Óscar Ugarteche*
Este texto va dedicado a los tres ganadores del Premio Nacional de Cultura 2012: al Padre Gustavo Gutiérrez, al pintor amazónico Cristian Bendayán y al grupo de teatro Arena y Esteras de Villa el Salvador.
El premio fue entregado el martes 11 de diciembre en el auditorio del Ministerio de Cultura, sin presencia de la gran prensa televisiva o impresa. La noticia salió en algunos medios en la sección "Espectáculos".
Los premios análogos en el mundo son entregados por el presidente de la República en presencia del Gabinete en pleno porque es el reconocimiento del Estado a los creadores nacionales. Porque somos pobres, la cultura no tiene prioridad, dicen.
Los premiados son luego entrevistados en todos los medios grandes del país porque es la forma como se teje la identidad del país a través de sus creadores. Esto no se hace en el Perú porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen.
Su obra es luego mostrada en todo el país y salen de gira bajo el auspicio del premio mismo. Esto no se hace en el Perú porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen.
Asiste lo más graneado de la intelectualidad del país: los pintores, los músicos, los escritores, los psicoanalistas, los teatreros, los poetas, los ensayistas y otros. No había de estos sino unos pocos. Porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen.
El premio se entregó bajo el auspicio de PetroPerú, como sucede desde 1969; de 1941 hasta 1968 estuvo bajo el auspicio del Gobierno Central.
El premio se suspendió en 1982 por la crisis económica que ese año costó 14% de bajada del Producto Interno Bruto (PIB), al tiempo que el país era azotado por la crisis internacional y por el fenómeno de El Niño.
Treinta años luego se retomó con la ausencia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que tiene un superávit fiscal de 7% del PIB, que a su vez crece hace una década a tasas récord. El MEF no aporta al premio porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen.
El Ministerio de Cultura es la última rueda del coche porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen.
Ni el Conservatorio Nacional ni la Escuela de Bellas Artes tienen los fondos adecuados ni se han reabierto las escuelas de música de Arequipa y Trujillo, cerradas hace décadas porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen.
No hay fondos para estudiar archivos musicales porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad. El más importante investigador de música barroca americana, Aurelio Tello, se fue del Perú en 1970 porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen.
No se reconstruyó Nasca luego del terremoto porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen. Ahora es un pueblo turístico visitado por gente de todo el mundo, incluyendo a Steven Spielberg, que va a ver las líneas y hay solo un hotel grande y una plaza de armas horrible y vergonzosa, porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen.
El puerto de Pisco, que da su nombre al pisco peruano, se destruyó en un terremoto y no se reconstruyó porque somos pobres y la cultura no tiene prioridad, dicen.
Las ciencias tampoco importan, porque somos pobres y la ciencia no tiene prioridad, dicen.
Sin cultura ni ciencias somos miserables.
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* Profesor e investigador de la Universidad Autónoma de México.
El Comercio, Lima 21-12-2012.
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