¡Corrupción: un cáncer terminal!
por Herbert Mujica Rojas
Si la corrupción existe, muta insolente, reina impune, gobierna por doquier, es por la simple razón que la permitimos, prohijamos y reputamos, no como la plaga cancerosa que es sino como una forma de habilidad que celebramos con estupidez manifiesta. Al presidente ladrón no se le juzga; al edil ratero se le perdona; al legislador tarado se le reelige; al burócrata leguleyo se le aumenta el sueldo y al político vendepatria y mercenario se le lleva a los más altos cargos. ¿Cuándo aprenderemos que la corrupción destroza a cualquier sociedad hundiéndola a los estadios más primitivos de la barbarie?
por Herbert Mujica Rojas
Si la corrupción existe, muta insolente, reina impune, gobierna por doquier, es por la simple razón que la permitimos, prohijamos y reputamos, no como la plaga cancerosa que es sino como una forma de habilidad que celebramos con estupidez manifiesta. Al presidente ladrón no se le juzga; al edil ratero se le perdona; al legislador tarado se le reelige; al burócrata leguleyo se le aumenta el sueldo y al político vendepatria y mercenario se le lleva a los más altos cargos. ¿Cuándo aprenderemos que la corrupción destroza a cualquier sociedad hundiéndola a los estadios más primitivos de la barbarie?
Por ejemplo ¿para qué debieran servir los partidos políticos?: sólo como usinas y fábricas de funcionarios del Estado cuya primera y fundamental premisa debiera ser: ¡el robo es un crimen! Si aplicáramos la sentencia en cualquier colectividad contemporánea en el Perú, nos quedaríamos sin clubes electorales o patotas agrupadas para delinquir. En éstas “el robo es su divisa” y por el tiempo cortísimo, 4 ó 5 años, que dure el mandato que se entrega bobamente en las urnas a reconocidos truhanes y facinerosos. El “roba pero hace obra” ha calado con hondura en mentes débiles y muy inmorales. El delincuente Fujimori y su carnal Montesinos hicieron de la expoliación y el crimen “políticas de Estado”. ¿Quién explica ese alto porcentaje que en ningún caso baja del 12 ó 14% duro que posee esa turbamulta liderada por la señora Keiko, hija del nipón Kenya Inomoto?
La corrupción produce éxitos recusables cuando los clubes electorales generan delincuentes de hablar gárrulo, placer en el hurto, sonrisa cómplice en los contratos bajo la mesa y conchabo infame para estafar al Perú vía concesiones, privatizaciones, los TLC y demás monsergas que impone la globalización. ¿Es requisito despojarse de la dignidad al negociar con el resto de países? Nótese que Doe Run, la desvergonzada empresa norteamericana en La Oroya, ha anunciado que demandará al Estado peruano bajo el dintel del TLC con Estados Unidos. ¿Quién promovió con acérrima actitud tal convenio? ¿No fue la candidata ilegítima del oficialismo Mercedes Aráoz? ¿No es ésa la que chantajeó a la opinión pública afirmando que corría peligro el tratado si se modificaba su estructura como pedían los pueblos del interior? ¿Cuál el resultado, acaso, no fue la terrible muerte de más de treinta peruanos entre policías y civiles? ¿Y dicen que tiene las manos limpias dicha señora incapaz de recordar, por ignorante, siquiera una sola de las tesis político doctrinarias de Haya de la Torre?
“Las sociedades tartufas que premian la hipocresía, elevan a estúpidos a la talla de prohombres o intelectuales sin que lo sean, lastran su existencia, envilecen su presente y su futuro porque acomodan su pasado con memoria selectiva pero, lo que es peor, producen eructos históricos de ínfima calidad. No parece raro, entonces, que pandillas de necios que viven de dólares foráneos se hayan aupado y creído el papel de formadores de opinión o que políticos ignaros y tímidos, no puedan exigir un comportamiento moral porque simplemente carecen de ella por gráciles concesiones que otorgan bajo el supuesto muelle que nadie reclama. ¡Mentira! Quienes no vivimos de la mermelada que pagan las empresas transnacionales que sufragan a borrachitos sociales o que declinamos los favores compradores de conciencia, tenemos la hermandad espiritual y el compromiso indeclinable con don Manuel González Prada de romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz. Aunque eso moleste, urtique o soliviante las faltriqueras de paniaguados por doquier. Arriba o abajo.” La sociedad tartufa http://www.voltairenet.org/article145715.html , 27-2-2007.
“La sociedad silenciosa se distrae en una memoria de límites ruines porque los extiende al plazo de apenas diez años. Ubica como pretexto a un pobre diablo nipón que regaló el país con privatizaciones y concesiones con nombre propio y con las que se hicieron multimillonarios muchos sinvergüenzas que hoy ocupan puestos de alto nivel en la burocracia, ministerios, prensa, etc. Eunuca y malhadada, la sociedad silenciosa se refocila y retoza con miserias, evita los grandes temas del debate nacional y repite monsergas de hace 40 años. ¡Cómo si la historia no castigara a quienes no aprenden de sus errores! ¡Y hoy vamos camino al abismo desorientado porque ningún alud de efímeras coyunturas económicas nos va a sacar del fondo sucio de trampas y cohechos que una vez consumados sólo entran en erupción en millones de quejas. Y de resignación, letanía que fue inventada aquí.
Hay algunas taras enquistadas en el alma peruana. Se cree que la diplomacia y las relaciones exteriores sólo pueden ser coto de caza exclusivos de los saltimbanquis de Torre Tagle. Pero en 187 años se han encargado de dar serias muestras de un enfermizo e irreductible derrotismo y capacidad de fracasos. El vulgo piensa en el fútbol cuando tiene en Cancillería a una de las instituciones más viles de toda la historia republicana. Cuanto hace lo impulsa bajo el designio avieso de perder. ¿No haría mejor García Belaunde, en lugar de meterse a cuitas políticas, en explicar qué están haciendo en La Haya? ¡A otro perro con el cuento del secretismo y la discreción! Hicieron lo mismo con el tratado de 1873 con Bolivia y Chile, Brasil y Estados Unidos lo conocieron desde el mismo instante de su firma y sin embargo de aquello los muy bobos permitieron que Perú fuera arrastrado a la guerra de invasión que Chile protagonizó en 1879. La sociedad silenciosa y sus historiadores de plástico han hecho el resto maquillando a sus parientes y tornando héroes en no pocos casos a traidores repulsivos.” La sociedad silenciosa, 19-9-2008, http://www.voltairenet.org/article158013.html
Si la corrupción existe es porque la permitimos y no la combatimos ¡a muerte!
Lea www.voltairenet.org/es
hcmujica.blogspot.com
Skype: hmujica
La corrupción produce éxitos recusables cuando los clubes electorales generan delincuentes de hablar gárrulo, placer en el hurto, sonrisa cómplice en los contratos bajo la mesa y conchabo infame para estafar al Perú vía concesiones, privatizaciones, los TLC y demás monsergas que impone la globalización. ¿Es requisito despojarse de la dignidad al negociar con el resto de países? Nótese que Doe Run, la desvergonzada empresa norteamericana en La Oroya, ha anunciado que demandará al Estado peruano bajo el dintel del TLC con Estados Unidos. ¿Quién promovió con acérrima actitud tal convenio? ¿No fue la candidata ilegítima del oficialismo Mercedes Aráoz? ¿No es ésa la que chantajeó a la opinión pública afirmando que corría peligro el tratado si se modificaba su estructura como pedían los pueblos del interior? ¿Cuál el resultado, acaso, no fue la terrible muerte de más de treinta peruanos entre policías y civiles? ¿Y dicen que tiene las manos limpias dicha señora incapaz de recordar, por ignorante, siquiera una sola de las tesis político doctrinarias de Haya de la Torre?
“Las sociedades tartufas que premian la hipocresía, elevan a estúpidos a la talla de prohombres o intelectuales sin que lo sean, lastran su existencia, envilecen su presente y su futuro porque acomodan su pasado con memoria selectiva pero, lo que es peor, producen eructos históricos de ínfima calidad. No parece raro, entonces, que pandillas de necios que viven de dólares foráneos se hayan aupado y creído el papel de formadores de opinión o que políticos ignaros y tímidos, no puedan exigir un comportamiento moral porque simplemente carecen de ella por gráciles concesiones que otorgan bajo el supuesto muelle que nadie reclama. ¡Mentira! Quienes no vivimos de la mermelada que pagan las empresas transnacionales que sufragan a borrachitos sociales o que declinamos los favores compradores de conciencia, tenemos la hermandad espiritual y el compromiso indeclinable con don Manuel González Prada de romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz. Aunque eso moleste, urtique o soliviante las faltriqueras de paniaguados por doquier. Arriba o abajo.” La sociedad tartufa http://www.voltairenet.org/article145715.html , 27-2-2007.
“La sociedad silenciosa se distrae en una memoria de límites ruines porque los extiende al plazo de apenas diez años. Ubica como pretexto a un pobre diablo nipón que regaló el país con privatizaciones y concesiones con nombre propio y con las que se hicieron multimillonarios muchos sinvergüenzas que hoy ocupan puestos de alto nivel en la burocracia, ministerios, prensa, etc. Eunuca y malhadada, la sociedad silenciosa se refocila y retoza con miserias, evita los grandes temas del debate nacional y repite monsergas de hace 40 años. ¡Cómo si la historia no castigara a quienes no aprenden de sus errores! ¡Y hoy vamos camino al abismo desorientado porque ningún alud de efímeras coyunturas económicas nos va a sacar del fondo sucio de trampas y cohechos que una vez consumados sólo entran en erupción en millones de quejas. Y de resignación, letanía que fue inventada aquí.
Hay algunas taras enquistadas en el alma peruana. Se cree que la diplomacia y las relaciones exteriores sólo pueden ser coto de caza exclusivos de los saltimbanquis de Torre Tagle. Pero en 187 años se han encargado de dar serias muestras de un enfermizo e irreductible derrotismo y capacidad de fracasos. El vulgo piensa en el fútbol cuando tiene en Cancillería a una de las instituciones más viles de toda la historia republicana. Cuanto hace lo impulsa bajo el designio avieso de perder. ¿No haría mejor García Belaunde, en lugar de meterse a cuitas políticas, en explicar qué están haciendo en La Haya? ¡A otro perro con el cuento del secretismo y la discreción! Hicieron lo mismo con el tratado de 1873 con Bolivia y Chile, Brasil y Estados Unidos lo conocieron desde el mismo instante de su firma y sin embargo de aquello los muy bobos permitieron que Perú fuera arrastrado a la guerra de invasión que Chile protagonizó en 1879. La sociedad silenciosa y sus historiadores de plástico han hecho el resto maquillando a sus parientes y tornando héroes en no pocos casos a traidores repulsivos.” La sociedad silenciosa, 19-9-2008, http://www.voltairenet.org/article158013.html
Si la corrupción existe es porque la permitimos y no la combatimos ¡a muerte!
Lea www.voltairenet.org/es
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