Escribe: Néstor Roque Solís (*)

La justicia tarda pero llega, el inculpado Javier Alvarado estará sentado en el banquillo de los acusados el próximo 6 de Julio en la cárcel de La Cantera de Nuevo Imperial por haber utilizado recursos del Estado para su beneficio personal, que desde una década ha venido desarrollando una red de corrupción como sistema en las municipalidades de Lunahuaná y Cañete, y seguramente ahora en la región Lima. Las fechorías de Javier Alvarado por diez años, ha sido casi legal a vista y paciencia de algunos fiscales y magistrados: pero no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista reza un refrán.

 

Como Javier Alvarado esta con los días contados como Presidente del Gobierno Regional de Lima, motivo por el cual ha comenzado a remover funcionarios, incinerar documentos que son pruebas del delito. Ha ordenado sacar expedientes a medianoche de las oficinas de la región. Algunos funcionarios cañetanos ya alistan maletas para regresar a su tierra natal del sur chico.

Sabemos que el desesperado Javier Alvarado a pedido auxilio al Presidente de la Corte Suprema Cesar San Martin, quien le ofrecido pocas cosas, porque ya existen cosas juzgadas por el mismo delito con las municipalidades de Asia y Chilca, donde sus alcaldes y funcionarios están presos y otros fugitivos de la justicia como la secretaria de Patria Joven Liliana Torres Castillo y el ex alcalde de Asia José Arias Chumpitaz.

Frente a esta realidad el inculpado Javier Alvarado tiene dos caminos: ponerse a derecho el próximo 6 de julio para evitar mayor escándalo mediático y político. O bien fugarse del país con el rabo entre las piernas, porque al inculpado no le entra en la cabeza, siquiera estar un día detrás de los barrotes de la cárcel de  Cañete,  Carquin, Aucallama o Piedras Gordas de Ancón. Con la sentencia y encarcelamiento de Alvarado termina el ciclo político del líder de la corrupción de Patria Joven y Triunfa Perú.

El próximo 6 de Julio es un día histórico por la transparencia y lucha contra la corrupción en la región Lima. No más borrón y cuenta nueva. Porque las denuncias del inculpado son por delitos mayores de peculado y malversación, desde cuando fue alcalde del distrito de Lunahuaná, que por ahora no tiene escapatoria. Porque los fiscales y jueces dejaron de ser sordos y mudos para actuar con firmeza contra el escurridizo inculpado del Gobierno Regional de Lima.

Las principales del delito que ha cometido Javier Alvarado en sus diez años de gobernante son:

-   Ejecución descontrolada del presupuesto regional
-   Sobredimensionamiento en volumen y precios pagados  a terceros
-   Uso excesivo de contrataciones directas para beneficio de proveedores privados o intereses políticos de Javier Alvarado
-   Ausencia de control de stock, bienes o inventario en almacén
-   Inoperancia del Órgano de Control Interno (OCI)
-   Falta de sistema de castigos a los corruptos de la región Lima
-   Peculado de recursos públicos
-   Malversación de fondos
-   Apropiación ilícita
-   Utilización de caudales
-   Falsedad genérica
-   Abuso de autoridad
-   Incumplimiento de promesas
-   Falta de transparencia
-   Incumplimiento de funciones
-   Asociación ilícita para delinquir
-   Colusión de funciones públicas

Estas graves denuncias contra  el imputado Javier Alvarado no pueden pasar por alto. Por eso, ahora los medios regionales y nacionales le han puesto la puntería a la corruptela del actual Presidente del Gobierno Regional de Lima.

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(*) Consultor empresarial y autor del libro:

Buen Gobierno y Corrupción en el Perú