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Por Manuel Alberto Salazar.

Para variar veamos otro ángulo de la campaña electoral.

Sin ánimo de discriminar a nadie, menos a los extranjeros, tenemos hoy a 5 candidatos a la presidencia de la república que tienen opciones para alcanzar el máximo cargo público peruano, estos son: PPK, OLLANTA HUMALA, CASTAÑEDA, TOLEDO Y KEIKO FUJIMORI (el orden es al azar).

Ahora bien, hay un viejo y casi siempre acertado refrán que dice: “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer”, aunque eso de “detrás” entendámoslo también como “al costado”, “delante”, o “junto”.

Douglas MacArthur, militar estadounidense, tuvo mucho interés en los asuntos japoneses desde 1905, cuando fue comisionado como observador en la Guerra Ruso-Japonesa. A los 32 años alcanzó el grado de general. De 1930 a 1935 fue jefe de Estado Mayor; pasó luego como asesor militar a Filipinas, donde le sorprendió el inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-45). En 1941 se convirtió en comandante en jefe de las fuerza americanas en Extremo Oriente.

Ante el ataque japonés que se produjo poco después, se vio obligado a retirarse, refugiándose en Australia (1942); de ese momento data su famosa promesa de recuperar las Filipinas, que se convirtió en un lema de guerra para los aliados («Me voy, pero volveré»). MacArthur fue el encargado de recibir la rendición japonesa a bordo del portaaviones Missouri, anclado en la bahía de Tokyo, el 2 de septiembre de 1945. MacArthur regresó a Estados Unidos, donde se dedicó a los negocios y a la política.

Pero esa no fue la única “frase célebre” de este militar. Como ya tenía previsto dedicarse a la política cuando pasara al retiro, sabía que necesitaba el apoyo de la prensa, es así que organizó un nutrido grupo de periodistas que lo acompañaron a todos lados para tomarle las fotos que utilizaría luego en esto.

Un periodista, cansado tal vez de cubrir solo aspectos militares del general, se le ocurrió una idea. Había notado que el General MacArthur iba a todos lados con su esposa, inclusive ella estuvo con él en los momentos de guerra más difíciles. Entonces le preguntó porqué siempre estaba acompañado por su esposa, tal vez con mala leche, como tratando de decir que el general era un “saco largo”. MacArthur entonces, figuretti ya, contestó una genialidad: “Mire usted señor, mi esposa siempre está conmigo porque la mujer de un general es el general del general”.

Por otro lado, recordemos que la última “primera dama” que hemos tenido fue Violeta Correa, la segunda esposa de Fernando Belaúnde, es decir, la tuvimos en Palacio de Gobierno resolviendo los asuntos que la tradición le asigna a favor de las mujeres y los niños más necesitados. Esto fue hasta el 28 de julio de 1985. ¿Alguien podría decir algo en contra de ella?, NADIE, al contrario.


VIOLETA CORREA DE BELAÚNDE

Luego hemos tenido a una argentina (primer gobierno de Alan García); una con casi total arraigo japonés (Fujimori); una francesa (Toledo); y nuevamente ahora a la argentina (Alan García). Con todo el respeto que estas damas me merecen.

Bueno pues, hoy los 5 postulantes con opciones “llevan” junto a ellos a:

Una alemana (PPK); una francesa (Toledo), un norteamericano (Keiko Fujimori); una PERUANA (Ollanta Humala), y la sorpresa del fin de semana, una ecuatoriana (Castañeda). Sobre esta última se especuló mucho de que se trataba de una periodista peruana que vive en EEUU, pero no, se trata de una ex miss Ecuador ahora dedicada a la política en su país, nada menos.

Esto fue el domingo, antes del debate, donde Castañeda, “luciéndose” con ella, porque sabía perfectamente que la prensa repararía en este “detalle”, la presentó como su “amuleto”, “que no era exclusiva para él”, que “es una amiga nada más”, que “la encontró por ahí y la llevó” y otros calificativos no dignos de un caballero que francamente la dama debe haber resentido.

Es decir, solo un candidato, Ollanta Humala, haría que los asuntos más sensibles de nuestra población sean tratados por una peruana, como sucede en el mundo entero con países que se respetan. Algo más, esta peruana, Nadine Heredia, ha vivido y vive en el Perú, las otras NO (el de Keiko tampoco).


NADINE HEREDIA DE HUMALA  

No sé, digo, ¿la venta a precio de feria de nuestros recursos a las transnacionales viene con yapa?, ¿con primeras damas (o caballeros) extranjeros? Si seremos pues, luego no nos quejemos.