Enviado por Raúl Allain
Concepción del bien común
Bonun commune: interés público. Este concepto nace en la época de Platón. Bien común significa que los miembros de una sociedad organizada comparten, de hecho, todas las metas y conceptos valorativos de una comunidad. Históricamente Santo Tomás de Aquino, desarrolló una doctrina sobre el bien común en la que señala que, la sociedad, en cuanto está vinculada a la naturaleza social del hombre se constituye para conseguir su felicidad natural.
Pero esta tesis se desarrolla en dos enunciaciones paradójicas. Afirma que quien procura el bien común del pueblo, como añadidura procura también su propio bien, porque el hombre es parte de la comunidad y en concepto de parte participa del bien común. Esta afirmación nos podría hacer pensar que el bien singular y el bien común se diferencian cuantitativamente, por ser el bien común la suma de los bienes particulares. Esta conclusión ha sido rechazada: “El bien común de la comunidad política y el bien singular de una persona, no difieren sólo por su mayor o menor cantidad, sino según una diferencia formal…”. En segundo lugar afirma que el hombre es parte de la comunidad y que la parte se ordena y es referible al todo. Con ello podría afirmarse una primacía absoluta del bien común sobre los bienes singulares, si no se afirmara en otros pasajes, que el hombre no se subordina a la comunidad como la parte al todo; pero no según todo él y según todas sus cosas.
Vecino sanmiguelino Javier García Bedoya incumple con las normas de convivencia en la Residencial Arica
Manifestaciones de preocupación, por parte de la catedrática sanmarquina Patricia María del Pilar Vega González con respecto a su vivienda, convergieron (ayer, sábado, 09 de junio) en su persona como faltas de respeto y particularidades que nada incumben, tales como intimidades de su familia, enterados por una chismografía que podría ser propia de delito. Es decir, los sucesivos reclamos de la nutricionista Patricia Vega con respecto al saneamiento, hecho de fraguar, de zonas determinadas del techo de su departamento (bien común, al colindar, hago entender) por consecuencias aún no clarificadas sobrehumedecidas, fueron estratégicamente confundidos o incapaces de comprender por el vecino Javier García Bedoya. A lo cual, en cierto momento, también respondió: “yo puedo estar (…) masturbándome en mi casa”, como argumento propio de su incoherencia al recibir una visita personal ya inminente en pos de llegar a un acuerdo, cuando ya -repito- en reiteradas ocasiones, dentro del marco de los últimos meses, se había hecho la invitación de sanear el techo afectado, perteneciente al departamento 204, correspondiente a ser el piso del procaz vecino, morador del interior 304. A todo esto, también debemos agregar que se han reportado golpes contundentes y agresiones verbales indirectas.