Necesitamos cocineros e ingenieros
Por gentileza del sr. Julio Lira, director del diario gestión, he tenido la oportunidad de publicar un artículo de opinión en dicho prestigioso medio, que comparto con ustedes:
Necesitamos Cocineros e Ingenieros.
Por Juan Sheput (*)
Necesitamos Cocineros e Ingenieros.
Por Juan Sheput (*)
Durante su exposición, en el marco de la última Conferencia Anual de Ejecutivos, CADE 2010, el ex ministro de Economía Luis Carranza lanzó una frase que remeció al auditorio: "el Perú necesita ingenieros, no cocineros". Lo hizo en un contexto en el cual alabó, primero, la brillante labor que viene haciendo Gastón Acurio en la difusión y promoción de nuestra gastronomía. A algunos la frase molestó, a otros incomodó y la mayoría entendió. Era necesario dramatizar para sacudir a los asistentes en relación a la importancia de la tecnología en el desarrollo del país.
No dudo de las buenas intenciones de Lucho. En ciertas circunstancias es preciso decir las cosas con firmeza. En un país como el nuestro, en que la ambigüedad es parte de la cultura, la frase de Luis Carranza no debe molestar a nadie.
Siendo ingeniero de profesión, sin embargo, considero que el Perú puede complementar el papel de la gastronomía e ingeniería en pro del desarrollo y la economía.
La cocina nos está dando una identidad como nunca antes se había visto. Está integrando a la sociedad. Su difusión internacional, en la cual tanto Gastón Acurio, como Isabel Álvarez y Rafael Osterling han jugado un papel importante, ha llevado a que de nuestro país se hable en diversos lugares. Ya no solo es Machu Picchu, también es lo bien que se come, lo que está dando origen al turismo gastronómico. Me constó una vez más en estos días, en que invitado por IDEA y la OEA traté el asunto en Quito. Si de nuestro país se habla, la comida es el gran tema.
Por eso debemos seguir el camino de dos países que tienen cierta similitud con nosotros: México y España. Ambos de habla hispana, potencias económicas, que están mejorando sus índices de desarrollo y que tuvieron en el turismo a uno de los motores más importantes para la identidad cultural y la generación de recursos económicos.
Nuestra maravillosa cocina puede potenciar al turismo. Darle a los clústers o conglomerados de turismo un valor adicional en el sabor de nuestra variedad culinaria. Con ello generar recursos que, tal y como a partir del turismo se ha hecho en México y España, sirvan para mejorar la calidad de nuestra educación, de todos los niveles y así llegar a tener una oferta universitaria que nos brinde profesionales de la ingeniería de primer nivel.
Por otro lado la cocina integra a muchas funciones de la ingeniería. Un restaurante compra, selecciona, almacena, combina y prepara insumos que terminan en deliciosos platos de nuestra comida. Genera empleo, y lo principal, es un maravilloso factor de integración nacional, como antes nunca se había visto. Y allí está la mano de Gastón Acurio.
Necesitamos, pues, cocineros e ingenieros. Complementando esfuerzos en pro del desarrollo nacional. El país lo agradecerá.
(*): Ex ministro de Trabajo.