Fenómeno Ciro Castillo: multitud lo acompañó hasta el cementerio
Miles de personas acompañaron hasta su última morada al féretro conteniendo los restos del joven Ciro Castillo-Rojo, desaparecido el 4 de abril en el valle del Colca.
Previamente, miles formaron largas colas en el velatorio de de la Parroquia Divina Eternidad de Pueblo Libre desde ayer hasta el mediodía de hoy, cuando el cortejo partió hacia la Universidad Nacional Agraria de La Molina para un homenaje por parte de cientos de compañeros.
Del campus universitario finalmente el ataúd fue llevado cerca de las cinco de la tarde en el cementerio Mapfre de Huachipa, donde aguardaba una gran multitud.
En Huachipa el padre del fallecido se dirigió a los presentes con sentidas palabras recordando la niñez de su hijo y agradeciendo a todos, desde las personas de los pueblos de Arequipa, Lima, la prensa y a todo el Perú demandando no abrigar odios.
Ante el clamor de la gente, que decía “Ciro”, “Justicia”, y otras palabras, pidió recordar que “estamos en un camposanto” donde todos al final terminaremos, dijo.
Visiblemente adolorida y en llanto, la madre de Ciro junto con toda fu familia depositaron flores durante la inhumación, tras lo cual siguieron decenas de personas para hacer lo mismo. Incluso algunos de sus amigos colocaron polos rojos alusivos a Ciro.
Es la primera vez que para un entierro de una persona que no fue famosa se moviliza tanta gente manifestando sentir el mismo dolor que la familia.
En medio de algunos excesos de ciertos medios, esta historia resulta saludable por destacar la figura paterna de abnegación, que en nuestra sociedad suele ser desplazada por la materna.