¡Inconfundible chatura moral de Tío George!
por Herbert Mujica Rojas
Desautorizo que se use mi nombre como posible solución a un conflicto en el Apra, dijo, palabras más, palabras menos, Armando Villanueva del Campo con lucidez contundente, a sus 95 años de edad y delicadísimo de salud, para poner a Tío George en la escabrosa realidad que posee: el de un sujeto de inconfundible chatura moral. Es en momentos de coyuntura cuando se conoce —o ratifica— la fibra o miseria de que están hechos los gorilas politicantes.
por Herbert Mujica Rojas
Desautorizo que se use mi nombre como posible solución a un conflicto en el Apra, dijo, palabras más, palabras menos, Armando Villanueva del Campo con lucidez contundente, a sus 95 años de edad y delicadísimo de salud, para poner a Tío George en la escabrosa realidad que posee: el de un sujeto de inconfundible chatura moral. Es en momentos de coyuntura cuando se conoce —o ratifica— la fibra o miseria de que están hechos los gorilas politicantes.
¿Ha ganado Tío George? ¿ha perdido su socio, igual de inescrupuloso, frío y claudicante, Alan García Pérez? ¿qué se puede decir de San Dionisio? El juego que han jugado, con afeites, disfuerzos, pleitos y demás protagonistas, sólo tiene a un perdedor: Perú y sus 30 millones de habitantes que sólo intuyen que la gran comedia no se ordena aquí y que en estos pagos las marionetas cumplen órdenes foráneas. (Léase: San Dionisio, Tío George y cómo hablan los grandes poderes http://www.voltairenet.org/article168139.html).
La señora Mercedes Aráoz, tal como se preveía, abandonó su ilegítima candidatura presidencial a la que fue aupada por el gran titiretero y el pretexto lo tuvo el domingo cuando Tío George confirmó la movilización de sus adláteres. Habíamos anticipado en artículo del 5-11-2010 La “independiente” Mercedes Aráoz http://www.voltairenet.org/article167468.html lo siguiente:
“¿Cuál es la independencia de Mercedes Aráoz? ¿es libre de la influencia voluntarista, estruendosa, electoralista, del presidente Alan García? ¿Que no sabe Aráoz que aquél practica la tesis del limón exprimido y tira las cáscaras de sus “amigos” una vez que no los necesita?
¿Es independiente doña Mercedes de su ciencia tecnocrática que considera al ser humano un guarismo en la monstruosa máquina de producción que abastece las faltriqueras de las multinacionales que cambian de dueños como de camisa? Ella se siente –y es- parte de ese mundo frío que escruta contabilidades y que asigna comisiones de trabajo para evitar cualquier cambio salvo el azul maravilloso que enriquece no al pueblo del Perú sino a los amos lejanísimos que premian muy bien a sus alfiles urbi et orbi.
¿Qué sabe doña Mercedes Aráoz del Apra, de su fundador, Haya de la Torre, de la epopeya en que decenios de hombres y mujeres transitaron por el oscuro túnel de encierro, destierro y entierro, vivando a su movimiento y peleando por la democracia del Perú? ¿Creerá aquella que los gorilas politicantes que la han ungido como su “candidata” la aprecian o estiman? No parece tonta y sí, en cambio, inteligente. Entonces ¿debemos suponer que le da crédito al mentiroso genético más eximio ambiente por estas tierras?
Ni ideológica o doctrinariamente, doña Mercedes Aráoz es independiente o libre. Pertenece al sistema que ella asume como el más correcto, el mismo que proclama ¡azúcar caro y cholo barato! Nunca se le ocurriría gritar que la patria se defiende y no se vende, por su ubicación en el espectro político que la tiene como parte fundamental de cualquier gobierno de opresión claudicante y anémica defensa de la soberanía espiritual o histórica de la patria.
El mundo globalizado tiene a sus cipayos y servidores. Importa poco el método que empleen para perpetuar el injusto escalafón en que minorías microscópicas, anticholas y mediocres, deciden el destino del resto de los 28 millones de peruanos. A ese cónclave de goznes, sí pertenece, por decisión propia y formación, la señora Mercedes Aráoz. Como vemos, la tan cacareada independencia es tan genuina como las promesas que hacen no pocos delincuentes que viven de la cosa pública.”
Tío George, carente de luces, miope hasta la médula para cualquier formulación ideológica, estratégica o cultural, pretendió usar el nombre de Armando Villanueva para establecer un parangón imposible: dador de su “candidatura” a quien está en trance, 95 años, de una batalla cuasi final. No obstante el veterano le ha enmendado la plana y ha puesto a ras de su proverbial chatura moral al trebejo de San Dionisio quien está obligado a cumplir con sus deberes financieros, de tráfico de influencias, mudez sempiterna cuando se trata de los intereses del banquero de los banqueros y he allí la razón, que contaremos en breve, real del porqué no podía dejar el primer lugar de una lista parlamentaria que abunda en mediocridad y presumible anémica votación para abril de este año.
La trilogía asociada Alan, Tío George y San Dionisio ha inaugurado una nueva etapa de la tragicomedia en que ellos son actores y expoliadores del Perú. ¿Cuesta tanto entender cómo se comportan los miserables a vista y paciencia —y vergonzante silencio— de los miedos de comunicación?
La señora Mercedes Aráoz, tal como se preveía, abandonó su ilegítima candidatura presidencial a la que fue aupada por el gran titiretero y el pretexto lo tuvo el domingo cuando Tío George confirmó la movilización de sus adláteres. Habíamos anticipado en artículo del 5-11-2010 La “independiente” Mercedes Aráoz http://www.voltairenet.org/article167468.html lo siguiente:
“¿Cuál es la independencia de Mercedes Aráoz? ¿es libre de la influencia voluntarista, estruendosa, electoralista, del presidente Alan García? ¿Que no sabe Aráoz que aquél practica la tesis del limón exprimido y tira las cáscaras de sus “amigos” una vez que no los necesita?
¿Es independiente doña Mercedes de su ciencia tecnocrática que considera al ser humano un guarismo en la monstruosa máquina de producción que abastece las faltriqueras de las multinacionales que cambian de dueños como de camisa? Ella se siente –y es- parte de ese mundo frío que escruta contabilidades y que asigna comisiones de trabajo para evitar cualquier cambio salvo el azul maravilloso que enriquece no al pueblo del Perú sino a los amos lejanísimos que premian muy bien a sus alfiles urbi et orbi.
¿Qué sabe doña Mercedes Aráoz del Apra, de su fundador, Haya de la Torre, de la epopeya en que decenios de hombres y mujeres transitaron por el oscuro túnel de encierro, destierro y entierro, vivando a su movimiento y peleando por la democracia del Perú? ¿Creerá aquella que los gorilas politicantes que la han ungido como su “candidata” la aprecian o estiman? No parece tonta y sí, en cambio, inteligente. Entonces ¿debemos suponer que le da crédito al mentiroso genético más eximio ambiente por estas tierras?
Ni ideológica o doctrinariamente, doña Mercedes Aráoz es independiente o libre. Pertenece al sistema que ella asume como el más correcto, el mismo que proclama ¡azúcar caro y cholo barato! Nunca se le ocurriría gritar que la patria se defiende y no se vende, por su ubicación en el espectro político que la tiene como parte fundamental de cualquier gobierno de opresión claudicante y anémica defensa de la soberanía espiritual o histórica de la patria.
El mundo globalizado tiene a sus cipayos y servidores. Importa poco el método que empleen para perpetuar el injusto escalafón en que minorías microscópicas, anticholas y mediocres, deciden el destino del resto de los 28 millones de peruanos. A ese cónclave de goznes, sí pertenece, por decisión propia y formación, la señora Mercedes Aráoz. Como vemos, la tan cacareada independencia es tan genuina como las promesas que hacen no pocos delincuentes que viven de la cosa pública.”
Tío George, carente de luces, miope hasta la médula para cualquier formulación ideológica, estratégica o cultural, pretendió usar el nombre de Armando Villanueva para establecer un parangón imposible: dador de su “candidatura” a quien está en trance, 95 años, de una batalla cuasi final. No obstante el veterano le ha enmendado la plana y ha puesto a ras de su proverbial chatura moral al trebejo de San Dionisio quien está obligado a cumplir con sus deberes financieros, de tráfico de influencias, mudez sempiterna cuando se trata de los intereses del banquero de los banqueros y he allí la razón, que contaremos en breve, real del porqué no podía dejar el primer lugar de una lista parlamentaria que abunda en mediocridad y presumible anémica votación para abril de este año.
La trilogía asociada Alan, Tío George y San Dionisio ha inaugurado una nueva etapa de la tragicomedia en que ellos son actores y expoliadores del Perú. ¿Cuesta tanto entender cómo se comportan los miserables a vista y paciencia —y vergonzante silencio— de los miedos de comunicación?
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