Conozca la manera de operar del caco alanista Jorge del Castillo Gálvez.

Escribe: César Vásquez Bazán

Declaración jurada de bienes y rentas presentada por Jorge del Castillo Gálvez en el Congreso de la república el 18 de julio del año 2000 (página 1). Declara no poseer bienes inmuebles ni en el país ni en el extranjero. Haga clic sobre la imagen para ampliarla en una nueva ventana.

 

Ver documento aquí

Declaración jurada de bienes y rentas presentada por Jorge del Castillo Gálvez en el Congreso de la República el 18 de julio del año 2000 (página 2). Con excepción de su sueldo como parlamentario, el tío George declara no recibir rentas de ningún otro tipo. Haga clic sobre la imagen para ampliarla en una nueva ventana.

Ver documento aquí

¿Cuál era el patrimonio que Jorge del Castillo Gálvez reconocía tener en el año 2000?

El 18 de julio del año 2000, al iniciar un nuevo período como parlamentario, el hoy presidente del consejo de ministros, Jorge Castillo Gálvez, presentó en el Congreso la siguiente declaración jurada de bienes y rentas. En ella informó sobre sus bienes propios y comunes, habidos en el país y en el extranjero.

Según la declaración jurada y disculpando la expresión, del Castillo Gálvez era un muerto de hambre. No poseía bienes inmuebles ni valores. Tampoco poseía rentas. Mucho menos reconocía ser el titular de cuentas bancarias en el extranjero. El hoy primer ministro sólo aceptaba ser propietario de un automovil Peugeot, valorizado en 10 mil dólares, y ser titular de una cuenta bancaria con depósitos por mil nuevos soles.

¿Se ajustó a la verdad la declaración jurada de del Castillo Gálvez?

No. Existen dos evidencias específicas que permiten deducir que Castillo Gálvez ocultó activos y rentas en la declaración jurada de julio de 2000.

La primera evidencia es el encubrimiento por parte de Castillo Gálvez de la propiedad de la oficina 617 en el edificio de la avenida Emilio Cavenecia 225, San Isidro. Como ya se explicó en este mismo blog, Vladimiro Montesinos a través de la Caja de Pensiones Militar-Policial, vendió la citada oficina a del Castillo Gálvez en 1996. Del Castillo ocupó dicho inmueble por lo menos hasta el año 2002 (véase Delitos del premier del Castillo Gálvez).

La segunda evidencia es el encubrimiento de las rentas e ingresos que percibía Del Castillo Gálvez. No sólo no declaró sus ingresos como congresista. Tampoco reconoció los ingresos provenientes de la oficina de servicios y cobranzas judiciales y otros que realizaba, utilizando las influencias que podía manipular en el medio judicial en su condición de dirigente del Partido Aprista Peruano.

¿Es posible estimar el monto del ocultamiento de bienes y rentas de del Castillo Gálvez?

Sí es posible.

Una primera aproximación, aunque incompleta por no considerar sus otras rentas, puede lograrse estimando los ingresos obtenidos por del Castillo Gálvez en el período comprendido entre 1990 y el año 2000. Con la cifra de ingresos de una década –y asumiendo un nivel de gasto razonable– puede calcularse la posible acumulación e inversiones de del Castillo Gálvez a julio del año 2000. Eso es lo que haremos a continuación.

Entre agosto de 1990 y julio del año 2000, Jorge del Castillo Gálvez fue representante parlamentario por un total de ochenta meses. Del Castillo recibió ingresos en el Congreso en dos períodos: entre agosto de 1990 y marzo de 1992 (veinte meses), y entre julio de 1995 y julio de 2000 (sesenta meses).

Consideremos los ingresos de del Castillo Gálvez como congresista a lo largo de los ochenta meses. Si se asume que la remuneración promedio de un congresista fue diez mil dólares mensuales (por recibir dieciséis remuneraciones mensuales al año, además de los dichosos "gastos operativos"), puede estimarse que desde 1990, del Castillo Gálvez percibió como congresista ingresos aproximados por ochocientos mil dólares.

Supongamos ahora que desde 1990 el congresista Castillo Gálvez pudo acumular mensualmente cinco mil dólares. Es decir, destinó cinco mil dólares mensuales para sus gastos personales y familiares y ahorró los restantes cinco mil dólares. De esta manera puede estimarse que, a julio del año 2000, Castillo Gálvez debería tener recursos acumulados (o invertidos) por alrededor de 400 mil dólares (80 meses multiplicados por 5 mil dólares mensuales).

Sin embargo, esos 400 mil dólares no aparecen en la declaración jurada de del Castillo Gálvez en el año 2000, ni depositados en cuentas bancarias, ni como inmuebles, ni como valores. No existen. Se esfumaron.

¿Con esos antecedentes, puede usted confiar en Castillo Gálvez?

Al ocultar sus activos e ingresos en la declaración jurada del año 2000, Jorge del Castillo Gálvez cometió el delito de perjurio. Lo más importante, sin embargo, es conocer la conducta y forma de operar de del Castillo. Básicamente, se trata de un político sin escrúpulos, para quien es legítimo corromper personas, métodos e instituciones si el objetivo final es el enriquecimiento personal. Ése es el genio y la figura ocultos de quien se presenta ante la sociedad vestido con el vendedor traje de "concertador".

Alan García ha entregado a este discípulo moderno de Sir Francis Drake la presidencia del consejo de ministros. ¿Cree usted que puede confiar en Jorge Castillo Gálvez?

Nota: Este artículo fue publicado en el blog el primero de agosto del año 2006.