Pretenden demoler complejo deportivo por celos políticos
Llircay


El alcalde de Angaraes pretende demoler un moderno complejo deportivo que cuenta con una piscina semiolímpica, canchas de fulbito, servicios higiénicos y camerinos para damas y caballeros y un parque recreativo que fuera construido en la gestión edil de Julián Zorrilla y construir en su lugar un mercado, en su afán  de opacar la gestión del ex burgomaestre lirqueño.


Ante las demandas de un gran sector de la población angareña que se opone a la construcción del mercado central de Lircay en la primera cuadra de la Av. Esmeralda del barrio de Bellavista, el congresista Miro Ruiz invocó al alcalde provincial de Angaraes  Ing. Raúl Anyaipoma a manejar este asunto con criterios eminentemente técnicos, para beneficio de la población.

Esta iniciativa edil ha causado desconcierto e indignación en la  población angareña, quienes consideran que si bien la construcción de un mercado de abastos en Lircay es prioritaria, ésta debe hacerse en un terreno amplio, adecuado y de fácil acceso para toda la población y sobre todo sin afectar ni demoler infraestructuras en uso y de gran utilidad para la juventud de esta provincia.

“Urge un centro de abastos para Lircay, acorde con la modernidad, y en su construcción deben primar criterios eminentemente técnicos que beneficien a la población. Si la decisión del alcalde Anyaipoma es la de  demoler las instalaciones deportivas de Bellavista, no sólo se atentaría contra los intereses de la juventud angareña, sino se podrían transgredir normas legales que conlleven a responsabilidad penal”, dijo Miro Ruiz al ser consultado al respecto.

El parlamentario  recordó que el complejo deportivo, que se pretende demoler para dar paso a la construcción del Mercado Central lirqueño, no tiene calidad de excedente ni se ha determinado su obsolescencia técnica, pues su construcción es reciente, y que, al contrario, el municipio debería promover y mejorar su uso en beneficio de los jóvenes de Angaraes.

Agregó que dicho complejo deportivo costó 450 mil soles aproximadamente y que sería un desatino derruir una obra tan costosa para hacer otra en su lugar y que, de darse el caso, exigirá que la Superintendencia de Bienes Nacionales y la Contraloría General de la República adopten las acciones de ley.