemos que, en menos de un año, se ha informado sobre accidentes de aeronaves. Los aviones no se caen por sí solos o porque los pilotos desean una tragedia, colapsan porque el sistema de vigilancia de la seguridad operacional no está funcionando y esa es absoluta responsabilidad de la DGAC.
Es hora de un cambio radical en la DGAC.
La Contraloría General de la República, en su Informe de Auditoría N° 21972-2023-CG/APP-AC del 22-9-2023 encontró presunta responsabilidad administrativa al señor Donald Hildebrando Iván Castillo Gallegos, Director General de Aeronáutica, por un perjuicio económico de más de US$ 1’130,000 dólares por el incumplimiento del Contrato de Concesión del Aeropuerto Internacional Inca Manco Cápac de Juliaca (Puno).
Según la literatura oficial la DGAC tiene amplias facultades para supervisar e inspeccionar todas las actividades aeronáuticas civiles, sean estas realizadas por personas naturales o personas jurídicas, así como tomar todas las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de las operaciones aéreas.
Que la FAA norteamericana esté en Perú porque una aeronave mal supervisada por la DGAC haya sido detectada con esas falencias en suelo estadounidense y otros países, representa no sólo una vergüenza sino también un grave riesgo.
Es de recordar que la DGAC y su par chilena, suscribieron el 2011, gobierno de Alan García, un Memorándum de Entendimiento desventajoso para Perú que otorgó segmentos de quinta libertad a las aeronaves del sur, sin absoluta reciprocidad para nuestro país.
La opinión pública carece del conocimiento de, ¿en qué quedó semejante inequidad? que no puede un Memorándum (nota de infinita menor jerarquía), reemplazar a un convenio o tratado entre las cancillerías de Perú y Chile.
Fácil inferir que los problemas e ineficiencias en la DGAC y su director Donald Castillo no son de poca monta.
En momentos que Perú requiere el ingreso masivo de turistas, hombres y mujeres de negocios, arribar a un lamentable recorte de frecuencias y autorizaciones hacia Estados Unidos puede representar un ruidoso traspiés.
Si, tal como se ha dicho líneas antes, también hay perjuicio con el contrato del Aeropuerto de Juliaca, es más que necesario, justo y urgente la remoción inmediata de Donald Castillo y la inmediata auditoría respecto de ese funcionario.
15.11.2023
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