¿Quién engañó al ministro del Interior?
Por: Herbert Mujica Rojas
El ministro del Interior, Miguel Hidalgo, “informó que coordinará con el titular de Reniec, Mariano Cucho, para que esta entidad también entregue los pasaportes. “Venimos conversando con el jefe de Reniec para ver la posibilidad de que, por convenio u otro mecanismo entre el ministerio del Interior y el organismo que dirige, se encargue de la entrega de pasaportes, servicio que –a veces- en el sector de Migraciones no se efectúa con la eficiencia deseada”, manifestó. Así se consigna en Correo en su edición de ayer jueves http://correoperu.pe/correo/nota.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=0&txtSecci_id=78&txtNota_id=499634.
Resulta que en Digemin, Dirección General de Migraciones, la emisión y entrega de un pasaporte dura entre 15 minutos a dos horas y el usuario se va, el mismo día que lo solicita, con su documento de viajes. Las diversas compulsas realizadas confirman que este logro, en beneficio de la ciudadanía, es un hecho que hace un par de años también confirmé personalmente. Entonces, ¿Reniec lo haría en menos de ese lapso? ¿qué le han prometido al ministro del Interior Miguel Hidalgo en nombre de la “eficiencia”? ¿Fue don Mariano Cucho, famoso por ser un émulo del candidato Luis Castañeda, mudo por excelencia, quien le ofreció esa superación con respecto a Digemin?
Como todos saben, el 30 de octubre, cesó por límite de edad en la jefatura nacional de Reniec, Eduardo Ruiz Botto, personaje que pareciera ser el pensamiento-guía, aún en el exterior de Reniec, de la misma institución, pues dejó como herencia licitaciones planteadas por el orden de US$ 17 millones de dólares y tampoco debería descartarse que entre sus planes persista el seguir vinculado de algún modo o fórmula con su alma máter. (Más información en: Reniec: ¿herencia de US$ 17 millones?
La jefatura de Reniec está vacante desde octubre y Mariano Cucho sólo la ejerce de manera interina, provisional y, mientras tanto, acaba de entregarse la buena pro de un contrato de casi US$ 10 millones de dólares para la confección del DNI electrónico que será, como enuncié en trabajo anterior: ¡4 veces más caro que el DNI común y corriente! ¿Qué prisas apuradas tiene RENIEC?
Y no parece haber ninguna urgencia en particular para nombrar oficialmente a un jefe de Reniec desde el Consejo Nacional de la Magistratura.
Pero volvamos al tema que nos llama la atención. ¿Será que no tiene otros gravísimos, urgentes, perentorios, problemas con la seguridad interior de la que está a cargo el ministro del Interior Miguel Hidalgo, como para evidenciar un recargado interés en la modestísima administración de cómo se entregan los pasaportes en Digemin? Alguien, de repente el mismo colega de arma, grado y uniforme que le contó el cuento, debiera decirle que Reniec se demora de 10 a 15 días para la entrega del DNI. ¿Qué hace pensar que van a ser más rápidos que Digemin en el tema de pasaportes? Aquí hay alguien que está moviendo las fichas para ser nombrado “asesor”, “especialista”, “consultor” o cualquier otra cosa, con tal de no alejarse de la usina productora de dólares vía contratos abultados y con el silencio ignorante de la ciudadanía y también del Congreso.
Felizmente sabemos que sectores parlamentarios están tomando interés en las millonarias herencias dejadas en Reniec por su anterior jefe nacional y que procuran ya las informaciones respectivas. Muy bien por estos legisladores y su iniciativa de fiscalización.
¿No tiene asesores el ministro del Interior Hidalgo? Si los tiene, alguien debiera decirles que hay otros temas fundamentales para el novísimo titular de esta cartera que suele ser una moledora, casi sin excepción, para todos sus responsables. Recuérdese el precedente nefasto y desvergonzado que protagonizó Fernando Barrios Ipenza el mismo que se hizo pagar decenas de miles de soles por supuesta “indemnización por despedida intempestiva”. ¿Pretende el ministro Hidalgo que le acusen de preocuparse de minucias ridículas en lugar de hacerse responsable de sus verdaderas misiones? Problemas, y muy peludos, ya tiene suficientes.
Señor ministro: ¡búsquese amigos leales y no pícaros que le relaten cuentos absurdos en nombre de la eficiencia! Decían las viejas: ¡qué burro ni ocho cuartos!
¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
¡Sólo el talento salvará al Perú!
