Por: José Arturo Ayala Del Rio
Sendero Luminoso fue una organización terrorista cuyo accionar junto al terrorismo de Estado y las FF.AA. dieron lugar a una de las épocas más oscuras de la historia del país, ocasionando alrededor de 70 mil muertes, de las cuales SL fue responsable del 51% aproximadamente (Fuente: CVR).
Dentro de estas muertes de decenas de miles, se encontraban varios militantes y simpatizantes de izquierda, además de líderes sociales que no hicieron caso de los chantajes y extorsiones ni de SL, ni de los grupos paramilitares.
Derrotados militarmente y capturado su principal líder, Abimael Guzmán, en 1992, firman un Acuerdo de Paz con el régimen más sangriento de la historia republicana reciente, desde ese momento, con gran parte de sus integrantes en prisión, se dividiría en 2 corrientes, los “Acuerdistas” y los “Proseguir”, y así se dividirán aún más.
La derrota de SL no sólo fue militar, fue política e ideológica también, los pocos sectores populares que los apoyaron en un primer momento los fueron abandonando al ver las matanzas y crímenes contra ellos mismos. Sus malabares ideológicos se estrellaban contra la realidad, el dogmatismo extremo fue su propia tumba, capturado Abimael no había otro camino más que el de rendirse.
Sendero Luminoso tuvo como uno de sus objetivos mortales a las fuerzas de izquierda, lo que no cambiaría en los años siguientes como pude comprobar al ingresar a la UNMSM. Era el año 2006 y algunos promovíamos al Movimiento Nueva Izquierda (MNI) como propuesta electoral en las elecciones generales de ese año, frente a ello los seguidores del “Pensamiento Gonzalo” nos atacaban y señalaban como “reformistas” y “LOD” (línea oportunista de derecha). Luego años de arduos debates y confrontaciones ideológicas a nivel nacional, en la universidad y fuera de ella, pudimos apreciar el cambio de táctica de los “gonzalistas”, quienes pasaron de un discurso anarco-infantil abstencionista a recolectar firmas dando a cambio galletas, como cualquier organización de derecha, pidiendo una Nueva Constitución, la que años atrás señalaban como “salvavidas del estado burgués”, y amnistía para Abimael Guzmán y Alberto Fujimori.
Pero su preocupación principal sigue girando en torno a la liberación de Abimael Guzmán, y es que el “Pensamiento Gonzalo” eleva la jefatura a nivel de ley, entonces SL no puede existir al margen de su “líder”.
Hoy muchos se sorprenden de la “aparición” de Sendero Luminoso, y es justamente su alejamiento de la política diaria la que los lleva a esta sorpresa. El MOVADEF, sin inscripción nacional, ha postulado a varios distritos e incluso ha tenido candidatos en las últimas elecciones generales. Su principal candidato fue Walter Humala quien obtuvo 6,383 votos (Fuente: ONPE) postulando al Parlamento Andino con el Nº 4 por el partido Justicia, Tecnología y Ecología (JUSTE). Esa es la votación máxima de una campaña del MOVADEF. Claro, esto sin mencionar el caso del Presidente Regional de Tumbes, que no responde al MOVADEF pero que sí recibió su apoyo, porque proviene de filas senderistas, ganando las elecciones con su propia organización regional.
Pero la derecha, y en especial el fujimorismo, como siempre sólo piensa en la “mano dura”, ha pedido que la inteligencia del estado se infiltre en las universidades para detectar a los Senderistas. En primer lugar el fujimorismo no tiene capacidad moral para liderar la lucha contra el “terror” siendo igual de culpables por el asesinato de miles de personas, acá no existe el “nosotros matamos menos”. En segundo lugar, la derecha y una parte de la izquierda no asumen su responsabilidad ¿Cuándo la derecha ha enfrentado ideológicamente a SL? En casi todas las universidades la presencia de militantes de los “Partidos” de derecha es inexistente. ¿Dónde están los “PPKausas” en las universidades? ¿Dónde están los jóvenes de Toledo?
Recientemente Alan García se ha pronunciado rotundamente contra el MOVADEF, pero no recuerda que fue él quien permitió que Huaynalaya, líder magisterial de lo que es ahora el MOVADEF, y varias “bases” del CONARE-SUTEP, fenecido intento de SL para paralelizar el SUTEP, durmieran en la “Casa del Pueblo” durante un periodo de movilizaciones, todo porque tenían el mismo enemigo en común.
Y es que Sendero ha sido y es funcional a la derecha. Al fujimorismo le sirvió para legitimar su régimen de terror y corrupción, y desde ese momento ha servido a los gobiernos de turno para generar “psicosociales” y desprestigiar y satanizar a la izquierda, además de justificar la represión contra el movimiento popular.
Dentro de todas limitaciones de la izquierda, esta ha demostrado que si enfrenta a SL, en las universidades, en el movimiento magisterial y en el campo, a través de las rondas campesinas por ejemplo. Ese es el mérito de la izquierda, que si conoce a SL. La derecha, al contrario, ha demostrado sus limitaciones al punto que no sabe enfrentar a SL en la arena política sin recurrir al mismo terror y al “macartismo”. SL hasta ahora consigue lo que quería, impacto mediático y la polarización de la cual siempre se ha alimentado.
La inscripción no es lo principal en la lucha contra SL, por lo que hemos visto la perderían en el siguiente proceso electoral, sin ella ya han postulado, crecido y desarrollado, y esto sin mencionar las fuentes de ingreso que manejan. Negarles la inscripción reforzaría su discurso interno y la imagen de “víctimas”. Reflexionemos sobre lo conveniente, la inscripción abriría brechas enormes entre sus facciones, además de conocer exactamente a su militancia para poder enfrentarla, sería un fuerte golpe ideológico por el abandono de sus posturas primigenias. La derrota de SL debe ser política y producto del avance de la izquierda, esa debe ser nuestra tarea.