Joran van der Sloot admitió haber asesinado a Natalee Holloway en 2005, confesión realizada en la audiencia por el caso de extorsión a los padres de Holloway para revelarles el paradero de su cuerpo.
El homicida se encuentra en los Estados Unidos después de haber sido extraditado de forma temporal, para posteriormente regresar al Perú a cumplir su condena de 28 años en el penal de Challapalca por el asesinato de Stephany Flores, hija del dueño de un casino en Miraflores, perpetrado en 2010, según dijo, en un arranque de ira cuando ella se enteró de su vínculo con el homicidio de Holloway.
En la corte de Alabama, van der Sloot dijo que asesinó solo a Holloway, de 18 años, quien se encontraba de viaje de promoción en Aruba, cuando ella rechazó sus escarceos sexuales. Entonces, en una playa, le destrozó el cráneo con un bloque de concreto y la arrojó al mar. Posteriormente fue a su alojamiento a ver pornografía.
El asesino, natural de los Países Bajos, tiene ahora 36 años. La extorsión a los padres de Holloway fue una estafa, pues le entregaron US$10,000 de pago inicial y cuando el abogado de la familia llegó al lugar acordado, van der Sloot le dijo que los restos se hallaban en la base de concreto de una construcción.
Por el chantaje recibió ayer una condena que deberá cumplir en los Estados Unidos una vez concluida su pena en el Perú a más de 4,000 metros de altura. No son sólo los 28 años por el asesinato de Flores, debe cumplir otra condena en el Perú por un delito relacionado con drogas en la prisión.
En la corte se disculpó ante la familia Holloway y su propia familia y dijo ya no ser la misma persona de hace años porque “abrió su corazón a Jesucristo”.
La madre de Holloway asegura que ha obtenido un cierre tras la confesión de van der Sloot, aunque no podrá encontrar los restos de su hija.
En la corte, el homicida reveló Holloway le pidió regresar al hotel, pero él la empujó para dar una caminata juntos. Después la besó y ella lo rechazó con un rodillazo en la ingle. Él respondió con una patada “extremadamente dura” en el rostro y después le destrozó completamente el cráneo con el trozo de concreto.
Después del asesinato, cargó el cuerpo y caminó hacia el mar hasta que el agua estuvo a la altura de sus rodillas, empujó el cadáver en dirección al mar y regresó al hotel.
Cuando la chaperona del viaje notó la ausencia de Holloway llamó a sus padres y se inició una investigación. Van der Sloot fue arrestado tras unos días y negó su crimen cambiando varias veces de versión y la justicia de Aruba, tras un proceso, no halló suficiente evidencia de que la víctima haya perecido por una muerte violenta.
En marzo de 2010 el asesino contactó a los padres de Holloway y los extorsionó ofreciendo revelar el paradero del cuerpo de Holloway por US$250,000, pero tras un pago inicial de US$10,000 y otro de US$15,000 perpetró el engaño, pues no cumplió con indicar el lugar. Pero en esta operación estaba siendo grabado, acto que sirvió para llevarlo a la justicia.
