Escribe: César Vásquez Bazán

Las cuentas de la Caja de Pensiones Militar-Policial con el sinvergüenza Jorge del Castillo Gálvez, alias Tío George.

Puede usted leer en esta entrega el Estado de Cuenta de Jorge del Castillo Gálvez y su cómplice Aurelio Pastor relacionado con la oficina y el estacionamiento “comprados” por ambos en el Edificio Cavenecia. El documento fue emitido por la Caja de Pensiones Militar-Policial el 24 de abril de 2002 y detalla las treintidós armadas mensuales impagas por la dupla de la corrupción desde el 31 de agosto de 1999 hasta el 31 de marzo de 2002.

 

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Se aprecia que los únicos pagos puntuales que efectuó Del Castillo fueron los dos primeros, en noviembre y diciembre de 1996. Cada mes, a partir de enero y hasta junio de 1997, la parejita alanista aumentó un mes de morosidad hasta registrar, en junio de 1999, seis meses de demora en sus pagos. La cuota de julio de 1999 la pagaron con once meses de atraso. A partir de de agosto de 1999 simplemente dejaron de pagar las armadas hasta, por lo menos, el 31 de marzo de 2002.

El Estado de Cuenta permite entender como políticos que le entran a la coima, como Del Castillo, Pastor y Montesinos, se burlaron de la Caja de Pensiones Militar-Policial, con concha y estilo. Los militares y policías peruanos deben percatarse del forado que hicieron en su institución pensionaria pendejos como Del Castillo y Pastor. Por supuesto, ambos delincuentes políticos se habían apropiado de la oficina y el estacionamiento propiedad de militares y policías, no querían soltarlos y se negaban a amortizar su deuda, recordando a los funcionarios de la Caja el compromiso entre Vladimiro Montesinos y el tío George.

El sinvergüenza Del Castillo Gálvez pretendió quedarse con la oficina y el estacionamiento del Edificio Cavenecia. A la misma vez afirmaba que no tenía con qué pagar los mil doscientos dólares de la cuota mensual.

El monrero del Castillo es el mismo avivato alanista que luego apareció con un departamento en Miami y residencias y departamentos en la Molina, Surco y El Golf, entre otras. Díganme si la plata no le llegó sola al tío George mientras desempeñó el premierato alanista!

Del Castillo no pone las manos al fuego por García. Ningún peruano consciente pone las manos al fuego por el tío George. A no ser, por supuesto, que quiera quemarse con semejante ficha...