Caprichos de alcoba
Rafael Romero
Llámese usurpación, intromisión, interferencia o injerencia, lo evidente es que Nadine Heredia, esposa del presidente de la República, ha contribuido de manera consciente y voluntaria a enrarecer el ritmo y clima del Poder Ejecutivo. Es más, todo indica que la señora Heredia ni se inmuta por las críticas que recibe frente a su excesivo protoganismo, ejercitado desde dentro de Palacio; o desde fuera a través de sus permanentes declaraciones a la prensa.