Centenario respondón
Por César Lévano
Por César Lévano
Sorpresa. Sorpresa. La otra noche, en un acto organizado en Lima por la Comisión del Centenario de Arguedas cuya sede está en Andahuaylas, se anunció que varios gobiernos regionales habían decidido que 2011 se llame “Año del Centenario de José María Arguedas”. (A esa organización le habían prometido como escenario el Museo de la Nación; pero después se lo negaron).
El movimiento de resistencia civil y civilizada se enfrenta abiertamente a la decisión de Alan García de denominar al 2011 “Año del Descubrimiento de Machu Picchu para el Mundo”, una forma de rendir homenaje al gringo depredador Hiram Bingham, y de negárselo a Arguedas, el escritor y científico que fustigó el gamonalismo, la explotación y el menosprecio del indio y la negación de los mejores valores de la cultura ancestral; y al mismo tiempo exaltó los ideales de justicia e igualdad que asimiló en las páginas de José Carlos Mariátegui.
Pero el sentimiento nacional ya sepultó el decreto oficial. Los gobiernos regionales de Apurímac, Huancavelica, La Libertad, Ayacucho (por unanimidad) han decidido que sus documentos de este año lleven el membrete de “Año del Centenario de José María Arguedas”. Regístrese y recuérdese.
Vladimir Cerrón, flamante presidente del Gobierno Regional de Junín, quien es doctor en medicina y neurocirujano notable, expone, por su parte, en esta edición no sólo su propuesta de que Junín adopte la denominación arguediana, sino que proyecta que la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales adopte igual decisión.
El régimen aprista se ha colocado, como lo habíamos previsto, no sólo contra los sentimientos del Sur profundo y de todo el mundo andino, sino que ha suscitado un movimiento de rechazo que alcanza ya amplitud nacional.
Organizaciones estudiantiles, como la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional Agraria, han optado por Arguedas, contra García. Igual ocurre con sindicatos y federaciones de trabajadores, centros y órganos de escritores, órganos campesinos, clubes regionales, agrupaciones folclóricas, pueblos jóvenes de Lima y provincias.
El recuerdo de Arguedas ha resultado respondón para el APRA y su portaestandarte, García.
El centenario será celebrado todo el año. No sólo en el Perú. En Italia, en México, en Cuba se han iniciado o se alistan certámenes de estudio, crítica y proyección de la obra del peruano que desde muy joven consagró sus energías a examinar la realidad social y cultural del indio (para él, éste no era un concepto racial ni racista).
En más de un escrito, sobre todo al final de su existencia, proclamó Arguedas –iluminado por el mito de Inkarri (o Inkari: Inka ari = Inka sí)– el afán de un Perú integrado, sin humillados ni excluidos, sin renuncia a sus esencias. Un Perú que fuera, por fin, una nación. La Primera, 13.01.2011
Pero el sentimiento nacional ya sepultó el decreto oficial. Los gobiernos regionales de Apurímac, Huancavelica, La Libertad, Ayacucho (por unanimidad) han decidido que sus documentos de este año lleven el membrete de “Año del Centenario de José María Arguedas”. Regístrese y recuérdese.
Vladimir Cerrón, flamante presidente del Gobierno Regional de Junín, quien es doctor en medicina y neurocirujano notable, expone, por su parte, en esta edición no sólo su propuesta de que Junín adopte la denominación arguediana, sino que proyecta que la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales adopte igual decisión.
El régimen aprista se ha colocado, como lo habíamos previsto, no sólo contra los sentimientos del Sur profundo y de todo el mundo andino, sino que ha suscitado un movimiento de rechazo que alcanza ya amplitud nacional.
Organizaciones estudiantiles, como la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional Agraria, han optado por Arguedas, contra García. Igual ocurre con sindicatos y federaciones de trabajadores, centros y órganos de escritores, órganos campesinos, clubes regionales, agrupaciones folclóricas, pueblos jóvenes de Lima y provincias.
El recuerdo de Arguedas ha resultado respondón para el APRA y su portaestandarte, García.
El centenario será celebrado todo el año. No sólo en el Perú. En Italia, en México, en Cuba se han iniciado o se alistan certámenes de estudio, crítica y proyección de la obra del peruano que desde muy joven consagró sus energías a examinar la realidad social y cultural del indio (para él, éste no era un concepto racial ni racista).
En más de un escrito, sobre todo al final de su existencia, proclamó Arguedas –iluminado por el mito de Inkarri (o Inkari: Inka ari = Inka sí)– el afán de un Perú integrado, sin humillados ni excluidos, sin renuncia a sus esencias. Un Perú que fuera, por fin, una nación. La Primera, 13.01.2011