Principios con efecto retardado
Columna de Juan Sheput en Diario 16
Nos preguntamos, si la señora Aráoz tuviera 15 ó 20% en las encuestas ¿pediría la salida de Jorge del Castillo de la lista parlamentaria? ¿Se habría acordado de sus principios o estaría haciendo campaña con él?
Columna de Juan Sheput en Diario 16
Nos preguntamos, si la señora Aráoz tuviera 15 ó 20% en las encuestas ¿pediría la salida de Jorge del Castillo de la lista parlamentaria? ¿Se habría acordado de sus principios o estaría haciendo campaña con él?
Apelar a los principios para tomar una decisión es correcto si es una práctica permanente, pero acordarse de ellos para justificar o forzar una decisión es banalizar el apego a los mismos.
La señora Mercedes Aráoz dice que por principios exige la salida de Jorge del Castillo de la lista parlamentaria. Ha señalado que no aceptará personas con procesos abiertos ni cuestionados por corrupción.
Sin embargo esos mismos principios no sirven para cuestionar a otros personajes de su entorno, que están dentro y fuera de la lista parlamentaria. Para ellos, los amigos, los principios no existen o son de carácter selectivo. Al actuar así, parecería que la sobreactuación de la señora Aráoz tendría como objetivo forzar una situación que finalmente le permita renunciar.
Hace unos días la señora Aráoz pidió la salida de Félix Ortega, el actual presidente de ESSALUD, por sus notorios indicios de corrupción. Casi de inmediato recibió respuesta. El presidente del Apra, doctor Alan García, respaldó públicamente a Ortega, con lo cual le quitó el piso a su candidata, y no contento con ello se dedicó a inaugurar obras con el susodicho. Allí no vimos la indignación de la señora Aráoz, no se acordó de sus principios ni mucho menos de su distancia de la corrupción, como tampoco se acordó de ellos cuando defendió al gabinete cuando estalló el escándalo de los petroaudios.
En otro tema lamentable, Bagua, con decenas de muertos del cual, según Yehude Simon, la señora Aráoz es una de las responsables, no tuvo tampoco una actitud principista, como sí la tuvo, sin necesidad de pregonarlo, la ex Ministra de la Mujer, Carmen Vildoso. Recordemos. Sucedida la masacre de Bagua, Carmen Vildoso tuvo el coraje de manifestar su desacuerdo público con el manejo de la protesta y renunciar, de manera inmediata, una vez que el gobierno sacó un spot grotesco que mostraba una imagen distorsionada de los hechos, denigrando la imagen de nuestros hermanos nativos y policías. En contraste, Mercedes Aráoz se quedó.
Hay toma de conciencia en el país que la lucha contra la corrupción es un imperativo. Miles de millones de soles se evaporan cada año en mano de un sistema de corrupción conformado por sectores de políticos, empresarios, lobistas, testaferros y periodistas. Este sistema es muy combativo, y se niega a perder los privilegios indebidos que ha recuperado gracias a la inacción del actual gobierno. A ellos corresponde enfrentar y desenmascarar. Que la lucha es dura, lo es. Y en ella no tienen cabida los que apelando a los principios en público se dedican a pisotearlos en privado.
Columna publicada en Diario 16 el 12.1.2011
La señora Mercedes Aráoz dice que por principios exige la salida de Jorge del Castillo de la lista parlamentaria. Ha señalado que no aceptará personas con procesos abiertos ni cuestionados por corrupción.
Sin embargo esos mismos principios no sirven para cuestionar a otros personajes de su entorno, que están dentro y fuera de la lista parlamentaria. Para ellos, los amigos, los principios no existen o son de carácter selectivo. Al actuar así, parecería que la sobreactuación de la señora Aráoz tendría como objetivo forzar una situación que finalmente le permita renunciar.
Hace unos días la señora Aráoz pidió la salida de Félix Ortega, el actual presidente de ESSALUD, por sus notorios indicios de corrupción. Casi de inmediato recibió respuesta. El presidente del Apra, doctor Alan García, respaldó públicamente a Ortega, con lo cual le quitó el piso a su candidata, y no contento con ello se dedicó a inaugurar obras con el susodicho. Allí no vimos la indignación de la señora Aráoz, no se acordó de sus principios ni mucho menos de su distancia de la corrupción, como tampoco se acordó de ellos cuando defendió al gabinete cuando estalló el escándalo de los petroaudios.
En otro tema lamentable, Bagua, con decenas de muertos del cual, según Yehude Simon, la señora Aráoz es una de las responsables, no tuvo tampoco una actitud principista, como sí la tuvo, sin necesidad de pregonarlo, la ex Ministra de la Mujer, Carmen Vildoso. Recordemos. Sucedida la masacre de Bagua, Carmen Vildoso tuvo el coraje de manifestar su desacuerdo público con el manejo de la protesta y renunciar, de manera inmediata, una vez que el gobierno sacó un spot grotesco que mostraba una imagen distorsionada de los hechos, denigrando la imagen de nuestros hermanos nativos y policías. En contraste, Mercedes Aráoz se quedó.
Hay toma de conciencia en el país que la lucha contra la corrupción es un imperativo. Miles de millones de soles se evaporan cada año en mano de un sistema de corrupción conformado por sectores de políticos, empresarios, lobistas, testaferros y periodistas. Este sistema es muy combativo, y se niega a perder los privilegios indebidos que ha recuperado gracias a la inacción del actual gobierno. A ellos corresponde enfrentar y desenmascarar. Que la lucha es dura, lo es. Y en ella no tienen cabida los que apelando a los principios en público se dedican a pisotearlos en privado.
Columna publicada en Diario 16 el 12.1.2011