Por Gustavo Gorriti
Jorge del Castillo, secundado por sus hoy aliados fujimoristas, ha citado al fiscal José Domingo Pérez a la comisión de Defensa y Orden Interno del Congreso para interrogarlo sobre una supuesta apología al senderismo durante la conferencia que dio a fines de la semana pasada en Chihuahua, México.
En ella, al hacer una lista breve de los logros de Fujimori (que yo encuentro discutible en más de un caso), Pérez Gómez mencionó lo siguiente:
“… Ustedes recordarán que entre el año 1990 al año 2000 nos gobernó Alberto Fujimori. Alberto Fujimori dio un golpe de Estado civil en el año 1992. Algunos resultados positivos podemos establecer, precisamente, esta forma de designación o nombramientos de jueces y fiscales. Algunos otros aspectos positivos —¿por qué negarlo?— acabó con la guerrilla o la guerra civil, respecto a los grupos subversivos Sendero Luminoso y algún otro como el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Y respecto a la economía la estabilizó, el Perú tenía una situación económica tan parecida como la Venezuela del día de hoy”…
En cuanto vieron el vídeo de la charla, la prensa y la trolería fujimorista, hoy histéricas a sobretiempo, impostó su mejor estridencia, en una indignación tan falsa como un billete de trece soles. Y su aliado Jorge del Castillo respondió inmediatamente.
Vean el tweet y la respuesta:
Y así fue: supuestamente espoleado (en coordinación más bien) por el hoy fujimorista y antaño marxista ultra-radical Víctor Andrés Ponce, Del Castillo se puso a evaluar la “grave situación” el día de hoy en la Comisión de Defensa Nacional y Orden Interno. ¿El resultado? Convocar al fiscal José Domingo Pérez para intentar demolerlo presentándolo nada menos que como un apologista del terrorismo.
“Este señor ha dicho que los terroristas son guerrilleros y que Sendero Luminoso tuvo con el Perú una guerra civil” dijo, del Castillo “Ni una cosa ni la otra son ciertas, hacer eso es darles un estatus que no les corresponde, los asesinos, asesinos son, los terroristas, terroristas son (…) no podemos permitir que un representante de la ley peruana, del Ministerio Público, haga esas declaraciones”.
Convertir los términos de “terrorismo” y “guerrilla” en la piedra de toque que diferencia a los defensores de la democracia de los apologistas del senderismo es nada menos que estúpido. La pretendida policía del pensamiento que está detrás de eso tendría que eliminar casi todo el desarrollo académico y la producción intelectual experta sobre el tema. Baste por ahora decir que “guerrilla” y “terrorismo” no son definiciones éticas ni calificaciones morales sino descripciones de determinados métodos bélicos.
Pero supongamos por un momento que del Castillo tiene algo de razón, y que debe convertir la Comisión en una criba que muela a todos los que tengan la osadía de decir algo que pueda interpretarse como ‘apología del terrorismo’. Tendría mucho trabajo, porque ese delito no tiene, se supone, fecha.
Aquí, una lista corta de aquellos a quienes del Castillo debería citar sin tardanza para pasarlos por la moledora:
1) Alan García. ¿Motivo? Un discurso rescatado de la Historia. El 22 de mayo de 1988, en Ayacucho, durante uno de los períodos más terribles de la guerra interna, García dijo lo siguiente:
“Debemos reconocer como Sendero Luminoso tiene militantes activos, entregados, sacrificados. Equivocados o no, criminales o no, el senderista tiene lo que nosotros no tenemos: mística, mística de entrega. Esa es gente que merece nuestro respeto y mi personal admiración porque son, quiérase o no, son militantes”.
Creo que del Castillo conoce muy bien la dirección a la que mandar la citación.
2) Armando Villanueva ya no está en este mundo, pero cuando lo estuvo, en 2007, en la presentación de un libro de Víctor Polay Campos, el máximo dirigente del MRTA, Villanueva sostuvo que “Lo que quiero reiterar es mi pensamiento respecto a la imputación a Víctor Polay Campos de ser un terrorista. Polay fue un guerrillero, consecuencia de los momentos en que el Perú vivía un grave problema de confusión social…”.
3) Javier Valle Riestra que en 2003 visitó a Víctor Polay para asesorarlo sobre la diferencia entre “terrorista” y “guerrillero” para propósitos de defensa jurídica.
Entonces, ¿por qué Jorge del Castillo se centra en José Domingo Pérez y se olvida por completo de las declaraciones de Alan García que, en comparación, convierten lo que dijo Pérez Gómez en lo que fue, una mera mención al lado de la admirativa apología de García?
Por una razón más que clara. Porque lo último que le importa a del Castillo o a los fujimoristas al borde de un ataque de nervios es la lucha pasada o presente contra Sendero o el MRTA. Les importa cómo librar de las investigaciones de corrupción a sus jefes. En ese empeño todo vale: sacar la bandera, invocar al Comando Conjunto, disfrazarse de indignados… todo lo que sea para sacar al fiscal que investiga tanto a Alan García como a Keiko Fujimori. Antes que las pruebas lleguen, antes que los testigos hablen, antes que los colaboradores eficaces cuenten lo que conocen, hay que sacar del proceso a los fiscales que saben hacer su trabajo y que ellos no pueden controlar, para que así, a través de la trampa puedan conseguir el encubrimiento y la impunidad que ahora sí están amenazadas.
¿Sus armas? La mayoría que mantienen en uno de los Congresos más repudiados de la Historia, lo que no es poco decir. Y ahora, un fiscal de la Nación que les debe su sobrevivencia en el cargo y que debiera aun hoy pensar si le conviene tomar la ruta, que tan bien conoce, de Blanca Nélida Colán.
Publicado el lunes 15 de octubre, 2018 a las 20:32
Última actualización el lunes 15 de octubre, 2018
Fuente: https://idl-reporteros.pe/apologia-y-encubrimiento/