La democracia de las hienas
Por: Mirko Senda
Todos conocemos la característica pérfida y agresiva de la derecha peruana, símil a la expresión de las hienas cuando rondan a sus presas, jamás en la historia peruana se podrá comparar esta sociedad arrastrada al vandalismo e indiferencia, al incierto futuro causada por el pandillaje político de la derecha que ha alejado todos los valores morales, todos los fundamentos éticos y todos los principios ideológicos en la lucha de las ideas por una transformación radical del Perú. La corrupción ha carcomido todas las esferas de la administración del Estado, todo tiene un precio la famosa “aceitada” te permite obtener títulos académicos, de propiedad, carnet de conducir e identidad falso, multas que aparecen y desaparecen, expedientes y resoluciones favorables a quien convenga, se pueden comprar curules en el congreso, todas las decisiones políticas son un gigantesco fraude orquestado por el poder económico.
No cabe duda que la reciclada historia de la clase política peruana está hundida en la bestialidad, su demagogia, su oportunismo y la cobardía de sus gritos al verse descubierta y acorralada es el mismo aullido de las hienas cual risa histérica y falsa cuando pretende embaucar y conseguir sus patrañas
Las hienas como la derecha peruana, atacan en la oscuridad de sus planes, dotados de una demagógia desentonada, estridente, amenaza, insulta y denigra a todos los peruanos, con sus aullidos parecidos a una risa histérica y burlona parecen restregarnos su falso poder, llevan la codicia y el engaño por naturaleza, en toda su historia emanan un olor nauseabundo a corrupción, servilismo, traición y andan con un paso como ranqueante, dibujando la obesidad de los traseros del hipócrita parlamentarismo peruano.
Es imposible comprender como el Apra, el Toledismo, el Fujimorismo y UN, organizaciones criminales que sobre la base de un pretexto político falaz se atribuyen defensores de la democracia, mientras proscriben al Estado, persiguen a dirigentes honestos, reprimen y encarcelan a la oposición popular, venden y destruyen al Perú y el futuro de los peruanos, esta jauría representa un fenómeno apolítico nauseabundo que no merece otra reacción de cualquier peruano digno, que el repudio absoluto y la exigencia de que la ley sea implacable con ellos, que pasen sus días en la cárcel y que devuelvan todo lo robado. La complicidad o benevolencia de la justicia peruana con estas hienas solo es entendible porque al fin y al cabo comparten objetivos, obtener dinero fácil, enriquecerse a costa del sufrimiento, el hambre y la desesperación de un pueblo trabajador, como buenos carroñeros con distintos métodos tiene bien aprendido aquello de “conseguir el máximo con el mínimo esfuerzo.
La derecha peruana como las hienas es muy cobarde, atacan escoltadas de militares y una prensa indigna, esta mesnada huelle cuando la bravura de un pueblo se levanta. Los indefensos, los humildes, los excluidos son víctimas esperando ser liberadas de las fauces del neoliberalismo. Por ello es nuestro deber destruir, aplastar la herencia maldita del sistema neoliberal impuesto en el Perú, cambiar radicalmente este caduco Estado para refundar el Perú.
Si el Perú se está hundiendo en la decadencia es por que como a las hienas sus políticos les gusta la noche para aprobar leyes lesivas a los interés nacionales en la oscuridad de la noche, olvidan las promesas y desoyen la voluntad de los peruanos.
A golpe de asombro y repugnancia la inmensa mayoría de peruanos, que vieron desde los los vladivideos hasta los petroaudios, el lado oscuro de la democracia de las hienas, hoy asisten mas perplejos como salen a la luz los escandalosos robos en COFOPRI, Essalud, FORSUR, El canon minero, Camisea, las millonarias campañas de publicidad del Estado para ocultar sus fracasos, etc.
La derecha cree que con la persecución, represión y la encerrona en las cárceles a los líderes populares, campesinos, indígenas y estudiantiles el asunto se soluciona y están equivocados. La presencia de presos políticos es la clara demostración de que en el Perú no hay derechos humanos, lo que subsiste es la democracia de las hienas que se alimenta de la sangre de valerosos luchadores sociales que cayeron o se encuentra prisioneros solo por decir la verdad, defender a los pobres, a los excluidos, por defender la tierra y la dignidad.
Las hienas como la derecha peruana son carroñeros oportunistas, hipócritas mercaderes de la verdad, el falso amor al prójimo, la falsa honestidad, fariseos de la injusticia, embusteros moralistas. Son la antítesis de la dignidad, la docencia y la decencia política.
Yo planteo que los nacionalistas, los socialistas junto al pueblo deben mediante el debate ideológico desmontar todas las patrañas de la derecha, apostar por la compañía del monstruo de manera traidora y estéril ha de ser cuestionable y castigable. Negociar con las hienas, ver el brillo de sus ojos helados, sentir su aliento fétido en la cara, estrechar su sucia garra antes de iniciar el ágape, requiere un estomago muy hecho a la bazofia y la pérdida irreversible de cualquier asomo de conciencia humana.
Por tanto no se puede aceptar que los peruanos sean empujados ciegamente a las fauces del electorerismo estéril y de la nada, humillados y pisoteados en su autoestima tratados como zombis, insensibles e inconscientes y que los que se niegan a ser atrapados sean considerados terroristas. En la antiguedad se creía que los perros perdían la voz y los sentidos cuando estaban cerca de una hiena. Los Árabes decían que quién comía los sesos de una hiena se volvía inmediatamente rabioso. Entiéndase que este escrito no busca ni la sumisión ni el libertinaje, solo pretendo generar conciencia, dignidad y libertad.
La hienas políticas del Perú, tienen los días contados que se rían como locos y borrachos junto a los pusilánimes autodenominados progresistas, ellas saben que LA UNIDAD Y LA COHERENCIA de los revolucionarios los aplastaran y mas que teniendo en cuenta que las hienas comen carroña, son cobardes y feas hasta el asco, ¿De qué será que se ríen?