Siempre hay esperanza para ti
Balada de la bicicleta
Siempre hay esperanza para ti
Por Ángel Pasos
Es tarde cuando llego al borde del acantilado. El sol se pone allá en el horizonte. Me siento junto a mi bicicleta y dejo que pase el tiempo. Algunas aves vuelan sobre el agua, parecen flo-tar en el silencio. Mi mente se va lejos mientras contemplo el mar. La noche cubre el mundo dulcemente. Todo a mi alrededor se encuentra en paz, y el firmamento, ahora, está cuajado de símbolos y estrellas. Contemplo su eterna inmensidad y dejo vagar libre mi mente para que mis pensamientos lleguen a mí, puros, sin turbulencias.