Especialista del Instituto de Desarrollo Urbano plantea:
Formalización de terrenos debe ser responsabilidad de municipios
Esther Álvarez, especialista en temas de formalización de terrenos, plantea que competencias de titulación retornen a municipios.
Para Esther Álvarez, especialista en temas de formalización de la propiedad, el tema de la corrupción generalizada plantea el repensar las funciones de COFOPRI que debe ser reorganizada inmediatamente, no solo para erradicar los indicios de corrupción que la vienen afectando sino para ponerla al servicio del control del proceso urbano de las ciudades.
“COFOPRI debe dejar de ser un ente operativo. Esta labor la deben reasumir las municipalidades en el caso de la titulación de terrenos urbanos y en el caso de terrenos rurales las entidades competentes que anteriormente estuvieron asumiendo la tarea de titulación de tierras” asegura Álvarez.
El manejo del suelo de la tierra urbana y rural no puede seguir centralizado y concentrado en una institución que manifiesta una serie de actos de corrupción. Asimismo Nicanor Janampa, representante de la Federación de Organizaciones Vecinales de Lima y Callao cuestiona el rol de COFOPRI que en muchos casos se habría parcializado a favor de grandes inmobiliarias, en vez de favorecer a los pobladores quienes ocupan informalmente terrenos en los conos de Lima.
Este sistema tendría su base social en dirigentes de comunidades campesinas localizadas en terrenos de valor potencial en los alrededores de Lima y otras ciudades del país y en organismos del Estado.
“Se adjudica irregularmente, se ocupa informalmente y se genera por un lado enormes problemas al Estado, que deberá sanear estas propiedades. Así también hay buenos negocios para quienes se aprovechan de la necesidad de vivienda de cientos de miles de familias de escasos recursos” refirió la especialista del Instituto de Desarrollo Urbano - CENCA.
Mientras tanto la política de suelo sigue enfocada en regularizar situaciones de hecho y no en planear y gestionar el proceso de expansión urbana y ocupación del territorio. Por un lado el COFOPRI recibe el apoyo del Estado y contó anteriormente con préstamos internacionales, mientras que los programas municipales de acceso al suelo y la vivienda han sido interrumpidos.
El manejo del suelo de la tierra urbana y rural no puede seguir centralizado y concentrado en una institución que manifiesta una serie de actos de corrupción. Asimismo Nicanor Janampa, representante de la Federación de Organizaciones Vecinales de Lima y Callao cuestiona el rol de COFOPRI que en muchos casos se habría parcializado a favor de grandes inmobiliarias, en vez de favorecer a los pobladores quienes ocupan informalmente terrenos en los conos de Lima.
Este sistema tendría su base social en dirigentes de comunidades campesinas localizadas en terrenos de valor potencial en los alrededores de Lima y otras ciudades del país y en organismos del Estado.
“Se adjudica irregularmente, se ocupa informalmente y se genera por un lado enormes problemas al Estado, que deberá sanear estas propiedades. Así también hay buenos negocios para quienes se aprovechan de la necesidad de vivienda de cientos de miles de familias de escasos recursos” refirió la especialista del Instituto de Desarrollo Urbano - CENCA.
Mientras tanto la política de suelo sigue enfocada en regularizar situaciones de hecho y no en planear y gestionar el proceso de expansión urbana y ocupación del territorio. Por un lado el COFOPRI recibe el apoyo del Estado y contó anteriormente con préstamos internacionales, mientras que los programas municipales de acceso al suelo y la vivienda han sido interrumpidos.