Por Herbert Mujica Rojas
Casualidad, confluencia astral, hados de turno o inevitable sentimiento popular, TODOS los que tuvieron que ver con los escándalos vergonzantes, resultaron por las patas de los caballos. El pueblo peruano votó CONTRA LA CORRUPCION.
Otra lección constituye la verdad irrefutable que los partidos políticos NO EXISTEN. No llegan ¡ni a clubes electorales! A diestra y siniestra, pasando por el centro, la votación en municipales y regionales discurrió por agrupaciones de muy endeble constitución organizativa, no pocas veces repartidoras de prebendas y obsequios.
Jorge Muñoz siempre fue más candidato que Acción Popular. Los himnos y cantos en honor al partido no dejan de ser ecos oportunistas muy bien confeccionados. A nadie escapa la certidumbre que AP es básicamente un logotipo que cobijó muchas candidaturas exitosas, sobre todo, por el arrastre distrital de Muñoz.
Los líderes derrotados carecen de humildad para reconocer sus oprobiosos fracasos, pedir disculpas a sus raleadas filas militantes y persisten empecinados en hacerse de la vista gorda frente a un hecho que los ha mandado a la sentina de la historia.
El calamitoso hecho obligaría a gente con decencia a poner sus cargos a disposición, irse de vacaciones por las próximas décadas y a promover la ascensión de cuadros de relevo limpios y con ideas. La pregunta obligatoria, sí que es: ¿hay personajes limpios y con ideas?
¿Qué legitimidad pueden exhibir quiénes no han sacado ni para el té el domingo pasado?
Un caso que conozco de cerca y sobre el que escribí un texto que, habida cuenta lo acontecido el 7 de octubre, ratifico y suscribo mucho más:
“¿No es hora que una dirigencia sana, que eche por la alcantarilla a todos los alanismos, pida perdón al pueblo peruano por la comisión de desmanes en los dos gobiernos 1985-1990 y 2006-2011? Ciertamente los cacos son huérfanos de cualquier atisbo de humildad. Las millonarias sumas robadas les hacen pensar que son invencibles e intocables porque para eso se contactan con jueces venales que liberan toda clase de documentos providenciales para aniquilar investigaciones, entorpecer juicios y declarar “probos” a quienes todo el pueblo sabe que son consumados ladrones.
La coyuntura es difícil. Alan García persiste en su soberbia ineficaz y mueve hilos por donde puede y cuenta con adláteres de escaso nivel moral o intelectual pero activos y muy involucrados en trapisondas de todo jaez. Difícil o imposible para Jorge del Castillo, diferenciarse de lo que ha sido su alanismo desde hace más de tres décadas. El todo se compone de las partes y éstas no vienen de data reciente sino antigua y asociada muy en común.
Con una moratoria de por lo menos un lustro, el Apra tendría la ocasión de botar a todos los logreros y pillos que pensaron en la política como trampolín del vil negociado culpable que maldecía desde 1923 el mismísimo Haya de la Torre. Reorganizar las bases, aprender la doctrina, refrescar los conceptos ideológicos, culturizar políticamente a sus militantes, debiera ser sino y meta, ambición a cumplirse para, pidiendo perdón por tanta grosería, aspirar al retorno a la arena de la liza electoral.
¿Podrá ser lo antedicho cumplido por los ilegítimos que ocupan la Casa del Pueblo en la avenida Alfonso Ugarte? Casi, casi, es como pedir peras al olmo.” 29-5-2018 Apra: moratoria electoral hasta el 2026 y perdón al pueblo peruano