¿Hasta cuándo con la mentira de los “services”?
Se acumula presión social que busca desfogue
Pasadas las elecciones y las promesas, la explotación de trabajadores mediante la modalidad de intermediación laboral, o “services”, enriqueció a ciertos personajes ligados al entorno de Fujimori, quienes mediante sus empresas cobraban a instituciones estatales y privadas una cantidad de dinero que excedía largamente a la percibida por el trabajador que realizaba el servicio.
Esta modalidad sigue vigente y es una forma legal, pero inmoral, de parasitar las espaldas de trabajadores que aceptan desesperados esas condiciones en un medio donde los puestos de trabajo son escasos.
El Apra ofreció eliminar los “services”, pero no era más que otra de sus incontables mentiras, pues su partido, teniendo congresistas electos en los gobiernos anteriores, nunca promovió tal iniciativa.
Desde esta perspectiva, y como ya lo habíamos señalado, es injustificable que trabajadores que tienen que acudir diariamente a un centro de trabajo sean excluidos de la planilla de la empresa y pasen a ser contratados por un tercero, con ello:
No acumularán años de servicio en la empresa
No tendrán derecho a sindicalizarse
Su jubilación será muy incierta, pues en algunos casos ni siquiera están en la planilla intermediaria
Sus salarios son mermados mensualmente por el tercero intermediario, en lugar de recibir una cantidad íntegra de la empresa en forma directa
Por otro lado, los terceros, como no tienen una empresa productiva propia, en cualquier momento aparecen y desaparecen, lo que determina condiciones de precariedad para los trabajadores, lo cual repercute no sólo en su magra economía, sino en su estado psicológico, pues sabe que la posibilidad de quedar sin siquiera ese empleo es una sombra que lo acompaña siempre.
Inclusive se ha desnaturalizado esta modalidad y los empleadores violan la ley contratando a estos trabajadores para su actividad principal
Esta modalidad ha llegado a incursionar en las minas, lo cual es más deplorable aún debido a que son empresas que tienen altos ingresos y a que las condiciones de los asentamientos mineros siempre serán insalubres, por más que la empresa respete los estándares, la prueba es que así se trate de la mina más respetuosa de los derechos laborales, el minero deberá jubilarse años antes que un trabajador normal, pues sus pulmones y su cuerpo son afectados por esta actividad.
Como hemos visto, estas situaciones infrahumanas han desencadenado conflictos sociales, urge que se exija a García que cumpla su palabra y elimine esta modalidad de explotación, la cual debería emplearse sólo para contratar trabajadores eventuales. Es absurdo decir que hay políticos que se aprovechan de los conflictos sociales para ganar adeptos, cuando existe la mentira y el olvido de los trabajadores más necesitados. Si no quieren que haya conflicto ni políticos que tengan argumentos para criticar, entonces que defiendan condiciones mínimas que el ser humano requiere, en este caso, condiciones laborales aceptables.