Escribe: Néstor Roque Solís (*)

Huacho y la provincia de Chancay que integraba a Huaral y Barranca, hoy Huaura, es cuna de una Pléyada de escritores y pensadores de la talla de José Carlos Mariátegui La Chira, Isaac Salazar León, Isaías Nicho Rodríguez, Arnaldo Arambulo y moradores ilustres como Víctor Raúl Haya de la Torre, Ricardo Palma, José Santos Chocano, y muy cerca de Huacho, en Sayán radico por algunos años el ilustre tribuno El Solitario José Faustino Sánchez Carrión, tierra también de otro gran escritor Jesús Elías Ipince.

También radico en Sayán el novelista Ciro Alegría quien por su enfermedad, La Tierra del Sol de Sayán le favorecía para la cura de sus males broncopulmonares. Yo también radique muchos años en Sayán, por mis estudios secundarios en el Colegio Mixto Manuel Tovar que este año cumple 50 años de fundación ejemplar.

Ciro Alegría Bazán por su militancia aprista fue exiliado en Chile en el año 1934 y se fue a vivir en la comuna del Cajón del Maipo muy cerca de Santiago, que tiene un clima cálido y saludable, igual que la Tierra del Sol de Sayán, y comprobé con satisfacción en mi estancia en Chile en los años 90, encontrar muchos libros en  varios Liceos de dicha comuna local, así llamados los colegios en Chile, obras de lectura para los estudiantes chilenos como: La Serpiente de Oro, Los Perros Hambrientos y el Mundo es Ancho y Ajeno de este ilustre novelista peruano que también radico en nuestra provincia de Huaura.

Mientras que los estudiantes chilenos conocen muy bien a nuestros escritores y leen sus obras. En el Perú ni el Ministerio de Educación ni los gobiernos regionales, menos los municipios se acuerdan de reeditar y publicar las obras de nuestros ilustres escritores y periodistas del país.

Estos escritores y periodistas honestos y valientes no se vendían por un plato de lentejas, se le conocía como los periodistas rastrillo. El lapicero hacía las veces de rastrillo; removía el estiércol acumulado  por las fechorías de los ladrones de la alta sociedad. El lapicero arremetía contra los gobernantes corruptos-- no contra quienes se resistían a ellos—como lo hacen equivocadamente hoy muchos comunicadores.

Hoy en el Perú son pocos los periodistas y escritores rastrillos, de ellos quedan muy pocos, como Cesar Hildebrant, Cesar Lévano, Raúl Wiener hoy delicado de salud, pero con una mente brillante y comprometida con la transparencia y lucha contra la corrupción. Igual periodistas rastrillos quedan todavía en algunas regiones que no se han dejado comprar con la plata del poder.

 Esa clase de periodismo incorruptible tiene trabajo para rato ante un gigantesco paraíso de la rapiña y la corrupción, invadido por todas las variedades de plantas venenosas que engendra la pasión por el dinero fácil. Hoy con los podridos de la política se han quintuplicado el paraíso de la corrupción y el saqueo ante la complicidad de algunos medios y el silencio de los honrados.

Las grandes empresas  periodísticas se unen hoy para favorecer a algunas  y arruinar a otras, tejer alianzas entre sí para aumentar las tarifas, adular a los gobernantes con el fin de obtener concesiones y subsidios, especular en el sector financiero, adulterar cuentas y comprar bienes sobre valorizadas. Todo ello sin peligro alguno, porque al lado de ellas, tenemos un Estado enano y un periodismo vendido. Los poderosos así lo pueden dominar todo.

La televisión y la radio de hoy pretenden ser un instrumento que refleja la realidad, pero acaba convirtiéndose en instrumento que crea realidades, mentiras y angustias en los electores; por eso, su poder consiste en la capacidad de imponer unos lineamientos de visión de país, de hacer llevar unos lentes mentales que hagan que la gente vea el Perú y el mundo según sus intereses y beneficios de poder. La Prensa se malea cada día más en el Perú lo dijo hace muchos años Ricardo Palma (1889)

Muchas veces el estar sentado frente a la televisión anestesia la sensibilidad, embota la mente, perjudica el alma. Con estas armas, los poderes facticos quieren torcer la voluntad de la mente de la gente, para que el sistema continúe y la mafia de la corrupción también como en el Gobierno Regional de Lima donde se cobra cupos a sus trabajadores y seguramente a sus contratistas de obras y proveedores por adquisiciones millonarias que realiza cada día.

Siempre me he preguntado ¿qué pasaría si no existieran periodistas? Los corruptos se levantarían en peso la plata de las arcas de los gobiernos locales, regionales y la nación.

La mayoría de edad se consigue cuando el individuo cumple tres requisitos: pensar por sí mismo, ser capaz de ponerse en el lugar del otro y ser consecuente con el pensamiento. Pero el poder del modelo no busca sino mantenernos irrevocablemente en la infancia; está contento de que los ciudadanos se distraigan con tal que no piensen sino en distraerse.

Es cierto los tiempos cambiaron, pero los principios y la ética sigue vigente todavía en muchos comunicadores, pero algunos han dejado la decencia para convertirse en sirvientes del poder de turno. En mi caso, a sabiendas que no tengo la verdad absoluta, pero mi intuición de años de trabajo: es una voz para los sin voz en medio del ruido entre otros distinguidos escritores y comunicadores que por estos días recordamos el Día del Periodista en el Perú. Felicitaciones a todos los colegas de ayer y de hoy.

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(*) Néstor Roque Solís Periodista ANP y Escritor ADEPH