Fuente: Altavoz
Diario Altavoz conversó con Rocío Figueroa, la primera Superiora General de la Fraternidad Mariana del Sodalicio, sobre los abusos descubiertos en las últimas semanas.
Aprendí quién era Rocío Figueroa casi al final del libro “Mitad monjes, mitad soldados”, del periodista y ex sodálite Pedro Salinas. Rocío fue una de las mujeres pioneras de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, la congregación femenina vertiente del Sodalicio de Vida Cristiana. Además, fue la primera Superiora General de la Fraternidad. El Sodalicio fue fundado por Luis Fernando Figari, quien ahora se encuentra en el centro de la mirada pública por acusaciones y denuncias por abuso sexual.
Basta con leer el testimonio de Rocío en el libro para imaginarla. Una chica de 16 años decidida, agradable, con muchas ideas y ganas de ayudar a los más desafortunados. Pero lo más importante: con una autonomía y pensamiento crítico imposible de formatear. Según relata Salinas en el libro, Rocío fue no sólo víctima de abusos por parte de Germán Doig –la mano derecha de Figari–, sino que fue la responsable del destape de la doble vida que llevaba Doig.
Pero el escándalo de estos días no remite a Doig, ese caso está “resuelto”. El tema hoy es con Luis Fernando Figari y con la dudosa estructura patriarcal y manipuladora del Sodalicio. 30 años después, Rocío –ya no fraterna, aún católica y felizmente casada– conversó con Diario Altavoz y nos cuenta su historia. Rocío opina que Figari es un misógino y un machista, que consideraba a las mujeres inferiores, no inteligentes y parte de una “segunda categoría”. Rocío, además de ser doctora en Teología, es y ha sido siempre muy crítica de la poca participación de la mujer en los puestos de liderazgo, ya sea del Vaticano o del Sodalicio.
I. “Figari es un misógino y machista”
Nicole: Cuando empezaron con la rama femenina del Sodalicio en los años 80, mencionas que Figari no las quiso apoyar. ¿Por qué crees que se dio esta indiferencia?
Rocío: Yo creo que es bien importante profundizar en el tema de la misoginia de Figari y creo que la perspectiva de la mujer es importante. Figari era un misógino terrible y un machista que consideraba a la mujer como una segunda categoría. Ojo que esto fue cuando yo tenía 16-17 años, que no soportaba el machismo y me rebelaba contra Figari. Su machismo se basaba en que, primero: la mujer es inferior al hombre; la mujer es menos inteligente que el hombre. De esta forma, nos creó un complejo de inferioridad en la que nosotras teníamos que aspirar a ser como los sodálites.
N: En un momento creo que les dice que “tienen que ser viriles” porque “como las mujeres no son inteligentes, lo único que les queda es la virilidad”.
R: Totalmente, él decía que teníamos que ser viriles. En los estatutos actuales de la fraternidad –para que no digan que es algo que inventamos– las mujeres no tienen la capacidad de elegir a su propia Superiora General. Es decir, las mujeres eligen a su Superiora General, pero el Superior sodálite tiene que confirmar la elección. Nos creen incapaces de nosotras elegir a nuestra Superiora. Este tema de los estatutos lo pone Figari hace unos 10 años y todas las fraternas se rebelan contra este artículo, tanto que una levanta la mano y dice “me imagino que nosotras también elegiremos al Superior sodálite”, como bromeando. Figari se molesta tanto que las amenaza a todas –para que veas el totalitarismo– diciendo “a la que no le guste ese artículo, se larga de la fraternidad”, y todas mudas. El grado de sometimiento de la voluntad y de la inteligencia era una cosa increíble, y ese artículo todavía sigue en el estatuto. Esto te habla de un sometimiento terrible y de una mentalidad virreinal y hasta medieval en el Sodalicio.
II. “La virginidad era una condición para ser fraterna, pero no para los sodálites”
N: ¿Cómo veías la represión sexual en el Sodalicio, particularmente con las fraternas?
R: Hasta que Figari era el líder de la fraternidad, éste ponía una condición para quien quiera ser fraterna: todas tenían que ser vírgenes. Los hombres no; los sodálites podían haber sido “recorridos” antes [sexualmente], pero la condición necesaria para que una mujer sea fraterna es que haya sido virgen. Esto te habla de que Figari tenía una visión más o menos del Antiguo Testamento; la mujer que tiene sexo es como una pervertida, pero los hombres sí pueden haber tenido sexo y ser sodálites. Una mujer que ha tenido relaciones sexuales es más mujer. Es decir, una mujer madura también en el ámbito sexual, el sexo es parte de la madurez humana y sexual femenina. Poniendo esa regla, tenía un grupo de niñas, no un grupo de mujeres. Por lo tanto, era más fácil dominarlas.
III. Por qué el Sodalicio es una secta
N: ¿Crees que el Sodalicio es una secta?
R: Hay que hacer una distinción importante entre religión y secta. Una cosa es la religión, que es la búsqueda de cada quien de lo divino, y eso es algo válido, cada quien es libre de creer o no creer. ¿Por qué creo que el Sodalicio tiene tantos elementos sectarios?
1. Todo está concentrado en el líder carismático, en este caso Figari. Una religión nunca se centra en el líder carismático, sino que se centra en el Dios y en el amor a él.
2. La astucia de un grupo sectario mezcla ideas verdaderas con ideas falsas. Por ejemplo, la idea verdadera: uno debe cumplir la voluntad de Dios. Correcto, quien es religioso quiere obedecer a Dios en su vida. La idea falsa: la voz del Superior es la voz de Dios. ¿Qué conclusión sacas? Si obedezco al Superior, obedezco a Dios. Entonces, la mezcla de ideas falsas con ideas verdaderas es lo que ha confundido a tanta gente, por lo que uno termina pensando conclusiones absolutamente falsas.
3. No atentan contra tu inteligencia, sino que manipulan tu deseo espiritual. A mí me desvirtuaron el Dios en el cual yo creía, porque para mí la fe tenía dos características: un deseo de Dios, de lo espiritual y una necesidad de ayudar a los demás. Ellos cogían esas búsquedas tan profundas –incluso más profundas que la propia inteligencia– y de esa manera la manipulaban.
4. En una verdadera religión nadie te chantajea, ni te enajena, ni te aliena, sino que te deja libremente optar. En el Sodalicio, si tú te ibas eras un traidor, los Superiores estaban como con la lupa viendo todos tus movimientos. No hay un ejercicio verdadero de la libertad.
Normalmente en la primera fase de una secta, hay toda una dimensión radical. Luego, como la sociedad los critica (por ejemplo, con el tema de alienarlos de sus familias), se moderan. Podríamos decir que el Sodalicio está en su segunda fase de secta; ahora todos los Sodálites ven a sus papás de vez en cuando, porque han moderado, pero de esa manera cubren el pensamiento de fondo, el inicio, el origen. Una secta en su segunda etapa siempre se barniza para ser aceptada socialmente, pero los elementos están ahí, obviamente.
En un grupo sectario no está permitido pensar diferente, y yo pensaba diferente en miles de cosas, siempre fui así.
IV. Proselitismo sodálite: “la religión no es algo que se impone”
N: [Respecto a la manera cómo entran los chicos al Sodalicio] Cuando tú y el resto de las fraternas pioneras fundaron la Fraternidad, se vincularon al Sodalicio por voluntad propia. En cambio, los Sodálites tenían una clase de estrategia proselitista. Ahora, se ha emparejado este método entre los sodálites y las fraternas. ¿Tú crees que puede llegar a ser algo engañoso o que habría que ofrecer algo más de libertad a la hora de “reclutar” a personas?
R: Totalmente. Yo lo dije ya cuando era Superiora en Roma, no estaba de acuerdo con que entren chicas de 18-19 años, yo creía que debía ser como con los jesuitas u otras congregaciones donde terminan su profesión, viven sus experiencias y de ahí se deciden. Creo que la persona tiene que vivir para tomar una decisión madura, y uno a los 18 años no está listo para hacer una decisión de por vida. Necesitas experiencia, necesitas madurar para que tus decisiones no sean llevadas por convenciones sociales y sí por la libertad personal.
Sobre el proselitismo, lo de “yo puedo ver quién tiene vocación” [frase típica de Figari] es algo completamente errado. ¿Quiénes somos nosotros para saber cuál es el futuro de alguien? Esa es una decisión personal; el misterio de tu vida sobre ti misma frente a lo que tú quieres y frente a Dios.
“Yo tengo la verdad y yo tengo que convencer al resto”. Esa es una posición totalmente opuesta a la que Cristo decía. Se trata de pensar qué puedes aprender del otro. Yo no voy a imponerle mi visión o mi fe a nadie; si yo realmente creo en Dios, yo tengo que respetar que esa persona tiene su relación con Dios y su camino, y yo no puedo intervenir en eso, es muy sagrado.
V. ¿El Sodalicio pudo haber hecho algo con las denuncias?
R: El cardenal hizo lo correcto –pasar todo a Roma– pero lo que pasa es que tiene dos deberes adicionales: el deber de ir a las autoridades civiles por la gravedad de los delitos –que no fue– y atender a las víctimas, cosa que tampoco hizo en todos estos años. Es por esto que en Roma el proceso se vuelve bastante lento, y definitivamente si tienes a una persona haciendo lobby todo el proceso se atora.
N: Cipriani debería haber denunciado esto, al igual que Alessandro Moroni –el Superior General del Sodalicio–, pero supuestamente ¿Roma no le permitía intervenir?
R: Efectivamente, los nombres de las tres primeras víctimas que presentaron sus denuncias estaban protegidos por seudónimos. Sin embargo, yo le dije a Fernando (Vidal) que le diga a Sandro que me contacte y yo lo contacto con las víctimas. En ningún momento me buscó Sandro Moroni sabiendo que yo había hecho una investigación sobre Figari y su actitud era más o menos “nadie me llama, yo no investigo”.
N: ¿Algo como “prefiero no saber la verdad para no tener que mentir”?
R: Claro. Y por otro lado, yo tuve una reunión en el 2014 en la que ellos ya habían descubierto otras dos víctimas de Figari aparte de las tres denuncias que yo había llevado.Antes de que Roma interviniese, ellos podrían haberlo hecho, habrían podido denunciarlo o expulsarlo. En los artículos de sus estatutos sale que ellos tienen la potestad de expulsar a un miembro si es que este miembro va en contra de la moral o no se comporta debidamente. Claro, ahorita ya no, porque ahorita Roma ya intervino, pero no tomaron las medidas que debieron haber tomado en su momento.
VI. El papel de la mujer en el Sodalicio
R: Yo no estoy de acuerdo con la manera cómo está organizada la jerarquía de la Iglesia; yo creo que tiene que haber una mayor participación de la mujer en los puestos de liderazgo. Yo fui una de las pocas mujeres al inicio que tuvo un puesto de liderazgo en el Vaticano y casi no hay mujeres líderes, yo creo que eso es un error. Creo que es un error de la Iglesia Católica, y en el caso de Cristo no pasa esto, por ejemplo. Cristo hizo una revolución en la que puso a las mujeres un rol de liderazgo en las primeras comunidades. Yo creo que la poca participación de la mujer es un tema que tiene que cambiar. No creo que es lo esencial del cristianismo y no creo que sea algo bueno para la Iglesia Católica.
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http://www.altavoz.pe/2015/11/10/peru/entrevista-a-rocio-figueroa-e