A pesar que las encuestas no reemplazan al día de la votación, se podría inferir que sólo un hecho dramático, ni siquiera un error de la candidata sino algo deamático, podría cambiar el curso de la tendencia que da como virtual ganadora a Susana Villarán. Una semana es muy poco tiempo para que una estrategia voltee una tendencia, pero es tiempo suficiente para que un hecho espectacular cambie el curso de los acontecimientos. El triunfo de Zapatero, en España, con una desventaja de 8 puntos a favor de Rajoy, se volteó por los atentados de Atocha a 3 días de las elecciones, el 11M.
Suponiendo una situación en condiciones normales se puede inferir que la nueva alcaldesa de Lima puede ser Susana Villarán. Independientemente de la dignidad y compostura con la que estoy seguro asumirá el cargo, vale la pena reflexionar sobre algunos puntos que estarían llevando a una eventual derrota a Lourdes Flores Nano:
1. La poca influencia, debido a la pérdida de credibilidad, de conductores o directores de medios como Aldo Mariátegui, Cecilia Valenzuela, Correo y Expreso. Su campaña de demolición tuvo el efecto contrario.
2. Lourdes Flores se rodeó de un entorno que recordaba lo peor de la política, empezando por tener de consejero y miembro del equipo de campaña a Xavier Barrón por ejemplo. No desmarcarse de personas como Barrón han tenido un costo.
3. No se puede pregonar decencia y a la vez defender la gestión de Luis Castañeda Lossio. La sobrevaloración de las obras -inútiles por cierto en su mayoría-, la estupidez urbana del Metropolitano, Comunicore son algunas de las acciones de Castañeda que exigían un claro deslinde.
4. No se puede ser portaestandarte de una alianza y permitir que los que apoyan vayan con sus propios candidatos. Cuando Lourdes Flores prefiere a Burgos en SJL en lugar de Mauricio Rabanal fraccionaba su votación en el lugar que concentra a los mayores votantes de la capital.
5. Creer que el eventual triunfo de Susana Villarán se debe a Bayly es subestimar al electorado de Lima. Bayly y su campaña de demolición es un factor, pero no el preponderante ni el único. En los sectores A_B, su discurso desgastado y repetitivo estaba teniendo ya el efecto contrario.
Estos son algunos errores pero nada está dicho. El Perú es un país impredecible en donde personas sin escrúpulos tienen altas responsabilidades. La campaña hay que seguirla de manera muy atenta, con veedores internacionales, con serenidad y sin soberbias. Los triunfos anticipados son sólo eso: anticipados. Nada está dicho hasta el 3 de Octubre, día de las elecciones.
Y debe saber a trago amargo para los alimentadores del odio, que el 3 de Octubre pueda triunfar Susana Villarán, el mismo día en que en 1968 fue el golpe de Estado de Juan Velasco Alvarado.