Por Herbert Mujica Rojas
Lima, al igual que otras grandes ciudades en el mundo entero, se convirtió ayer en escenario del manejo irresponsable de armas de fuego y la muerte y herida de dos escolares. ¿Qué hace un arma en un centro educativo? La intonsa narración de un colega que afirmaba que había sido llevada “sin permiso”, da cuenta de una imbecilidad mayúscula.
Las armas, las que fueren, no pueden ni deben ser portadas o usadas en ningún colegio. Y lo acontecido en el Trilce de Villa El Salvador nos revela el grado de salvajización que consume al país. Y esta vez desde un estadio temprano como el escolar.
Ninguna “explicación” o “exégesis” redituará satisfacción a nadie. En Perú realizamos análisis, proponemos planes de acción y propuestas por millones y casi toda la historia nacional se resume en eso: palabras, palabras, palabras. Hay un chico muerto y otro herido.
Creíamos que la corrupción atacaba como un cáncer a los políticos y al Estado y a su entorno nacional e internacional, pero nos damos cuenta que hay una valla de violencia que acaba de traspasarse con saldo trágico: armas en los colegios.
A partir de los años 80 vivimos a diario entre crímenes, atentados, apagones, latrocinios y estafas al contribuyente y la vorágine violentista amainó cuando el pueblo y Fuerza Armada, combatieron el flagelo terrorista de manera eficaz. Entonces no había otro modo de vivir que entre luces y sombras, signos de un mismo y fatal devenir, la violencia.
A posteriori, en los 2000 a la fecha, vivimos en una democracia verborrágica, ineficaz, mentirosa y con el lumpen en los principales puestos. Idiotas genéticos, tarados de cuna y megalómanos contumaces han hecho de las suyas y sus explicaciones son del peor jaez. ¿Leyeron lo que dice una vaca sagrada en torno a cuando justifica sus “gastos de representación”?
Dicho sea de paso, ¿por qué no otorgar a los congresistas gastos por el orden de S/ 1000 o el mínimo para su “representación”? Que yo sepa, en diciembre del 2018, el pueblo canceló de hecho a los representantes, dos años y medio antes que se vayan para no recordarlos más hasta el 2021.
¿Por qué un escolar porta el arma desde su casa y lo lleva a cualquier parte? Hay un tema de prevención en casa ausente, por decir lo menos. ¿Por qué se dejan revólveres o pistolas cargadas al alcance de menores de edad? Recuerdo bien que eliminé un arma legal, años atrás, ¡precisamente! porque pensamos que era un peligro latente.
Confiemos en que frente a la dolorosa realidad de un escolar fallecido y otro herido, no abunden los poemas de buenas intenciones sino las campañas efectivas y severas de prevención, educación y voluntad firme de transitar por los caminos de la paz que, salvo excepciones, no van por los de la destrucción por armas de cualquier tipo
20.03.2019